La responsabilidad mayor la tiene el Partido Republicano
El asalto al Capitolio de Estados Unidos ha sido la culminación del cuatrienio de Donald Trump. Un periodo marcado por mentiras, discrimen, odio, acoso y abuso de poder.
Este monstruo, creado por las redes sociales y el fanatismo ignorante de muchos en Estados Unidos, fue avalado por el Partido Republicano, el cual se sometió a sus estilos dictatoriales y autoritarios por los pasados cuatro años.
El daño que este personaje desajustado y ególatra le ha causado a la nación es uno serio que requerirá tiempo, esfuerzo y armonía política y social para reparar.
Se están considerando opciones para castigar a Trump, a última hora, las cuales no tienen posibilidad alguna de materializarse.
No hay valentía del vicepresidente Mike Pence, quien ha sido su alcahuete principal, de invocar la enmienda 25. De igual manera, un juicio para residenciarlo tampoco tiene posibilidades por el corto tiempo que queda de su mandato y la opción de renunciar no tiene ambiente por la personalidad de Trump y el temor que le tienen los congresistas republicanos para exigirlo.
La única opción real que existe para que Estados Unidos se asegure de eliminar del panorama político definitivamente a
Trump sería que el Partido Republicano lo desafilie de su colectividad.
Este sujeto no representa los valores y postulados que definen al Partido Republicano, por lo que una botada formal de este partido lo dejaría sin plataforma política prospectiva y enviaría un mensaje contundente del partido, en el sentido de que no está de acuerdo con las posturas irracionales y criminales de Trump.
La responsabilidad mayor del desastre de Trump es del Partido Republicano que lo acogió y avaló todas sus locuras y abusos. Le toca ahora desvincularse formalmente de él y tratar de recuperar su buen nombre y prestigio.
De tratar nuevamente de correr en las elecciones del 2024 tendría que formar un partido o postularse como candidato independiente. La historia es clara en que esto sería prácticamente imposible.
Trump se va pronto, pero el futuro del Partido Republicano y la democracia en Estados Unidos está, en gran medida, en la reacción del partido al asalto a la democracia que Trump orquestó y promovió.
Veremos a ver cómo termina este capítulo triste que vive Estados Unidos. Jorge Biaggi San Juan