Los fanáticos hicieron gran diferencia en el juego
El receptor boricua narró para El Nuevo Día la importancia del juego sin hits ni carreras que trabajó el pasado viernes
Hace casi siete meses el receptor puertorriqueño Víctor Caratini fue uno de los protagonistas de la difícil gesta de un juego sin hits ni carrera en las Grandes Ligas.
En aquel momento, para ser más preciso el 13 de septiembre del 2020, el coameño fue compañero de batería del derecho Alec Mills mientras ambos pertenecían a los Cubs de Chicago.
Caratini, quien apenas está en su quinta temporada en las Mayores, admitió que no se visualizaba en un futuro cercano tomando parte de otro acontecimiento como éste.
Pero el destino le tenía deparado otro camino.
El viernes, Caratini, ahora con los Padres de San Diego, tuvo otra cita con la historia cuando le recibió al derecho Joe Musgrove en ruta a un nuevo juego sin hits ni carreras.
“Cuando ‘catché’ mi primero me dije: ‘esto es bien difícil’. Me lo disfruté, pero también me decía que sería bien difícil de poder hacerlo otra vez. Y hacerlo de nuevo en tan poco tiempo de verdad emociona mucho”, dijo Caratini en entrevista con El Nuevo Día.
Fue el primer juego sin hits ni carreras en la historia de la franquicia de los Padres y el primero en la carrera de Musgrove.
Pero para Caratini, de 27 años, tuvo un mayor significado. El boricua se convirtió en el primer receptor en la historia de las Mayores en trabajar partidos sin hits consecutivos para diferentes equipos, según el Elias Sports Bureau.
También se une al legendario Iván Rodríguez como los únicos receptores boricuas en intervenir en dos partidos sin hits ni carreras.
ACOMPAÑA A IVÁN RODRÍGUEZ
“Estoy supercontento. Iván es un ídolo para mí. Y el poder estar mi nombre junto al de él me hace sentir orgulloso de eso”, agregó recordando al hoy miembro del Salón de la Fama.
“Yo siempre trato de hacer todo lo mejor para mis pitchers sea donde sea que esté. Cuando estaba con los Cubs trataba lo mejor para ellos y ahora aquí en San Diego. Trato de hacer lo mejor para que se sientan más cómodos y lo mejor posible”.
Además Caratini se une a una lista de ocho receptores del patio que trabajaron detrás del plato en partidos de esa índole.
En la misma se encuentran Eliseo Rodríguez (1975), Javier López (1994), Iván Rodríguez (1994 y 2007), Jorge Posada (1998), (Geovany Soto (2008), Ramón Castro (2009) y Martín Maldonado (2019).
Castro y Posada recibieron juegos perfectos.
Con 27 años, Caratini tiene por delante un largo camino por recorrer en las Mayores y por ende una buena probabilidad de alcanzar mayores gestas.
EN BUSCA DEL TERCERO
“Claro que no me caería mal otro ‘no hitter’. Esa sería una de mis metas, poder seguir teniendo ‘no hitters”, agregó con emoción.
“Yo trabajo duro en prepararme para cuando vaya a salir a catchear. Eso me ha ayudado para poder llamar buenos juegos y tener esa bendición que no se le ha dado a todo el mundo, de llamar dos no hitter”.
Caratini, quien debutó en las Mayores en el 2017 y apenas ha abierto detrás del plato en 65 partidos, describió algunos detalles del desempeño de Musgrove durante el partido del viernes ante los Rangers de Texas.
“Estoy muy contento de haber podido catchear mi segundo. Joe hizo un tremendo trabajo, estaba en su día, todos sus pitcheos estuvieron buenos y gracias a Dios pudimos tener ese no hitter”, recordó.
“En la quinta o la sexta vi que no teníamos hits (permitidos) y de la manera que Joe estaba tirando se sentía bien. Sus pitcheos estaban bien consistentes. Me dio un ‘flashback’ de lo que había vivido con Mills y me dije: ‘coño, creo que lo podemos volver a hacer’. Seguimos el plan y lo pudimos lograr”.
Fue la segunda salida de Musgrove con Caratini como compañero de batería en la temporada regular. Pero el boricua señaló que tuvo la oportunidad de establecer una buena química en los campos de entrenamientos.
“Le ‘catché’ tres o cuatro juegos en el spring training. Su primera salida con San Diego se la ‘catché’. También le había bateado en contra mucho contra los Piratas (cuando estaba con Chicago). O sea, que lo conocía y sabía de sus pitcheos. Nos conocimos mucho más en ‘spring training’ y desarrollamos una buena química”.
Por último, al comparar los dos juegos sin hits que ha trabajado, Caratini admitió que en esta ocasión la presencia de la fanaticada jugó un papel importante.
“La diferencia de un no hitter al otro fueron los fanáticos. El tenerlos en esta ocasión fue emocionante. La fanaticada te da esa vibra porque ellos lo están esperando también. El año pasado no tuvimos fanáticos. Creo que esa fue la diferencia”, concluyó.