Electores de Georgia decidirán quién controlará el Senado federal
La contienda de mañana tendrá un impacto tremendo en la agenda del presidente electo, Joe Biden, incluso sobre asuntos de la isla
WASHINGTON.- El control del Senado de Estados Unidos – que marcará la presidencia de Joe Biden, incluso en temas sobre Puerto Rico- se decidirá mañana en dos segundas vueltas en Georgia que han avivado el interés en la comunidad latina de ese estado y salpicado a la isla.
Los demócratas Jon Ossoff, un productor de documentales que en 2017 estuvo cerca de ganar un escaño en el Congreso, y el reverendo Raphael Warnock, pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta a la que estuvo vinculado el ícono de los derechos civiles Martin Luther King, son los retadores de los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler.
En la elección general, Perdue obtuvo el 49.7% de los votos, frente al 47.9% de Ossoff. Un tercer candidato del Partido Libertario obtuvo 2.3%.
Warnock, por su parte, terminó al frente en la primera vuelta con 32.9% de los votos. En una contienda con 21 aspirantes, Loeffler -quien fue nombrada para sustituit al exsenador Johnny Isakson-, fue segunda, con 25.9%.
Después de tres millones de electores votar por adelantado, un proceso que terminó el 31 de diciembre, las encuestas recientes los tienen prácticamente empatados.
“Los dos (demócratas) tienen una buena oportunidad de ganar”, dijo el excongresista demócrata Luis Gutiérrez, quien a mediados de diciembre hizo campaña en Georgia en favor de Ossoff y Warnock.
Durante sus actividades en Georgia, que buscaron movilizar el voto hispano y de otras comunidades, Gutiérrez se reunió con Ossoff, quien luego de respaldar la estadidad para Puerto Rico dio su apoyo al proyecto que volverán a presentar en esta sesión las congresistas demócratas boricuas Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio Cortez en favor de vincular al Congreso con una Convención de Status que dedica convocar el gobierno de la isla.
Gutiérrez frenó momentáneamente el respaldo a Ossoff hace unas semanas, en espera de que clarificara su respaldo a un proceso de libre determinación, luego del referéndum local en el que un 52.5% respaldó la propuesta de que Puerto Rico sea el estado 51 de EE.UU.
Aunque Ossoff se expresó escuetamente a favor de la estadidad para la isla, el tema ha resonado poco en el estado, según el republicano Javier Ortiz, quien fue parte del comité de transición de Donald Trump y tiene su domicilio en Atlanta.
Pero, Ortiz dijo que “la perspectiva de Ossoff de querer convertir a Puerto Rico y Washington D.C. en estados se traduce en ciertas partes de Georgia en una agenda ultraizquierdista”.
Perdue y Loeffler, indicó, han presentado a Ossoff y Warnock como “radicales”.
Mientras, Ossoff y Warnock han destacado el respaldo tardío de los senadores republicanos a que el cheque a los ciudadanos del más reciente proyecto de estímulo económico se elevara a $2,000, y denunciado potenciales conflictos éticos de los senadores republicanos.
Los dos escaños de Georgia en el Senado son los que quedan por definirse de la larga noche electoral del 3 de noviembre. Los republicanos tienen asegurados 50 de los 100 escaños, por lo que con ganar uno retendrán la mayoría del Senado.
Con Warnock y Ossoff, los demócratas –contando con el voto decisivo de la vicepresidenta electa, Kamala Harris-, lograrían controlar el Senado. Aunque en el Senado se requieren 60 votos para normalmente aprobar medidas, el partido que controla la mayoría decide la agenda.
EL EFECTO DE LOS PUERTORRIQUEÑOS
Después una elección muy cerrada en Georgia, la que el presidente electo Biden ganó por 12,000 votos, los candidatos buscan votos hasta debajo de las piedras. Y el voto boricua no es una excepción.
Aunque representan una pequeña porción del voto hispano del estado, cerca de 90,000 puertorriqueños residen en Georgia y alrededor de la mitad tiene derecho al voto, aunque no hay números precisos de cuanto están inscritos.
Según el Pew Hispanic Research, un 53% del electorado es blanco no hispano, un 30% afroamericano, un 4% hispano y un 3% de origen asiático. Se desconoce la raza o etnia de un 9% de los electores.
“Es una elección de márgenes pequeños. Estamos enfocados en sacar la comunidad latina a votar”, indicó el puertorriqueño Frederick Vélez, director nacional de Participación Cívica de la Federación Hispana, al destacar una distribución de juguetes el sábado en la noche en el Marrietta’s Theatre in the Square y llevarían a cabo el domingo una parranda con los Reyes Magos en Atlanta, la cual organizaron junto a Boricua Vota.
El boricua Pablo Cáceres, director de campaña de United for Progress, dijo que junto al sindicato Unite Here, y las organizaciones Alianza for Progress y ‘Mi Jente’, han tocado sobre 250,000 puertas para esta segunda vuelta, con el propósito de incentivar el voto hispano.
Melissa Rivera, puertorriqueña que desde hace tres años vive en el condado de Cobb, dijo que su “comunidad está creciendo” y cuando el que le toca a la puerta es otro boricua sienten “más confianza”.
En su mensaje a los electores, Rivera señaló que enfatizan la importancia para los demócratas, que ya tienen mayoría en la Cámara baja, de controlar el Senado para poder encaminar la agenda de Biden.
El presidente electo ha prometido promover la paridad para Puerto Rico en el acceso a programas como Medicaid, Medicare, asistencia alimentaria y la Seguridad de Ingresos Suplementarios (SSI), iniciativas que tendrían mejores oportunidades de éxito bajo una mayoría demócrata en el Senado.
“Estamos en la cúspide de una victoria histórica que marcará el comienzo de una nueva era en la historia de Estados Unidos después de cuatro años de incompetencia, racismo, odio e intolerancia”
JON OSSOFF