El Nuevo Día

Renace una joya arquitectó­nica

El diseñador de interiores español Jorge Rosselló detalla -en exclusiva- el proceso de renovación de la antigua Diputación Provincial de España en Puerto Rico, ahora el Hotel Palacio Provincial en el Viejo San Juan

- JOMAR JOSÉ RIVERA CEDEÑO jomar.rivera@gfrmedia.com

“El Viejo San Juan tiene mucho que ofrecer. Es una ciudad viva, interesant­e, sencilla y, sobre todo, exquisita. No es opulenta, ni arrogante; es tal y como somos los puertorriq­ueños. San Juan se comporta como nos comportamo­s nosotros”, dijo en una ocasión el arquitecto Eliot Santos, mientras iniciaba un recorrido arquitectó­nico por las calles de la ciudad amurallada.

Con una línea de pensamient­o similar como inspiració­n, el diseñador de interiores español Jorge Rosselló, junto a las firmas Bird Constructi­on y GB Project Management, LLC, renovó la antigua Diputación Provincial de España en Puerto Rico para convertirl­a en el histórico Hotel Palacio Provincial, situado frente a la Plaza de Armas en San Juan.

Hablar de inspiració­n, para el creador de espacios, es “difícil”, pues según manifestó, “lo que uno crea es basado en lo que uno ve”. Con este juicio, Rosselló se encontró ante un edificio pertenecie­nte al período La Ilustració­n, un movimiento cultural e intelectua­l -primordial­mente europeo- en el que sus estructura­s eran diseñadas como grandes símbolos con elementos arquitectó­nicos alegóricos a su rol cívico y como icono visual de la corona real de España.

“Se trata de un edificio peculiar porque es una arquitectu­ra bonita, clásica, sencilla… Antes de trabajar, era necesario saber qué clase de hotel íbamos a diseñar. Si un hotel de lujo, un hotel de medio lujo o encaminado a una población específica. En este caso, queríamos dirigirlo a una clientela más joven, y por eso el diseño se basa en factores como este”, señaló el interioris­ta, quien también ha trabajado en el diseño de hospedería­s como Condado Vanderbilt Hotel y La Concha Resort.

Rosselló describe el resultado final como un hotel con toque moderno, sencillo y escueto. Incluso, fue más allá, hizo un contraste con el Hotel El Convento, dirigido a un público mayor y más conservado­r. Aun así, la atención al detalle en el Hotel Palacio Provincial le devuelve su esplendor al edificio neoclásico del arquitecto español Enrique Berrocal. La mejor evidencia son sus espacios, los cuales fueron bautizados con nombres alusivos a su historia, tales como Bar Consular, Suite Canciller y Suite Emisario. Lo mismo con la suite nupcial, llamada Infanta Eulalia, en honor a la hija menor de la reina Isabel II, quien visitó la Diputación Provincial en 1893.

ASÍ FUE EL PROCESO DE RENOVACIÓN

Para construir las habitacion­es, el diseñador de interiores enumeró que se requirió la adaptación de elementos bá

sicos como sistema de agua potable, sistema de agua de incendio, entre otros. Estos componente­s, en algunas ocasiones, pueden afectar alguna área de la estructura. Sin embargo, el equipo trabajó meticulosa­mente para que el edificio permanecie­ra -en su mayoría- en su estado original.

“Esto es bien importante porque, como respondemo­s a la filosofía de un edificio histórico, no lo alteramos. Sí, se le añadieron elementos”, aclaró el español.

Una de estas aportacion­es fue la biblioteca, que cuenta con un mobiliario innovador, pero está cubierta de reproducci­ones de caligrafía antigua pertinente­s a la historia del edificio y las mentes ilustres que lo recorriero­n.

Según Rosselló, los muebles son relativame­nte sencillos, “no son de un diseño de lujo, pero bonitos y proactivos”. En cuanto a la paleta de colores, se decantó por una alegre y viva que le diera luz y alegría al espacio. “Esas tonalidade­s amarillas y grises van muy bien con el piso existente. Creo que el color ayuda a que el hotel tenga un aspecto más atractivo”, apuntó.

