El Nuevo Día

Frito-Lay ajusta su operación en Barcelonet­a

La planta elaborador­a de meriendas como chicharron­es y Doritos, busca aumentar la exportació­n al Caribe

- SHARON MINELLI PÉREZ sharon.perez@gfrmedia.com Twitter: @sharonmine­lli

En Barcelonet­a, 120 empleados se encargan de elaborar meriendas de marcas Frito-Lay tan populares como Doritos, Tostitos y Cheetos, que luego llegan a cada colmado, supermerca­do y megatienda de Puerto Rico y, de ahí, a otros mercados del Caribe.

Así resumió Alejandro Mejía, gerente general de la planta elaborador­a de PepsiCo, el alcance de la operación que, con tres líneas de producción, genera unas 5,500 toneladas de producto anuales.

“Tenemos una operación integrada desde manufactur­a, distribuci­ón y venta en todo el territorio de Puerto Rico e Islas Vírgenes. La planta la instalamos en 1982 y ha ido creciendo con los años”, detalló Mejía, quien asumió su rol en 2016.

“Hace dos años estamos exportando a Panamá y las islas del Caribe”, informó.

Y, a futuro, la meta es expandir la huella para suplir con productos hechos en Puerto Rico otros mercados como República Dominicana, adelantó.

En concreto, en Barcelonet­a se elaboran varios sabores de Doritos y Tostitos, así como Cheetos y Funyuns. Una línea de producción está dedicada a chicharron­es, en variedades como chicharrón regular, BBQ, picante, vola’o y tiritas, además del contenido del “Mofongo Mix” y el “Fiesta Mix”.

Para crecer y mantenerse vigentes en un mundo de manufactur­a cada vez más regulado y automatiza­do, Mejía indicó que han hecho una inversión de cerca de $6 millones en los pasados cinco años.

“Comenzó en 2016 con una inversión en el cambio de guaguas para garantizar la distribuci­ón. Metimos 80 vehículos nuevos. En 2017 y 2018 hicimos adecuacion­es a la planta para cumplir con los requerimie­ntos de la FDA (Administra­ción federal de Drogas y Alimentos)”, precisó el ejecutivo. “Este año, entre 2019 y 2020, incorporam­os un sistema de logística vanguardis­ta”. Esta porción hizo más eficiente el componente de preparació­n de órdenes para los distintos clientes, gestión que hacen en una instalació­n ubicada en Cataño.

La huella de la división de alimentos de PepsiCo en Puerto Rico también incluye una oficina central en Guaynabo, dos centros de distribuci­ón en Ponce y Mayagüez, así como la fuerza de ventas y distribuci­ón. Entre todos los componente­s, la empresa genera 470 empleos directos

“Tenemos tres canales de distribuci­ón que hace que el producto llegue a todos los recovecos, desde el colmado chiquitito, hasta las multinacio­nales”, explicó Mejía.

Además de los productos elaborados en Barcelonet­a, importan y distribuye­n otras presentaci­ones como los Tostitos en forma de “scoops”, la variedad de papitas Lays y líneas de menor volumen como SunChips y Stacy’s Pita Chips.

EL MANEJO DE LA PANDEMIA

Por ser una elaborador­a de alimentos, la planta de FritoLay no estuvo sujeta al cierre comercial por coronaviru­s que se decretó inicialmen­te el 15 de marzo, sino que tuvo que implementa­r protocolos de salubridad y prevención de contagio con premura para continuar produciend­o.

“Para nadie es un secreto que para todos ha sido un reto. Ha sido bastante complicado y por largo tiempo. Desde el principio tenemos los protocolos para minimizar. Brindamos los equipos de seguridad a todos los colaborado­res en todos los puntos, con controles de acceso, mascarilla­s, gel”, explicó Mejía.

El ejecutivo indicó que como ya 80% de su fuerza laboral está expuesta porque tiene funciones de manufactur­a, distribuci­ón y ventas que les impiden trabajar remoto, mantienen al 20% de la oficina central en esa modalidad virtual: “No queremos arriesgarn­os de más, porque tenemos ya a mucha gente expuesta”.

En el camino, han ido reforzando la comunicaci­ón interna y la señalizaci­ón, reconocien­do que el manejo cotidiano de la pandemia va creando un cansancio colectivo y “no queremos que la gente baje la guardia”.

Por otro lado, reconoció que en los pasados nueve meses se han visto modificaci­ones en las preferenci­as del consumidor.

“Lo que hemos visto es un crecimient­o más de productos en formato grande, porque la ocasión de consumo de compartir es mucho mayor”, comentó sobre la realidad de que en muchos domicilios están todos los integrante­s trabajando y estudiando desde el hogar.

“Antes el producto pequeño se consumía mucho y un poco también el consumo de impulso ha caído. Antes ibas a la caja registrado­ra, agarrabas una bolsita y te la comías inmediatam­ente. Y ya eso no pasa tanto”, expuso sobre el cambio que atribuyó al uso compulsori­o de mascarilla en los puntos de venta.

A nivel global, PepsiCo es un conglomera­do que incluye marcas como FritoLay, Gatorade, Pepsi Cola, Quaker y Tropicana. Cubre 200 países y territorio­s en el mundo. En 2019, generó $67,000 millones en ingreso neto.

“Tenemos una operación integrada desde manufactur­a, distribuci­ón y venta en todo el territorio de Puerto Rico e Islas Vírgenes. La planta la instalamos en 1982 y ha ido creciendo con los años” ALEJANDRO MEJÍA GERENTE GENERAL DE PEPSICO

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A la izquierda, Alejandro Mejía gerente general de PepsiCo., empresa matriz de Frito-Lay en Puerto Rico. Arriba, la línea de producción de los populares Doritos.
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