Monstruos y acción a gran escala en “Monster Hunter”
Paul W. S. Anderson (“Resident Evil”, “Mortal Kombat”) dirige “Monster Hunter” -producción de Sony Pictures que estrenó el jueves en los cines de la isla- como si alguien hubiera estado leyendo las críticas negativas de sus filmes de “Resident Evil” por un altoparlante durante el rodaje. Esto registra en pantalla con una propuesta de acción mucho más enfocada, intensa, visceral y ambiciosa.
Hay momentos en que el director parece estar poseído por el espíritu frenético de Michael Bay (“Transformers”), quien una y otra vez ha demostrado que piensa que aplastar los sentidos del espectador es el equivalente de buena acción en la pantalla grande.
Afortunadamente, esto no sucede, y el resultado es una adaptación de un videotando juego superior a lo que hizo el director con sus filmes de “Resident Evil”.
Sin embargo, todos sus esfuerzos para entregar una pieza con un tono diferente (la película claramente quiere mezclar el humor de las aventuras de “Indiana Jones” con el impacto audiovisual de “Avatar”), no impide que Anderson haya escrito un guion cargado de arquetipos y clichés que siguen siendo típicos de un filme de acción desechable.
En “Monster Hunter”, Anderson le vuelve a dar el rol protagónico a Milla Jovovich, quien interpreta a Artemis, la líder de un escuadrón de soldados que accidentalmente son transportados a una dimensión donde hay criaturas fantásticas que amenazan la sobrevivencia de cualquier humano que cruce su paso. Demás está decir que no todos los miembros del elenco secundario, que incluye a Diego Boneta, Ron Perlman, T.I, y Tony Jaa, sobreviven esta aventura y que personajes que se presentan como aliados o enemigos no son lo que aparentan.
Gran parte de la razón por la cual todo lo trillado en esta película no resulta ser insoportable es porque el filme claramente no se toma a sí mismo muy en serio. A eso se le suma el que Anderson claramente se divierte con los monstruos que ha heredado del videojuego y el que ver a Milla Jovovich en acción siempre resulta impresionante.