Última oportunidad para el estímulo federal
Luego de ocho meses de intensas negociaciones parece que por fin se va a firmar el próximo estímulo federal. Al comenzar la pandemia se firmaron tres medidas federales (Coronavirus Preparedness and Response, Family First Coronavirus Response Act y CARES) en tiempo récord y se le añadieron fondos a la última de ellas poco tiempo después. Sin embargo, la próxima medida de estímulo enfrentó grandes escollos por preocupaciones presupuestarias. Los demócratas presentaron en mayo el proyecto de ley titulado HEROES a un costo de $3.5 billones, y los republicanos propusieron HEALS en agosto, a un costo de $1 billón. A manera de comparación, CARES, que era la legislación más abarcadora tuvo un costo aproximado de $1.76 billones.
Esta semana se publicó la nueva propuesta, que combina dos proyectos y tiene un costo esperado de $908 mil millones. Es una combinación de una propuesta con un costo de $748 mil millones y otra de $160 mil millones. Se supone el Congreso aprobara esta medida antes del 18 de diciembre, pero esto no ha podido ser, pues aún no se han puesto de acuerdo en todos los detalles.
La nueva propuesta es menor al proyecto HEALS, así que provee menos beneficios que las propuestas anteriores. Pero, ¿qué se espera en esta propuesta?
Primero se ha propuesto otro cheque de estímulo federal (parecido al de $1,200), en esta ocasión de aproximadamente $600 por persona. Esto tendría un costo de $300 mil millones. Esta medida ha recibido mucha crítica por lo limitado de la cantidad. Estados Unidos solo ha dado a sus residentes $1,200 por persona desde que comenzó la pandemia. A modo de ejemplo, Reino Unido hizo pagos de hasta $3,084 mensuales, Australia $1,993 mensuales, Irlanda $1,793 mensuales, Alemania $7,326 mensuales y Francia $7,575 mensuales.
Segundo, se haría otro pago de desempleo. Este pago sería por $300 semanales por 16 semanas. No habría pagos retroactivos a quienes estaban desempleados antes de la legislación. Esto, a pesar de que la semana pasada el número de desempleados en EE.UU. alcanzó las 853,000 personas, siendo el número más alto desde septiembre, lo que refleja la necesidad de esta ayuda.
Se revisarían algunas partes del Paycheck
Protection Program (“PPP”) que eran los préstamos del Small Business Administration que si se usaban para ciertos fines se podían condonar. La nueva propuesta simplifica los requisitos para la condonación para préstamos de $150,000 o menos. Además, da acceso a dichos préstamos a entidades que originalmente no eran elegibles.
Finalmente, se está diseñando otra ronda de préstamos PPP con un costo esperado de $268,000 millones.
La nueva propuesta también atiende la preocupación de que los gastos que se paguen usando los fondos PPP se puedan deducir para fines de contribuciones federales. El Servicio de Rentas Internas (IRS) ha tomado la postura de que dichas cantidades no son deducibles. Tenga presente que a nivel local la Ley 57-2020 establece que dichas cantidades no son ingreso tributable en Puerto Rico y que los gastos se pueden deducir.
También se están considerando ciertas asignaciones particulares como $16,000 millones para rastreo de contactos y distribución de vacunas, $10,000 millones para mejorar acceso a banda ancha (“broadband”), $82,000 millones para fondos de educación, $35,000 millones para proveedores de servicios de salud, y $13,000 millones para fondos del programa alimentos conocido como SNAP. En Puerto Rico el que aplica es NAP (Programa de
Asistencia Nutricional), por lo que habría que evaluar el texto final para saber si nos toca parte de esta asignación. Asimismo, se extiende la moratoria de los préstamos estudiantiles hasta el 1 de abril de 2021.
Una de las partes más controversiales es la asignación $160,000 millones a los estados y sus subdivisiones. De esta cantidad, $90,000 millones se distribuirán 30 días luego de aprobarse la legislación y el remanente en dos plazos pautados para junio y septiembre de 2021.
El Tax Foundation hizo un estimado de la distribución entre los estados de los primeros $90,000 millones. De acuerdo a este estimado, a los territorios se les asignarán unos $547 millones. Considerando que Puerto Rico es el territorio con más población, debería recibir una cantidad sustancial de esa asignación. Esta partida ha causado preocupación en miembros del Congreso del partido republicano, en particular por su costo ya que han dicho que es demasiado dinero. Esto ha recibido críticas de varios sectores. Por ejemplo, Paul Krugman en su artículo “Return of the Phony Deficit Hawks”, critica dichas posturas diciendo que el gobierno debe gastar lo necesario ante esta situación de la pandemia y que EE.UU. tiene acceso a los mercados para pedir dinero prestado considerando lo bajas de las tasas de interés.
La otra parte que ha causado gran controversia es la propuesta, que originalmente venía del proyecto HEALS, de proveer inmunidad a ciertas empresas y organizaciones por reclamaciones judiciales relacionadas al contagio de COVID-19 en el lugar de trabajo. Aparentemente esta propuesta no estará en la legislación final.
De acuerdo con el Committee for a Responsible Fiscal Budget, de ser aprobado, el proyecto tendría un impacto positivo para la economía de EE.UU. de unos $660,000 millones. Lo que refleja que el mismo tendría un impacto positivo sustancial en los sectores productivos y no se limita a ser una ayuda.
Al momeno de escribir esta columna, aún no se ha firmado el proyecto, así que algunos de los beneficios pueden cambiar. Además, se entiende que hará falta otro estímulo de mayores beneficios (parecido a CARES) el próximo año. Ahí ya están circulando comentarios de consideraciones políticas de que los oponentes no quieren darle esa victoria al presidente electo. Es una pena, pues esto es lo que ha causado estos meses de espera que, para algunos, particularmente en los sectores más vulnerables, deben haber sido interminables.
Veamos si los políticos aprovechan esta última oportunidad para proveer este estímulo federal tan necesario.