Serios desafíos tras sacudidas políticas
Candidatos inesperados salieron airosos de elecciones celebradas en Perú, Ecuador y Bolivia
Ecuador, Perú, y Bolivia protagonizaron el domingo una atípica megajornada electoral, marcada por la urgencia de sacar adelante agendas políticas que den respuesta al creciente descontento de la población y a la devastación social y económica causada por la pandemia.
Ayer, los resultados preliminares resultaron sorpresivos incluso para los candidatos que recibieron el favor de los electores. No obstante, no todo está definido.
En Perú, un maestro izquierdista rural parecía seguro de pasar a un balotaje, mientras otros tres derechistas capitalinos luchaban por el otro boleto, según datos de la autoridad electoral.
Con el 70.3% de las actas procesadas ayer por la Oficina Nacional de Procesos Electorales, Pedro Castillo sumaba 16.3%, seguido de los derechistas Keiko Fujimori con 13%, el economista Hernando de Soto con 12.9% y el empresario ultraconservador Rafael López Aliaga con 12.5%.
Castillo, profesor de 51 años de la escuela rural de niños en la aldea llamada Puña, emergió del fondo de la lista de 18 candidatos y arrolló en los últimos 14 días recorriendo pueblos pequeños de los Andes y de la Amazonía, aunque no conquistó Lima.
El analista Javier Torres, de la Asociación de Servicios Educativos Rurales, dijo que una segunda vuelta entre el izquierdista Castillo y un candidato de derecha tendrá como eje la discusión sobre el modelo económico que debe tomar Perú. Recordó que Castillo tiene una visión estatista similar a la implantada en los gobiernos del expresidente de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa.
Aunque Castillo es izquierdista, tiene posiciones conservadoras: está en contra del enfoque de género en el currículo escolar, se opone al aborto, el matrimonio igualitario y la eutanasia.
Gane quien gane finalmente en las elecciones generales peruanas, ya sea la izquierda radical o la derecha autoritaria, el resultado traerá también la certeza de que el pensamiento conservador, tradicional, hostil a la equidad de género y los derechos a las minorías sexuales es el ganador de los comicios.
“Claramente, el pensamiento conservador, que es también el machismo y el patriarcado, ha salido bien librado en estas elecciones. Nos queda saber quién está en la segunda vuelta, pero entre los cuatro primeros puestos todos tienen el factor común del conservadurismo recalcitrante y contrario a la expansión de los derechos civiles, sexuales y sociales”, resumió para Efe la antropóloga feminista Alejandra Ballón.
ENFRENTAN LOS RETOS
Al conservador Guillermo Lasso, el inesperado ganador de la segunda vuelta electoral presidencial en Ecuador, le esperan monumentales desafíos por todos lados.
No solo tendrá que lidiar con los viejos problemas de pobreza y desempleo atizados por la pandemia del coronavirus, sino que deberá buscar alianzas políticas ante un Congreso adverso para darle gobernabilidad en la nación andina.
Cuando el escrutinio del Consejo Electoral alcanza el 99.01% de los votos, Lasso sumaba 52.5%, mientras que Andrés Arauz, el delfín del expresidente Rafael Correa y quien había quedado en el primer lugar de la primera vuelta, tenía el 47.5%. Muchos habían pronosticado que Arauz, de 37 años, volvería a imponerse en la segunda ronda.
El actual mandatario Lenín Moreno debe entregar el cargo el 24 de mayo.
El analista y catedrático de la universidad San Francisco, Luis Espinosa Godet, en declaraciones a The Associated Press, dijo que el principal desafío de Lasso será buscar soluciones al “32% de ecuatorianos pobres y dos tercios de ecuatorianos que no tienen empleo formal”.
Mientras que en Bolivia, el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), que dirige el expresidente Evo Morales, perdió en los cuatro departamentos de Bolivia que el domingo celebraron segunda vuelta en elecciones regionales y municipales, según el conteo preliminar que ayer le daba el triunfo a candidatos de los partidos opositores.
Para esta elección el MAS esperaba ganar en al menos tres gobernaciones. En la primera vuelta el partido gobernante se quedó con las gobernaciones de Cochabamba, Oruro y Potosí.