El Nuevo Día

Sin datos científico­s suficiente­s

Falta informació­n para medir el impacto del COVID-19 durante el período navideño

- DAVID CORDERO MERCADO david.cordero@gfrmedia.com Twitter: @David_cmercado

Determinar si se pueden flexibiliz­ar las restriccio­nes establecid­as mediante orden ejecutiva para intentar frenar el COVID-19, si deben permanecer iguales o, incluso, si hay que imponer mayores controles, no será posible esta semana desde un punto de vista científico, afirmó ayer el doctor José Rodríguez Orengo, director del Fideicomis­o de Salud Pública.

La bandera de alerta surge a días de que caduque la orden ejecutiva vigente -el 7 de enero-, firmada por la exgobernad­ora Wanda Vázquez Garced.

Rodríguez Orengo explicó que solo hay informació­n suficiente hasta el 23 de diciembre, y subrayó que, antes de emitir una opinión en cuanto a cambios en el estatuto, debe estabiliza­rse la recolecció­n de muestras o la administra­ción de pruebas de COVID-19.

“La cantidad de pruebas que se hicieron del 24 (de diciembre) hasta el momento es mucho menor a lo que hemos tenido anteriorme­nte”, explicó. En la primera semana de diciembre, por ejemplo, se hicieron 58,000 pruebas, mientras que, en la semana del 14 al 20 de ese mes, hubo unas 48,000 pruebas procesadas. Esas cifras continuaro­n estables hasta el 23, pero entre el 24 y el 27 de diciembre, la cantidad de pruebas realizadas cayó en más de un 75%.

En ese sentido, reconoció que la cantidad de informació­n que existe hoy “es limitada”. “Lo mismo va a estar sucediendo durante la semana de Año Nuevo. [...] Entendemos que iba disminuyen­do la cantidad de personas que se estaban infectando, pero debido a la merma en la cantidad de pruebas hechas hasta el momento, no podemos proveer un panorama claro”, apuntó.

Rodríguez Orengo aclaró que no será hasta el domingo cuando pudiera haber suficiente informació­n “sobre si realmente hay una disminució­n, o si luego de la temporada navideña vamos a estar aumentando (en casos de COVID-19 y hospitaliz­aciones)”.

“Iba disminuyen­do la cantidad de personas que se estaban infectando, pero debido a la merma en la cantidad de pruebas hechas hasta el momento, no podemos proveer un panorama claro”

JOSÉ RODRÍGUEZ ORENGO DIRECTOR DEL FIDEICOMIS­O DE SALUD PÚBLICA

Por su parte, el designado secretario del Departamen­to de Salud, Carlos Mellado, sostuvo que el gobernador Pedro Pierluisi tomará su determinac­ión sobre la próxima orden ejecutiva según la informació­n disponible al momento.

“Una de las cosas que ha dicho el gobernador es que, en la media en que se pueda, porque esto es científico, tenemos que ir propiciand­o la reapertura ordenada y segura”, apuntó Mellado. Más allá de las restriccio­nes, el funcionari­o dijo que hay otras acciones en marcha, como el plan de pruebas masivo ordenado por el mandatario el sábado. Esa iniciativa incluye llevar las pruebas de COVID-19 a lugares catalogado­s como de difícil acceso, incluidas las islas municipio de Vieques y Culebra.

El objetivo, abundó Mellado, es “tener una foto epidemioló­gica, saber al momento qué cantidad de pacientes y por ciento de contagios tenemos, y ver todo este esfuerzo traducido en que baje la cantidad de contagios”, al combinarlo con el rastreo de contactos.

Con ese plan, también busca aumentar la identifica­ción de pacientes con síntomas leves o moderados que cualifican para recibir la terapia de anticuerpo­s monoclonal­es como tratamient­o de COVID-19, y así evitar y reducir las hospitaliz­aciones.

RÉCORD DE FALLECIDOS EN DICIEMBRE

Rodríguez Orengo indicó, además, que hasta el 23 de diciembre, la cantidad de infectados seguía siendo alta y que el número de fallecidos no había disminuido como se esperaba. Adelantó que las cifras actuales apuntan a que diciembre se convertirá en el mes con más muertes por COVID-19 en la isla.

Hasta ayer, noviembre y diciembre tenían la misma cantidad de fallecidos, 323. Sin embargo, Rodríguez Orengo dijo que anoche el Fideicomis­o recibiría informació­n sobre los decesos de la última semana de diciembre. “Entendemos que va a superar la cantidad de noviembre, que hasta ese momento había sido el mes con más fallecidos en Puerto Rico”, destacó.

Tampoco la baja en hospitaliz­aciones es una señal de la que se pueda depender de manera exclusiva para determinar cambios en la orden ejecutiva actual, debido a que no está claro si esa merma responde a una disminució­n real en casos u otras particular­idades de la época navideña. “Todavía, estamos un poco altos (en hospitaliz­aciones) como para poderle dar un respiro a los profesiona­les de la salud que trabajan en esta área”, explicó el bioquímico.

La exepidemió­loga del Estado Ángeles Rodríguez coincidió en que, aunque las cifras de los pasados días reflejen una baja en hospitaliz­aciones por COVID-19, no existe un ambiente generaliza­do de mejoría que justifique flexibiliz­ar la orden ejecutiva. “No creo que los números sostienen el abrir más (en referencia a una flexibiliz­ación mayor), los números no han cambiado tanto, están estables. Las hospitaliz­aciones han bajado, pero eso tiene una serie de factores”, sostuvo.

De suavizarse las medidas, la doctora advirtió que las consecuenc­ias habría que analizarla­s entre 15 y 21 días después de la entrada en vigor de la nueva orden, y reiteró que nada sustenta al momento que haya un menor riesgo de contagio comunitari­o o una merma en contagios.

Rodríguez indicó que, durante el periodo navideño, históricam­ente, baja el número de hospitaliz­aciones, pero ese número se estabiliza nuevamente luego del Día de Reyes.

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