LUZ DE ESPERANZA
El 2020 nos ha traído las vivencias más terribles de devastación por amenazas naturales y por una pandemia mundial. Sin embargo, nos deja con las imágenes más esperanzadoras: toda la humanidad unida tras un bien común, en este caso la vacuna.
Publicaba en su portada El Nuevo Día:
“Dosis de esperanza para Puerto Rico”, el día que comenzó la vacunación. Si fuera a definir este año en una palabra sería precisamente el año de la esperanza.
Tras los terremotos de enero y el cierre total en marzo por la pandemia, lideramos el movimiento de pueblo “Luz de Esperanza Puerto Rico” motivando a las familias a iluminar los balcones, unidos en solidaridad y en un “abrazo a distancia”.
Ahora en la Navidad volvemos con nuestra “Luz de Esperanza” y es cuando las casas están más iluminadas que nunca. La esperanza vuelve a brillar en nuestros corazones tras lo que se perfila será el fin de la pandemia y el volvernos a abrazar.
Tengo la esperanza de que en el 2021 lograremos muchas metas para nuestro país, pues las lecciones de fortaleza y unidad que nos deja este año se volcarán en un pueblo fuerte y solidario.
El 2021 será el año de la reconstrucción de Puerto Rico. Nuestra “Tía Manuela”, la tía del pueblo a la que tanto aludo, tendrá su casa reconstruida para vivir tranquila y con bienestar. La infraestructura de nuestras carreteras, transportación, escuelas, hospitales, sistemas de energía, serán transformados resilientemente... ¿Por qué no?... aunque esto parezca una lista de resoluciones para nuestro país y sus nuevos gobernantes.
Si el 2020 ha sido el año de la pausa, el próximo debe ser el año de la acción para transformar nuestra gran casa, Puerto Rico, en el mejor país que queremos para vivir.
Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida.
En el nuevo año levantémonos, suspiremos, sonriamos y sigamos adelante. Una vez escojamos tener abierta “la puerta de la esperanza”, todo es posible.