Nuevas restricciones implican menos personal en hoteles
Operar dos horas diarias menos, por cuatro semanas debido a la nueva orden ejecutiva, representará además un golpe en los ingresos de las hospederías
El cierre de comercios a las 9:00 p.m., estipulado mediante la última orden ejecutiva del gobierno para controlar la pandemia de COVID-19, también implica el cierre de las áreas comunes de los hoteles.
Así lo aclaró Clarisa Jiménez, principal oficial ejecutiva de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (PRHTA, en inglés), quien señaló que los principales afectados por la nueva orden serán los restaurantes y los casinos.
“La orden es clara en que hay que cerrar todo, incluyendo las áreas comunes de los hoteles”, sostuvo Jiménez. Esto incluye las piscinas y los negocios que operan dentro de las hospederías.
“Lo que más se va afectar son los restaurantes porque aún no están abiertas las barras”, aclaró la portavoz de la PRHTA. “Al cerrar a las 9:00 p.m. eliminas un ‘seating’ completo en los restaurantes”.
Desde que la orden entró en vigor el pasado viernes, los negocios tienen dos horas diarias menos para operar, pues antes podían abrir hasta las 11:00 p.m.
De acuerdo con Ismael Vega, gerente general del Casino Metro en el hotel Sheraton que ubica junto al Centro de Convenciones de Puerto Rico, en Miramar, “es lamentable que los casos no estén bajando y que el gobierno tenga que reaccionar así para controlar la pandemia”.
“Nos afecta porque hay dos horas menos de operación cada día, lo que implica menos empleados y menos horas para acomodar a la clientela”, sostuvo Vega. Indicó que esas dos horas diarias menos de operación, por cuatro semanas, pudiera implicar una caída de doble dígito en los ingresos del casino, sobre todo porque en las noches la sala de juegos suele estar más concurrida.
“Hubiese preferido que no hubiera que hacerlo, pero entendemos bien la situación de salud y que el gobierno está tratando de obtener una reacción del público. Tenemos que cuidarnos y no bajar la guardia”, reiteró Vega.
Según Jiménez, otro sector que se ve afectado es el relacionado con la celebración de actividades, pues se retoma el requisito de solicitar la autorización de la secretaría de la Gobernación antes de realizar cada evento. “Se van a atender de caso en caso, lo que quita oportunidad de negocio porque no todo el tiempo responden con rapidez. Sí sabemos de casos en que responden a tiempo y sí se puede hacer el evento, pero hay otro montón de casos en que la aprobación no llega a tiempo y el evento no se puede llevar a cabo”, relató la portavoz.