De frustración en frustración

Mayra Montero Antes que llegue el lunes

Tanto los debates políticos como las promesas de los candidatos siguen ignorando la situación que va a enfrentar Puerto Rico —cualquiera que gane las elecciones aquí, y cualquiera que las gane allá—, en lo referente al manejo del gobierno, que es el manejo de la estructura de mando y la canalización de la economía en un escenario de bancarrota.

Cada día resulta más incomprensible que los seis candidatos afronten el futuro desde una perspectiva avestrucista.

De resultar electo cualquiera de ellos, tendrán coartada: todo lo que prometieron no puede ser, o será de otra forma, porque el control absoluto de los fondos que estarán llegando quedará en manos de la Junta Fiscal o sus contables designados. Así se van a lavar las manos. Pero el deber de ilustrar al país lo han debido asumir desde ahora. Y no lo han hecho por soberbia.

Encima se ofenden si uno los cuestiona.

A mí me dicen que en realidad en Puerto Rico está ocurriendo más de lo que aparenta ocurrir.

No se trata ya de la discreta sustitución de un miembro del organismo por otro. Se va José Carrión y asciende David Skeel. Se retira el exjuez Arthur González, y nombran en su lugar a Justin Peterson. Y hay todo un proceso sorprendente en camino.

Más que un simple cambio de fichas, habrá un cambio de actitud, y el firme propósito de acelerar ajustes y negociaciones.

¿Qué candidato le ha dedicado un solo segundo de su florida oratoria a este tema? Pierluisi un poco, pero solo para decir que él conoce a la Junta y sabe cómo torearla.

Ahora le han cambiado los muñequitos. La Junta de Control Fiscal, tal como fue concebida, estaba maniatada. Lo he comentado en columnas anteriores: ¿cuántas cartas, reprimendas, advertencias de que no podían hacer esto o lo otro, han mandado el anterior presidente de la Junta y su actual directora ejecutiva, Natalie Jaresko? Cientos de cartas que al gobierno le han hecho cosquillas.

Cuando salieron de Ricardo Rosselló, y de sus representantes en la Junta —Elías Sánchez, primero, y Christian Sobrino después— supongo que en el organismo hubo la expectativa (frustrada) de que se abría una etapa para trabajar con el gobierno. Sin embargo, no pasó absolutamente nada. Porque pronto el presidente del Senado, que tiene buen olfato, se las arregló para convencer a Wanda Vázquez de que anunciara su interés de seguir en la política e ignorara a Jaresko. Sepan que si no fuera por las características especiales del Título III de Promesa, ya los buitres hubieran llegado lejos.

Ahora regresan a sus vidas José Carrión y José Ramón González, creo que estaban locos por hacerlo. Regresa a su vida el exjuez Arthur González. Se comenta que Ana Matosantos también se iría próximamente. Y la paciencia se acabó. No digo que se le haya acabado a Trump, ni que se le vaya a acabar a Joe Biden, si prevaleciera. Se acabó la paciencia a otros niveles y en instancias más crudas, o más metidas en el ajo financiero y preocupadas por las repercusiones en el sistema.

Es importante resaltar que, como dijo José Ramón González en su entrevista de despedida con este diario, hay otros estados y ciudades que, a consecuencia de la pandemia, van a enfrentar graves picos de insolvencia. Puerto Rico no es el único problema que tiene Estados Unidos.

Aprovechando lo entretenidos que están los candidatos con la matraca de la vieja política y el bipartidismo, tras bambalinas se está fraguando un nuevo orden financiero. Y los candidatos, que ven venir la ola, no quieren ser ellos quienes le expliquen al país este asunto o lo preparen para un año especial.

Es como si pensaran que hablar de la Junta, del Plan de Ajuste y de las decisiones que se van a tomar en la sala de la jueza Laura Taylor Swain, fuera incurrir en un pecado mortal, o fuera a dar la impresión de que favorecen el control de Washington.

Pues no. Contar la realidad no es apoyar nada de eso, sino hacer lo que hacen tantos líderes mundiales, que preparan a sus pueblos para desafíos y sacrificios.

Los nombramientos que se seguirán haciendo en la Junta no son una cuestión de gustos ni de consenso. Ah, ¿que no le avisaron lo de Peterson a Jenniffer González? No tienen que hacerlo. No le van a preguntar su parecer ni a ella ni a nadie, se trata de asuntos internos del Tesoro y de la Casa Blanca.

Me gustaría oír a los candidatos a la Comisaría Residente prometiéndoles, asegurándoles, jurándoles a los electores, que a ellos sí les van a consultar los nombramientos de la Junta y que “irán al Congreso” a exigir. Duerman de ese lado.

Para mí que a la gobernadora, en la reunión que tuvo la semana pasada en Nueva York, con miembros de la Junta y otros funcionarios, le explicaron más de cuatro cosas, y ella debe de haber regresado con mensajes potentes para la Legislatura.

Lamento que haya tantas personas negadas a que les pinten el panorama que es, no el que quieren que sea. Pero mientras no se trabaje en una nueva conciencia a partir de contextos históricos, inevitables, iremos de frustración en frustración.

“Tras bambalinas se está fraguando un nuevo orden financiero. Y los candidatos, que ven venir la ola, no quieren ser ellos quienes le expliquen al país este asunto” ESCUCHE A LA AUTORA EN EL PODCAST “MALDITA MONTERO” todos los viernes en elnuevodia.com