La vía académica es la mejor opción
La reducción de los turnos en el sorteo obligará a los jóvenes boricuas a optar por irse a estudiar a EE.UU.
El béisbol organizado se está moviendo en una dirección diferente a lo acostumbrado y los efectos han comenzado a manifestarse de inmediato.
Todos los profesionales que trabajan de uno u otra forma anticipan que se avecinan tiempos difíciles en cuanto a los prospectos se refiere.
La dramática reducción de rondas del sorteo de novatos (cinco en el 2020 y de 20 rondas en el 2021) y la eliminación de franquicias en las Menores traerá como consecuencia una baja en la cantidad de peloteros de este nivel tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos.
Esto obligará al pelotero boricua a buscar la opción de irse a estudiar a colegio para así estar más preparado a la hora de ser elegibles para el sorteo en tres años.
Dicha situación podría significar que en el futuro hayan menos jugadores boricuas firmados en el béisbol organizado y por ende con menores opciones de ascender posteriormente a las Mayores.
“Tienes mucha razón. ¿Por qué? Porque los espacios y las oportunidades de juego van a ser mucho menor. No solo el pelotero de escuela superior de Puerto Rico se va a afectar sino también el de Estados Unidos”, dijo Edgar Pérez, un reputado evaluador de talentos de la organización de los Red Sox Boston.
“Pero lo que pasa es que el pelotero de Estados Unidos se prepara académicamente para esas oportunidades de universidad. El de Puerto Rico no lo ha hecho. Ese no es el historial del jugador boricua”.
Los efectos comenzaron a verse en el 2020 cuando el sorteo de novatos apenas constó de cinco rondas.
Ningún pelotero desarrollado en la isla fue reclamado aunque hay que constar que prospectos como Steven Ondina, Mario Zabala y John Montes rechazaron ofrecimientos de las organizaciones de Grandes Ligas y aceptaron acuerdos con prestigiosas universidades en los Estados Unidos.
Tres jugadores de ascendencia boricua fueron seleccionados. Estos fueron Austin Martin (primera ronda), Alex Santos (segunda ronda) y Trei Cruz (tercera ronda).
Sin embargo, hubo otros prospectos que decidieron firmar como agentes libres por una bonificación de $20,000.
“Ahora el jugador boricua y sus familiares tienen que cambiar la mentalidad. La oportunidad definitivamente va a ser mucho mayor (vía el irse a estudiar en Estados Unidos) y deben pensar en eso”, agregó.
“El pelotero de Puerto Rico va a seguir teniendo sus oportunidades, lo único que va a tener que irse a estudiar a universidad en División I, jugar tres años y estar listo. Es como si hubiese estado en Clase A”.
Pérez insistió que la mentalidad de los prospectos y sus padres debe cambiar y visualizar lo mejor que sea para su futuro.
CAMBIO DE FILOSOFÍA
La filosofía de las organizaciones va dirigida a la reducción de franquicias de liga menor y la preferencia será reclutar peloteros que ya tengan una buena base colegial y por consiguiente tendrán una mejor formación deportivamente hablando.
“Va a haber una merma grandemente. En 20 rondas y en lo ‘higher levels’ los equipos lo que van a hacer es draftear a los que están listos para jugar en esos niveles o jugadores de ‘high school’ que tienen mucho talento y mucha proyección”.
“Después de ahí tú te vas con los colegiales que son de menos riego. Ya esto no es un juego, es un negocio. Tú tratas de minimizar los riesgos”.
“Con 20 rondas es probable que pase lo que pasó para Puerto Rico el año pasado, que firmen cuatro o cinco peloteros, pero eso está por verse. Entiendo que van a ser bien pocos porque no hay espacio. Vamos a ver cómo se mueve esto”.
A pesar de los pesares, Pérez entiende que dentro de esta situación adversa existe un lado positivo.
“Van a ser muchos los ajustes que los peloteros puertorriqueños van a tener que hacer. Estuve hablando con un padre hace poco y le dije que van a seguir saliendo jugadores puertorriqueños para Grandes Ligas como siempre porque se van a desarrollar y tienen talento donde quiera que vayan, pero ¿sabes qué? Vamos a tener más profesionales, más personas preparadas académicamente en la sociedad”.
“De los jugadores que han firmado desde los 90, probablemente el 80% se quedó sin estudiar, pero eso ahora va a cambiar. Vamos a seguir firmando jugadores. El que tiene talento se va a seguir firmando, lo único es que estos jugadores van a salir con grados académicos en tres o cuatro años. Muchos ven el lado negativo del deporte, pero intelectualmente vamos a tener personas mejor preparadas académicamente”, concluyó.
“El pelotero de Puerto Rico va a seguir teniendo sus oportunidades, lo único que va a tener que irse a estudiar a universidad en División I, jugar tres años y estar listo”
EDGAR PÉREZ SCOUT DE LOS RED SOX