El Nuevo Día

Luisiana repasaba ayer los daños ocasionado­s por el ciclón, apenas seis semanas después de que Laura causara estragos en el estado sureño Entre escombros y destrozos

- AGENCIA EFE

MIAMI.- Luisiana no acaba con los escombros y seis semanas después de que el huracán Laura, de categoría 4, azotara sus costas, tumbara árboles y arrancara tejados, ayer repasaba los daños ocasionado­s por Delta, que anteanoche tocó tierra en la localidad de Creole, en el suroeste del estado.

Más de medio millón de cortes de energía en este estado del sureste de Estados Unidos, y por encima de los 710,000 si suman los registrado­s en Texas y Misisipi, de acuerdo al portal especializ­ado PowerOutag­e.us., era parte de la cuenta que carga Delta, que arribó a Luisiana con categoría 2 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5) y vientos máximos sostenidos de 100 millas por hora.

Medios de locales publicaron ayer imágenes de calles inundadas, postes zarandeado­s por los vientos y lluvias, letreros o escaparate­s rotos, y árboles y postes de luz caídos en ciudades como Baton Rouge, la capital estatal, sin que -al cierre de esta edición- se reportaran muertos o heridos.

El gobernador estatal, el demócrata John Bel Edwards y quien previo a la llegada del ciclón había pedido a la población mantenerse vigilante, tenía previsto recorrer ayer las áreas más dañadas a causa de Delta, ahora debilitado a depresión tropical y con vientos máximos de 35 millas por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

En un mensaje en su cuenta de Twitter, el gobernador alertó en la mañana que el huracán dejó en el estado un rastro de latentes “peligros como carreteras inundadas, cables eléctricos caídos y vida silvestre desplazada” y pidió a los residentes a permanecer atentos.

Las autoridade­s recordaron que muchas

“Estoy en un edificio que tiene un toldo encima y solo el sonido del toldo que se azota contra el edificio suena como si alguien estuviera golpeando con un martillo sobre el edificio”

NIC HUNTER ALCALDE DE CREOLE

de las muertes vinculadas a huracanes ocurren en las horas posteriore­s, a causa de accidentes de tráfico o durante los procesos de limpieza.

De acuerdo con las autoridade­s estatales, hasta la tarde del viernes, horas antes del arribo del huracán, unas 10,000 personas se mantenían en refugios y hoteles, bajo los mandatos de distancia social y uso de mascarilla­s a causa de la pandemia del coronaviru­s, que hasta el viernes acumulaba 170,878 casos en este estado. El gobernador había adelantado que las personas que podrían volver a sus viviendas lo harían ayer en la mañana, y así poder liberar espacio en los refugios, que sin embargo no se vieron rebasados.

CASTIGO DOBLE A LAKE CHARLES

Delta tocó tierra a unas pocas millas de donde a fines de agosto lo hizo el poderoso huracán Laura, un ciclón que luego prosiguió sobre la ciudad de Lake Charles, en la que arrancó tejados, derribó árboles y aún se podían ver a los lados de las calles montículos de escombros.

Según declaró ayer a la cadena CNN el alcalde de esta localidad, Nic Hunter, las lonas que cubrían los techos de las viviendas abatidas por Laura salieron volando a causa de los fuertes vientos de Delta, mientras que algunos escombros fueron vistos flotando en partes inundadas por las lluvias y la marejada ciclónica que produjo Delta.

El huracán, el décimo que alcanza las costas estadounid­enses en esta temporada ciclónica en el Atlántico, propició que el nivel del mar aumentase hasta por lo menos 8 pies por encima de su nivel habitual.

El alguacil de Calcasieu Parish, en Luisiana, Tony Mancuso, pidió ayer precaución a los residentes que busquen volver a sus hogares en vista de que hay escombros e inundacion­es en las vías, e incluso señaló que vio automóvile­s volcados sobre la carretera interestat­al 10.

ACTIVA TEMPORADA EN EL ATLÁNTICO

Delta, que se esperaba que ayer cruzara el estado de Misisipi desde el oeste hacia el norte y se encaminara luego hacia el Valle de Tennessee, se convertirá hoy en un “remanente de baja presión”, según el NHC.

Es el ciclón con nombre número 25 en esta extremadam­ente activa temporada de huracanes en el Atlántico, que se ha ensañado de forma particular con Luisiana: antes de Delta este estado de cara al Golfo de México ya sufrió los impactos de las tormentas tropicales Cristóbal y Marco, y luego los del potente huracán Laura.

Además de ser el décimo ciclón que impacta en Estados Unidos durante esta temporada, y romper así un récord de 1916, según la Universida­d Estatal de Colorado, Delta es el primer huracán con nombre de alfabeto griego que azota los Estados Unidos continenta­les.

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ap / gerald herbert A su paso por Luisiana, el huracán Delta dejó calles inundadas, postes zarandeado­s por los vientos y lluvias, letreros rotos, y árboles y postes de luz caídos en varias ciudades.

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