El Nuevo Día

La deuda pública post-pandemia

- José Caraballo Cueto Economista y Profesor en la Universida­d de Puerto Rico, Recinto de Cayey

El nuevo Plan de Ajuste de Deuda (PAD) del gobierno central presentado por la Junta de Control Fiscal (JCF), que representa a Puerto Rico en la corte de quiebras, no es mejor que el plan presentado por la misma JCF en octubre de 2020. Parecería que la JCF fue más generosa en aras de buscar el apoyo de los bonistas, pero en perjuicio del país.

Pero como todo, este PAD conlleva aspectos positivos y negativos. Comenzaré por los positivos:

Emisión en bonos de obligacion­es generales: el PAD ya no emite bonos de ingreso pignorados como son los bonos de COFINA, los cuales son más difíciles de reestructu­rar, si en el futuro surgiese la necesidad.

Recorte global de 58.7%: el principal de la deuda del gobierno central se reduce significat­ivamente, tal vez no al nivel más holgado que nos hubiese gustado, pero sí mayor al de otras reestructu­raciones en otras jurisdicci­ones.

Algunos aspectos negativos son: Recorte a las pensiones: recorta en un 8.5% las pensiones mayores de $1,500 mensuales. Este punto puede llevar a la legislatur­a electa a no aprobar un proyecto de ley que viabilice la nueva emisión de bonos que se necesita para completar esta reestructu­ración. Un consenso pudiese lograrse si suben el piso a $2,000, pero aumentan el porcentaje del recorte a las pensiones más altas.

Deuda ilegítima a pagarse: la JCF había impugnado cerca de $6 mil millones de bonos ilegítimos, pero ahora dará por buena parte de esa deuda. Esto es lamentable, ya que un reclamo amplio del país es que se auditara la deuda para impugnar la deuda contraída ilegítimam­ente.

Servicio de la deuda alto: el pago a los bonistas del gobierno central sería $1,150 millones, pero esa no es la única deuda que el pueblo tiene que pagar con impuestos. El servicio de deuda pagada con impuestos quedaría en cerca de $3,600 millones ($2 mil millones para las pensiones y $1,600 para COFINA y el gobierno central). Esto representa cerca del 35% de los recaudos brutos del fondo general del año fiscal 2020.

¿Es pagable semejante servicio a la deuda? Bajo el plan fiscal súper optimista de la Junta de Control Fiscal sí. Este supone que la reconstruc­ción será de la friolera de $82 mil millones, que las reformas de mercado (“estructura­les”) generarán 0.75% de crecimient­o económico en el largo plazo y que los recaudos por la Ley 154 (cerca de $2 mil millones de arbitrios a algunas corporacio­nes foráneas) no se alterarán significat­ivamente. Sin embargo, todas esas suposicion­es son muy optimistas y basta con que no se cumpla una sola, para que se arriesgue la capacidad de pago de Puerto Rico. De hecho, si el gobierno federal elimina el crédito que toman las corporacio­nes foráneas y se pierden esos recaudos, la segunda ronda de quiebra sería inminente, al igual que más rondas de recortes en los servicios esenciales y de aumentos de impuestos. Todavía seguimos sin conocer cuál es el plan de desarrollo económico de mediano y largo plazo, por lo que una vez que terminen los fondos de reconstruc­ción es probable que la economía vuelva a caer, como ocurrió al terminarse los fondos ARRA en 2013.

Pronto empezará el mercadeo y las medias verdades de este plan de parte de la JCF y de otras entidades, por lo que conviene estar informados.

¿Es pagable semejante servicio a la deuda? Bajo el plan fiscal súper optimista de la Junta de Control Fiscal sí. Este supone que la reconstruc­ción será de la friolera de $82 mil millones”

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