Establecerán sistema de vigilancia genómica
Salud espera que pueda comenzar en febrero, con la meta de identificar nuevas variantes del SARS-CoV-2, como la que afecta actualmente al Reino Unido
El Departamento de Salud se prepara para establecer un sistema de vigilancia genómica que ayude a detectar localmente la posible presencia de la nueva cepa del SARS-CoV-2, coronavirus que causa la enfermedad COVID-19.
La más reciente mutación del SARS-CoV-2 azota con fuerza en el Reino Unido y, tan reciente como anteayer, fue detectada en el estado de Colorado.
Tras hacer el anuncio, la epidemióloga Fabiola Cruz López, directora del Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos de Salud, admitió estar preocupada por la posibilidad de que la nueva variante llegue o ya esté aquí.
“Claro que me preocupa. No está asociado a una severidad mayor (de síntomas), pero podría generar más casos y hospitalizaciones. Una mayor transmisión me basta para dar unas alertas”, dijo.
El genoma de un virus consiste en todos los genes que lo conforman. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la secuenciación de genomas revela el orden de los nucleótidos en un gen, al igual que las letras del alfabeto en las palabras.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), análisis iniciales demuestran que la nueva variante o mutación del SARS-CoV-2 puede propagarse más fácilmente. Informes preliminares del Reino Unido apuntan, por su parte, a que la nueva cepa es más transmisible que los virus en circulación, con un alza de 40% a 70%.
“(Si no ha llegado,) esto va a llegar en algún momento. Entonces, hay que seguir las medidas (de prevención del virus)”, indicó Cruz López sobre el protocolo de uso de mascarillas, lavado de manos y distanciamiento social.
Advirtió que la recomendación de la OMS es que los países fortalezcan su vigilancia genómica. Sin embargo, dijo que, como esto no se realiza en Puerto Rico, será ahora que comenzará a hacerse a través de Salud. La agencia, indicó, tiene el equipo necesario para hacerlo, mientras que ella y otros compañeros de trabajo cuentan con el adiestramiento y conocimiento para hacer esta vigilancia mediante unas máquinas que ayudan a secuenciar el coronavirus y leer su genoma.
La vigilancia, explicó, será una colaboración entre distintos científicos, ya que en la Universidad de Puerto Rico y la Ponce Health Sciences University también tienen el equipo y el personal para hacerla.
“Tenemos el equipo para hacerlo, colectar muestras y verificar si ya llegó, o estar listos”, sostuvo, y agregó que, en los análisis que se realizan a través de la epidemiología molecular, se pueden hacer distinciones entre un virus y otro.
De acuerdo con Cruz López, la vigilancia, que se espera pueda comenzar a partir de febrero, se hará de forma aleatoria, en casos que llamen la atención, por ejemplo, de reinfección o viajeros, entre otros.
La Organización Panamericana de la Salud les había pedido a los laboratorios secuenciar muestras positivas de COVID-19 y compartir información genética a través de la plataforma GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data).
Con esta nueva variante, la OMS les recomendó a todos los países que aumenten sus actividades sistemáticas de secuenciación de los virus SARS-CoV-2 y que compartan los datos a nivel internacional para detectar sus mutaciones.
“Los virus mutan todo el tiempo”, dijo Cruz López, quien resaltó que expertos en epidemiología molecular del patio estaban observando este virus, pero no habían detectado nuevas conductas.
Esta semana, la epidemióloga escribió en su cuenta de Twitter que, al inicio de la pandemia, lograron obtener 13 genomas de casos del virus en el país. “Al inicio (de la pandemia en la isla), en marzo, se tuvo la oportunidad de secuenciar (el virus)”, indicó, al resaltar que, en ese momento, no identificaron nada que les llamara la atención, fuera del patrón visto en Estados Unidos y Europa.
Agregó que, contrario a la influenza, el coronavirus no muta tan frecuentemente.
“Podríamos ver un aumento de casos con esta mutación”, señaló, y advirtió que actualmente la mayoría de los contagios en el Reino Unido son de la nueva variante.
Según Cruz López, las mutaciones del virus atraviesan presiones ambientales, como con la vacunación. “Inicialmente, esto va a llegar por los viajeros. Nadie puede decir si está o no en Puerto Rico (la nueva cepa). Ahora, sería muy difícil (detectarlo). Si vemos un aumento de casos (sería una alerta). La naturaleza del virus es bien retante”, manifestó.
Agregó que actualmente se coordina la recolección de muestras para estos análisis, en lo que se compran los reactivos necesarios. La meta, anticipó, es inicialmente tomar muestras aleatorias del virus, pero posteriormente podrían estar haciendo vigilancia genómica de análisis de sueros y pruebas de sangre.