Se espera un “abanico de posibilidades”
La expectativa del gobierno es que, esta semana, empiecen a llegar cargamentos del segundo fármaco con autorización de uso de emergencia, el de la compañía Moderna
Entre cuatro y cinco posibles antídotos contra el COVID-19 estarían en la calle a principios del próximo año, una vez se aprueben más vacunas para frenar el virus y acercar el posible fin de la pandemia.
Con solo una vacuna en la calle, la expectativa era que, para septiembre del año próximo, podría estar inmunizada la población necesaria de modo que, en Puerto Rico, haya inmunidad colectiva contra el virus, informaron en días pasados la subsecretaria de Salud, Iris Cardona, y el general de la Guardia Nacional José Reyes. Sin embargo, ambos resaltaron que, con la llegada de más vacunas, se espera que el proceso se agilice.
“El suplido va a ir aumentando en el 2021. Hay otras vacunas en ensayos clínicos, vacunas que quizás en los próximos tres meses estén aprobadas, por lo cual hay un abanico de posibilidades”, dijo Cardona.
AstraZeneca, Johnson & Johnson y Novavax tienen vacunas en ensayos de Fase 3, la última etapa antes de buscar la aprobación del gobierno federal. También, hay otras vacunas más en estudios clínicos.
En la semana que culminó ayer, Johnson & Johnson anunció que registró a unos 45,000 participantes en la última etapa del estudio de esta vacuna, que solo requerirá una dosis. La expectativa es que los resultados estén para finales de enero y que, en febrero, le soliciten a la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA) la Autorización de Uso de Emergencia (EUA).
También, en estos días, se informó que la vacuna desarrollada por Oxford, en colaboración con AstraZeneca, podría estar aprobada y lista para ser distribuida en el Reino Unido a finales de mes. Lo mismo ocurrió con la vacuna de Pfizer/BioNTech, que fue avalada primero en ese país antes que en Estados Unidos.
Mientras tanto, dos de los tres ensayos de eficacia de etapa tardía planificados para la vacuna que desarrolla Novavax están completamente inscritos y, hasta la fecha, se han administrado dosis a más de 20,000 participantes.
“La idea es que no hayan dos, sino cuatro o cinco (vacunas contra el COVID-19) para principios de año. Para cubrir la población mundial, se necesitan muchas vacunas. Mientras más se aprueben, que sean seguras y efectivas, ayuda a la meta de vacunar (a más personas) lo más rápido posible”, sostuvo el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos.
Por lo pronto, el también pediatra dijo que se espera que, esta semana, lleguen a Puerto Rico las vacunas de Moderna. El viernes, la FDA autorizó el EUA de la inoculación desarrollada por Moderna y el Instituto Nacional de la Salud. Ayer, el general Gustave Perna, director de la Operación Warp Speed, anunció que cargamentos de esta segunda vacuna en recibir el EUA en Estados Unidos estaban siendo empacados para comenzar su distribución hoy. La Operación Warp Speed es un esfuerzo público privado impulsado por el gobierno federal para acelerar el desarrollo, fabricación y distribución de estas vacunas.
Mientras, en Puerto Rico, está corriendo la fase 1-A de la vacuna, administrándola a personal hospitalario, empleados de salud y adultos mayores institucionalizados. Cardona anticipó que esta fase podría correr de cuatro a ocho semanas, dependiendo de la cantidad de suplidos de vacunas que vayan llegando a Puerto Rico.