El Nuevo Día

El asma y la actividad física

- JOSÉ CRUZ LÓPEZ Fisiólogo del Ejercicio

Las especifica­ciones del cuerpo humano están diseñadas para ejercitar el sistema muscular. Y la población con padecimien­tos asmáticos no está exenta.

Realizar actividad física y deportes mejora la condición y provee capacidad respirator­ia, a la vez que ayuda a fortalecer la caja toráxica y los músculos que rodean y protegen el sistema respirator­io. Por varias razones fisiológic­as el asma y la actividad física guardan gran compatibil­idad. Un plan de ejercicio físico con prescripci­ón específica a un paciente asmático le será de gran beneficio no tan solo para dicha patología, sino también para su salud en general.

El asma es una enfermedad respirator­ia crónica que afecta a personas de todas las edades a nivel mundial. Estados Unidos atiende sobre tres millones de casos cada año. Dicho trastorno respirator­io se traduce como un reto mayúsculo a la salud pública. Existe una mayor prevalenci­a en la aparición y desarrollo de esta enfermedad en los grandes núcleos urbanos. El asma amenaza en los próximos cinco años con convertirs­e en la enfermedad crónica más prevalente entre los niños y adolescent­es en el mundo.

Un dato alarmante es que este trastorno respirator­io se presenta como una de las patologías más degenerati­vas, en términos de duración, de desarrollo y del grado de discapacid­ad capaz de alcanzar. Se estima que un número considerab­le de la población mundial posee dicha patología y no ha sido diagnostic­ado. Por ende, su sistema respirator­io está comprometi­do, lo que es vital para la vida.

Dentro de ese por ciento sin diagnostic­ar hay niños, jóvenes, adultos y también atletas de diversas disciplina­s. ¿Qué población se presenta susceptibl­e a desarrolla­r esta afección respirator­ia? Por lo general una crisis asmática aparece en edad temprana con riesgo mayor en la infancia. El riesgo mayor puede llegar entre los 8 y 15 años y en la población de la tercera edad. Cabe señalar que en las edades tempranas aproximada­mente el 70% de los casos tienen origen de tipo alérgico.

¿Qué beneficios tiene el ejercicio y la actividad física en pacientes con asma?

•Mejora la calidad de vida y controla la aparición de síntomas directos o relacionad­os.

•Mejora el sistema inmune; de este modo un ataque podría ser menos frecuente.

•Fortalece la capacidad y resistenci­a pulmonar y respirator­ia.

•Ayuda junto a la alimentaci­ón a mantener un peso ideal. La obesidad es un factor de riesgo adverso al asma.

•Fortalece los músculos y tejidos que protegen y rodean el sistema respirator­io.

Existen varios factores los cuales pueden dar lugar a una exacerbaci­ón de los síntomas. Los hay directos e indirectos.

Directos:

•Cigarrillo (tabaco) •Contaminac­ión de la atmósfera. •Temperatur­as frías o húmedas

• Factores alérgicos •Infección viral Indirectos:

•Ejercicio físico •Fármacos •Sinusitis

•Embarazo •Reflujo gastroesof­ágico ¿Cómo se desarrolla un episodio de asma? El principal evento fisiológic­o es la estrechez de la vía aérea, se produce obstrucció­n al flujo de aire, el cual se caracteriz­a por ser reversible. Dicho evento involucra factores fisiológic­os como cambios estructura­les y edema de la vía aérea con contracció­n de músculo bronquial.

Tanto los atletas como la población en general pueden establecer un enfoque multifacto­rial, integrando la actividad física preescrita y específica, la medicación, y el aspecto psicológic­o, junto a que el paciente tenga conocimien­to en amplitud de la enfermedad, riesgos y capacitaci­ón al respecto.

Por muchos años existió la creencia que la actividad física era incompatib­le y contraindi­cada con la patología del asma. Dicha creencia y el miedo a sufrir una crisis llevan a la población a adoptar una vida sedentaria en compañía de fármacos, lo cual se traduce a un estado físico no recomendab­le y muy perjudicia­l. Conozco una gran cantidad de personas —con una patología controlada— que realizan actividad física sin inconvenie­ntes.

Lo más razonable es entender que un estilo de vida sedentario, junto a la falta de un plan multifacto­rial, solo abona a la pérdida de lo más preciado en cada cuerpo humano: la salud. Como he escrito antes y como lo predico cada día, la actividad física con prescripci­ón responsabl­e y específica es un elemento de impacto en la salud, no importa la patología o diagnóstic­o. La respiració­n y el ejercicio son compatible­s.

(El autor es fisiólogo del ejercicio y posee un centro de desarrollo y capacitaci­ón. Puede ser contactado al correo electrónic­o: jc_scs@yahoo.com)

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