Comunidad solar nace en Caguas
Residentes del sector Lao Frío en el barrio San Salvador son los primeros que utilizan el modelo económico de cooperativa de energía en la isla
El barrio San Salvador de Caguas alberga oficialmente la primera comunidad solar que utiliza el modelo económico de cooperativa de energía en Puerto Rico.
Bajo el nombre de Pirucho Coop, la cooperativa sirve, en principio, a ocho hogares del sector Lao Frío, con la expectativa de que progresivamente se conecten, al menos, 450 de las 700 familias de la comunidad, considerada la más rural y retirada del centro de Caguas y que colinda con Cayey y San Lorenzo.
La expansión del proyecto dependerá de las condiciones económicas.
“Poco a poco iremos creciendo. Ya estamos dándole forma a una segunda fase para añadir más viviendas, pero estamos bien contentos. Nuestra comunidad puede ser ejemplo para muchas otras en Puerto Rico”, indicó a El Nuevo Día el presidente de la Junta de Directores de Pirucho Coop (Cooperativa de Energía de San Salvador), Carlos Nieves.
Explicó que, en cada una de las ocho casas ya conectadas, se instalaron de 17 a 20 placas solares capaces de suplir toda su demanda energética. También están equipadas con baterías de resguardo (almacenamiento) e inversores.
“Todo el sistema ya está montado y la energía será totalmente solar. Ahora bien, las casas se van a quedar conectadas a la red de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) para usarla en caso de emergencia, si fallan las placas o cualquier contingencia. Si producimos energía en exceso, pues se la vendemos a la Autoridad”, dijo Nieves, en referencia al mecanismo conocido como medición neta.
Resaltó, en esa línea, que la cooperativa es regulada por el Negociado de Energía de Puerto Rico, ente independiente que autorizó su establecimiento.
Como parte de esa autorización, el Negociado determinó que a los residentes “no se les puede cobrar de más ni de menos”, es decir, que su factura de luz será ajustada al consumo. “Aunque seamos ahora una cooperativa, el cobro será normal. El sistema solar es de la cooperativa, como tal, y las familias lo que hacen es prestar sus casas para montarlo ahí, por lo que solo pagarán por su consumo”, sostuvo.
INTERÉS POST-MARÍA
La idea de crear una cooperativa de energía solar “cogió impulso” tras el paso del huracán María, específicamente en la organización Comunidad Organizada de San Salvador, que integra y coordina a los 14 sectores del barrio, contó Nieves.
La propuesta fue ratificada por los residentes en asamblea, y la cooperativa fue aprobada por el Departamento de Estado el 8 de octubre de 2019. La inauguración oficial fue el pasado 28 de octubre.
“Estuvimos muchos meses sin luz después de María y, al momento, sigue yéndose con facilidad y seguidamente. Nos preocupamos y empezamos a buscar cómo resolver ese problema. Fue así como, en las reuniones comunitarias, dimos con la idea de crear la cooperativa”, relató, al explicar que Pirucho es el nombre dado por los vecinos a su “montaña emblemática”, que es parte de la cadena que conecta los cerros Gregorio y La Santa.
El inicio y primera fase de la comunidad solar de San Salvador contó con el auspicio principal y asesoría de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, cuyo presidente, Nelson Colón Tarrats, indicó que se hizo una “inversión filantrópica” o donativo de $125,000 para la compra de los paneles solares y las baterías.
La Fundación también se involucró en el proceso de organización comunitaria, es decir, “escuchar a los vecinos, captar sus intereses y definir sus rutas”, dijo.
“La Fundación tuvo una persona experta en el tema que los acompañó en el proceso de pensamiento y formación. Se proveyeron todos los detalles técnicos y se trajeron suplidores, entre otras cosas. Ahora, la comunidad está lista para asumir la responsabilidad y generar y distribuir su propia energía”, puntualizó.
“La Fundación dio el capital semilla y los próximos pasos son que la comunidad se haga autosuficiente y vengan otros financiadores solidarios para apoyar la expansión del proyecto”
NELSON COLÓN TARRATS
PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN COMUNITARIA DE PUERTO RICO