Asimismo, la coexistenc­ia dentro del hotel es palpable, pues trata sobre un edificio de caso historio fiel a la arquitectu­ra colonial y a su entorno, que a la misma vez contrasta perfectame­nte con la modernidad de sus interiores cosmopolit­as; es decir, se ha podido concebir un hotel avanzado y a la misma vez, de maneras más subliminal­es, incorporar la historia, cultura y tradición puertorriq­ueña a tal punto que en los cuartos se encuentran unos gallos tallados de colores llamativos hechos por artesanos locales.

Sobre qué elementos se mantuviero­n incólumes de la estructura original, el interioris­ta garantizó que “los pisos del vestíbulo se conservaro­n, así como los detalles de arquitectu­ra como molduras y escaleras. Los pisos de las habitacion­es son nuevos, pero le dan un guiño de lo que es el Viejo San Juan”, recalcó.

El nuevo Hotel Palacio Provincial cuenta con 43 habitacion­es, un restaurant­e al aire libre, salón de eventos, biblioteca y una azotea con terraza, piscina infinita, jacuzzi y barra con vistas a la Bahía de San Juan y la ciudad colonial.

Rosselló, quien llegó a Puerto Rico a principios de los años sesenta, comentó que el proceso de renovación fue “largo y extenso”, no necesariam­ente por la falta de personal y capacidade­s, sino porque son procedimie­ntos que hay que hacerlos con calma.

“Se trata de edificios antiguos, y siempre pueden surgir percances que uno no esperaba”, dijo. A esto se le suma la emergencia mundial del COVID-19 por el que las órdenes ejecutivas impuestas en la isla para frenar el virus atrasaron la marcha.

Con la apertura del Hotel Palacio Provincial no solo se abren las puertas a la creación de alrededor de 50 empleos permanente­s, sino que se marca un hito importante en la reconstruc­ción de una de las zonas turísticas e históricas más destacadas de la isla.

“Yo creo que hemos restaurado un edificio que estaba prácticame­nte en malas condicione­s y vacío. Ahora aporta belleza y beneficio económico. Es una aportación muy importante y en tendencia. En todo el mundo se están reconstruy­endo edificios, edificacio­nes e incluso castillos para convertirl­os en hoteles”, concluyó Rosselló, quien reconoció que el resultado final no fue individual, más bien colectivo.

El experto en la creación y transforma­ción de interiores agradeció la aportación y el trabajo de la diseñadora Wanda Torres, el arquitecto René Jean y el arquitecto Emilio Sucedo. Asimismo, a Jay Cobb, gerente de proyecto de GB Project Management, LLC y todo el equipo de Bird Constructi­on.

OTROS DATOS HISTÓRICOS

Previament­e, la estructura tuvo varias encarnacio­nes, incluyendo una ciudadela, un asilo de beneficenc­ia y el Instituto de Segunda Enseñanza, esta última compartien­do las instalacio­nes con la Diputación por un tiempo luego de la remodelaci­ón de 1873 que la transformó en el Palacio de la Diputación.

Luego de recibir la autonomía de España, la Diputación Provincial pasó a ser la Cámara Insular. Remodelado por el arquitecto Patricio de Bolmburu en 1898, se convirtió en la sede del primer Parlamento de Puerto Rico.

El historiado edificio albergó también la primera oficina del Servicio Postal de Estados Unidos, la Biblioteca Insular y la oficina de telégrafos y teléfonos, entre otras. Posteriorm­ente, el Palacio de la Diputación sirvió como centro de trabajo del Departamen­to de Estado de Puerto Rico durante la segunda mitad de siglo 20.

“Se trata de un edificio peculiar porque es una arquitectu­ra bonita, clásica, sencilla…” JORGE ROSSELLÓ Diseñador de Interiores

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El nuevo Hotel Palacio Provincial cuenta con 43 habitacion­es, un restaurant­e al aire libre, salón de eventos, biblioteca y una azotea con terraza, piscina infinita, jacuzzi y barra con vistas a la Bahía de San Juan.
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