Adiós con llamado a proteger la “fe del pueblo en la justicia”
En una sesión especial, la jueza asociada les pidió también a sus compañeros de estrado “no ceder a presiones e influencias de otras ramas de gobierno”
“Nuestra mayor responsabilidad como jueces es ser custodios de esa fe evitando en todo momento cualquier acto que pueda erosionarla” ANABELLE RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ JUEZA ASOCIADA DEL TRIBUNAL SUPREMO
“Lo voy a hacer con la mayor rigurosidad pensando siempre en ese espacio que usted como mujer, como abogada, supo llenar para el Tribunal Supremo” WANDA VÁZQUEZ GARCED GOBERNADORA
El Tribunal Supremo de Puerto Rico celebró ayer una sesión especial de despedida a la jueza asociada Anabelle Rodríguez Rodríguez, quien cesará funciones por mandato constitucional al cumplir 70 años este 24 de diciembre y habiéndole dedicado los últimos 16 al servicio en el máximo foro.
Consciente del momento histórico en que se da su renuncia, Rodríguez Rodríguez admitió que ha sido un momento de mucha introspección, en el que se ha preguntado, incluso, si ha valido la pena el camino asumido con su juramentación en agosto de 2004, como la tercera mujer en ser nombrada al Supremo. Más adelante afirmó, en respuesta a su propia pregunta, que partía con “la tranquilidad de haber decidido en conciencia y justicia”.
Expresó, durante la ceremonia que se celebró de forma virtual por las restricciones del COVID-19, que en las 107 decisiones mayoritarias y 153 disidentes que le correspondió escribir, así como otros fallos, actuó “en todo momento consciente del deber moral que impone el cargo”.
Precisamente, la jueza presidenta Maite Oronoz Rodríguez le reconoció tanto por el valor de la disidencia como por analizar el Derecho desde una perspectiva de género. Destacó, entre sus decisiones, su pronunciamiento contra la violencia doméstica que “existe por el mero hecho de ser mujer” y su defensa de la adopción para parejas del mismo sexo, que tiempo después fue validada por el Tribunal Supremo federal.
Además, le reconoció por su carácter, que definió, como “independiente, sin miedo a la polémica; más bien con cierto gusto por ella”.
En su mensaje a sus compañeros de estrado, Rodríguez Rodríguez les pidió que tengan presente la crisis institucional que se viene desarrollando en Puerto Rico hace décadas, lo que ha provocado “una ciudadanía alerta, rigurosa e implacable en su fiscalización”.
“Esta institución es el único asidero de la fe de nuestro pueblo en la justicia, y nuestra mayor responsabilidad como jueces es ser custodios de esa fe evitando en todo momento cualquier acto que pueda erosionarla”, indicó.
Entonces, agregó: “Ceder a presiones exógenas al funcionamiento judicial y la dispensa de la justicia tendría un costo incalculable. El conocimiento del Derecho, la imparcialidad en su aplicación, la discreción, la sensatez y la independencia de criterio son la fuente más importante de la legitimidad de esta institución”.
La gobernadora Wanda Vázquez Garced participó de la ceremonia con un mensaje pregrabado, en el que no solo expresó su afecto por la jueza, sino que aseguró que asumía el poder ejecutivo de nombrar a su sustituto con gran sentido de responsabilidad. “Sepa usted que lo voy a hacer con la mayor rigurosidad pensando siempre en ese espacio que usted como mujer, como abogada, supo llenar para el Tribunal Supremo de Puerto Rico”, expresó Vázquez Garced, de quien se dice que busca una mujer para mantener el balance de género.
Rodríguez Rodríguez se emocionó en dos ocasiones. La primera, al escuchar el mensaje de sus hijos, quienes le recalcaron su admiración, y la segunda, al hablar de sus padres, a quienes les atribuyó todo lo que alcanzó en su carrera por haber criado a ella y su hermano “con el entendido de que todo era posible”.