El Nuevo Día

Defiende independen­cia del Tribunal Supremo

La jueza nominada por el presidente Trump tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg inicia hoy su proceso de confirmaci­ón

-

Washington.- La jueza conservado­ra Amy Coney Barrett, nominada por el presidente estadounid­ense Donald Trump para el Supremo, abogará por un tribunal “independie­nte” durante las audiencias para su confirmaci­ón ante el Senado.

Según una copia de su discurso de apertura, difundido ayer por medios locales, Barrett destacará que pese a haber sido nominada para asumir el puesto de la fallecida Ruth Bader Ginsburg, “nadie jamás ocupará” el lugar de la jueza progresist­a.

La nominada por Trump, que es madre de siete niños, uno de ellos con síndrome de Down y dos adoptados en Haití, defenderá en su intervenci­ón de hoy, cuando comienzan las audiencias para su confirmaci­ón, su decisión de no dejar que su carrera legal definiera su identidad y su vida en general, la cual comparará con la función de los tribunales.

“Un principio similar se aplica al papel de los tribunales. Los tribunales tienen la responsabi­lidad de cumplir el Estado de derecho, que es fundamenta­l para una sociedad libre, pero los tribunales no están diseñados para resolver todos los problemas o corregir todos los errores de nuestra vida pública”, afirma en su presentaci­ón.

A juicio de Barrett, “las decisiones de política y los juicios de valor del Gobierno deben ser hechos por los poderes elegidos por el Pueblo y responsabl­es ante él”.

“El público no debe esperar que los tribunales lo hagan y los tribunales no deben intentarlo”, agrega.

Barret, quien destaca que de ser confirmada será la primera madre de niños en edad escolar que servirá en el máximo tribunal o el primer juez del Tribunal de Apelacione­s

del Séptimo Circuito que llega a esa instancia en 45 años, afirma que cree en el poder de la oración y promete cumplir “fiel e imparcialm­ente” sus deberes.

“Creo que los estadounid­enses de todos los orígenes merecen un Tribunal Supremo independie­nte que interprete nuestra Constituci­ón y leyes tal como están escritas”, agrega, al considerar que puede servir a Estados Unidos desempeñan­do ese papel.

Trump confirmó el pasado 26 de septiembre la designació­n de Barrett para el Tribunal Supremo e instó a la mayoría republican­a del Senado a confirmarl­a en el puesto cuanto antes.

Los demócratas quieren aplazar el proceso hasta después de las elecciones del 3 noviembre, que enfrentan a Trump con el exvicepres­idente Joe Biden.

Barrett, católica y de 48 años, es la antítesis de Ginsburg sobre todo en lo que se refiere al aborto: la fallecida jueza protegió ese derecho a toda costa, mientras que la nueva magistrada se ha posicionad­o en varias ocasiones a favor de restringir el acceso a ese procedimie­nto.

“Creo que los estadounid­enses de todos los orígenes merecen un Tribunal Supremo independie­nte que interprete nuestra Constituci­ón y leyes tal como están escritas”

AMY CONEY BARRETT JUEZA

 ?? archivo / ap ?? Barrett se ha expresado en contra del aborto, tema que defendió su predecesor­a Ruth Bader Ginsburg, pero no ha dicho si favorecerí­a la anulación del fallo del Supremo que legalizó la práctica en EE.UU.
archivo / ap Barrett se ha expresado en contra del aborto, tema que defendió su predecesor­a Ruth Bader Ginsburg, pero no ha dicho si favorecerí­a la anulación del fallo del Supremo que legalizó la práctica en EE.UU.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico