LAS ATÍPICAS Junte sonoro de amor y parranda
Las Atípicas llevaban seis años organizadas como un grupo formal y cerca de 30 amenizando fiestas y trullas antes de saltar al ojo público junto a Bad Bunny
Durante las más de tres décadas que se conocen, además de unirles fuertes lazos de amistad, la música siempre ha sido ese ente unificador que les servía como excusa perfecta para cada mes de diciembre reunirse, llevar parrandas y tocar en diferentes fiestas durante la época navideña.
Fue su participación en una actividad de recaudación de fondos de una amiga inmigrante en necesidad lo que las impulsó para que hace seis años se conformaran como grupo, llevando el nombre de Las Atípicas. Desde entonces, Lourdes “Mukti” Sánchez (bongó), Lucy Porrata (voz), Daisy Santiago (voz), Aissa Colón (bajo y voz), Cutita Méndez (congas), Vanessa Irizarry (guitarra y voz), Blanca Rovira (viola y voz), Alba Montero (cuatro puertorriqueño) y Lilliam Irizarry (percusión menor) se reúnen semanalmente para tocar y ensayar. Con viola, cuatro, guitarra, bajo y percusión, lo mismo interpretan y tocan música típica navideña, que una salsa o un merengue, hasta un bolero, bomba o una bachata.
“Sobre todo, en la Navidad, nos juntábamos y nos íbamos a parrandear. Fuimos creando de alguna manera un grupo musical sin nosotras planificarlo. Las parrandas fueron la raíz, pero el evento de recaudación de fondos fue el germen de haber montado otras canciones que no necesariamente eran navideñas y darnos cuenta de que podíamos seguir haciendo música todo el año”, expresa Lilliam.
El nombre de su grupo tiene ese juego de palabras que denota el propósito que tienen de tocar la música típica, que en un principio les unió, y de ser un grupo musical totalmente atípico, compuesto por nueve mujeres, además de que recientemente se integró Wilma “Wiwi” Castellano como sonidista.
“Nosotras siempre tenemos una dinámica, de que cada una trae una canción que le gusta y lo que hacemos musicalmente es adaptarla a los instrumentos que tenemos y hacerla a nuestro modo. Buscamos canciones que hace tiempo no se oyen, las hacemos a nuestro estilo. La preparamos y sale”, cuenta Aissa, quien dijo heredar de sus padres su profundo amor por la música.
Cada una cuenta con sus respectivas profesiones, algunas ya retiradas, gran parte de ellas son músicas aficionadas. Ese junte orgánico que se da entre todas, ya tenía unos antecedentes, puesto que algunas ya habían tenido algún tipo de contacto con otras agrupaciones musicales. Algunos sectores las conocen, pues han estado llevando alegría y sabor a través de la música en festivales y eventos, así como en manifestaciones de concienciación en pro de los derechos humanos.
“Todo lo que sea soberanía nacional, el ambiente y la lucha por la equidad de género, entre otras causas para nosotras no es que sea parte del grupo, sino que forma de nuestra vida individual y la traemos al grupo y lo trabajamos”, resalta Lilliam.
Sin embargo, hace unas semanas, su
aparición activa sobre el escenario con el exponente urbano Bad Bunny, que fue filmada como parte de la transmisión de la entrega del Latin Grammy, las puso a vibrar en la escena local. Desde ese día, el nombre de Las Atípicas resuena fuertemente, cargado de admiración.
Y es que haber sido parte de la presentación del tema “Si veo a tu mamá” acompañando a uno de los artistas más influyentes a nivel mundial, les dio visibilidad, no solo por tratarse de mujeres músicas y diversas, sino por estar en una edad madura.
“El hecho de hacer este video con Bad Bunny nos ha abierto un mundo. Nada como esta oportunidad de estar en ese escenario, no solo por el mensaje de la canción, sino el mensaje de que hay muchas mujeres músicas, que tenemos un espacio en la industria, y que no tienen la visibilidad que deberían tener. Él, muy sabiamente, las razones que tuviera originalmente para hacerlo no sé cuales fueron, pero el resultado me parece que fue acertado en romper los esquemas de la gente y traer algo nuevo. No solo la fusión musical de lo que nosotros hacemos con nuestros instrumentos acústicos en su canción, sino darle visibilidad a un grupo de músicas y que encima de eso fuéramos mayores. Esta población en Puerto Rico está envejeciendo y en realidad somos mayoría, pero no somos visibles en términos de muchas de las cosas que hacemos. Esa visibilidad es bien importante”, manifiesta Vanessa, quien recientemente se retiró como profesora universitaria.
Mientras Aissa deja claro que la cuestión generacional no les hizo sentir diferentes en el escenario porque “la música no tiene generación”, la bajista explica cómo le pusieron su sello distintivo al tema que les tocó interpretar junto a Benito Martínez, nombre real del artista.
“Cuando escuché la canción con un ritmo de trap por primera vez, que nos enviaron la pista, me di cuenta de que se trataba de un bossa-nova. Así que empecé a tratar de ver cómo podía sustituir todos los instrumentos que había en la pista y que por lo menos se viera la sustancia de la canción con los instrumentos de nosotras”, destaca la también vocalista.
En circunstancias normales, cuentan que regularmente desde noviembre a enero es un periodo musical muy activo y no descansan. Esta gran oportunidad empujó a que Las Atípicas retomaran sus ensayos, que habían quedado en pausa tras comenzar la pandemia del COVID-19, algo que las tenía sumergidas en una profunda tristeza. Así que cuando llegó la comunicación para ser parte del popular evento de la música latina, se borró todo pesar y retomaron los ensayos.
“Cuando llegó la pandemia, fue bastante doloroso porque dejamos de reunirnos. Para nosotras, los ensayos es una reunión semanal importante. Cuando surgió la oportunidad de tocar en los Latin Grammy eso nos reunió nuevamente y ensayamos. Tocábamos con mascarillas y distanciamiento. La distancia impuesta por la pandemia nos hizo mella”, confiesa Alba, quien resaltó que son muy disciplinadas al momento de ensayar.
Por otra parte, Lourdes, quien se ha dedicado a las bellas artes, y Lucy resaltan que una de las cosas que se quedaron en el tintero a causa de la pandemia fue una gira que tenían planificada, pero aun así se muestran optimistas. “Se nos frustró esa gira que teníamos en Nueva York. Así que esperamos que cuando todo esto termine podamos cumplir con ese compromiso inicial que teníamos”, añade Lucy, quien es abogada criminalista.
Blanca, quien es maestra de educación física especializada en mejorar la condición física de los adultos mayores aguarda con mucha ilusión poder celebrar una fiesta que hacen todos los años por tradición, pero que esta vez sería de modo virtual.
“Todos los 30 de diciembre por tradición tocamos en una fiesta de Navidad, en la que comenzamos a despedir el año entre toda la familia extendida y amigas del alma. La hemos celebrado por unos 25 años y planificamos hacer un concierto virtual. De esa manera llenamos ese vacío de la familia escogida”, indica Blanca al resaltar que no cabe duda de que cuando Las Atípicas se presentan, crean un ambiente y energía especial.
“Todas las mujeres que están presentes dejan las cosas en la mesa, sueltan los zapatos, y se vienen al frente de nosotras a cantar y a bailar en grupo. Es interesante porque no se da esa dinámica de sacar a la pareja a bailar, sino que es bailar y cantar todas al frente de nosotras en grupo. Me parece que se sienten orgullosas e identificadas con esa energía mujeril que se crea”, agrega Vanessa.
“Nada como esta oportunidad de estar en ese escenario, no solo por el mensaje de la canción, sino el mensaje de que hay muchas mujeres músicas, que tenemos un espacio en la industria, y que no tienen la visibilidad que deberían tener”
VANESSA IRIZARRY
GUITARRA Y VOZ DE LAS ATÍPICAS