Golpe para el pueblo cubano tras prohibirles depósitos bancario en dólares
● Según el economista Roberto Orro, ante la escasez de dólares, la oficialidad fuerza el cambio de moneda
Más que una consecuencia de las restricciones impuestas por el expresidente
Donald Trump, prohibir el depósito de dólares estadounidenses en instituciones bancarias en Cuba, es un intento de ese gobierno para forzar el cambio de esa divisa y utilizarla para sus propios fines e incluso, podría servir para allegar más ingresos al cobrar un impuesto por el canje de divisas en ese país, opinó el economista Roberto Orro.
Según Orro, quien hace dos años anticipó que la reforma que impulsaba el gobierno a favor del peso cubano (CUP) daría al traste, la nueva medida adoptada por el Banco Central de Cuba (BCC) solo servirá para agravar la precariedad que experimenta el pueblo cubano y acentuará la prominencia del mercado negro, donde se transacciona en dólares estadounidenses, con el consabido aumento en precios que ello supone.
“Desde hace mucho, el gobierno cubano tiene unos intereses que no coinciden con los intereses de la población”, dijo Orro.
El economista sostuvo que si bien en los últimos años, Cuba ha ido transitando a una dirección “más colegiada” y si bien la presidencia se encuentra en manos de Miguel Díaz Canel, en la práctica, el control lo tiene
Raúl Castro y los esfuerzos de este continúan dirigidos a “colocar” en posiciones de liderato, “a quienes le son leales” y al grupo de militares vinculado al Grupo de Administración Empresarial, SA (Gaesa).
El año pasado, la administración Trump identificó como organizaciones terroristas a dos entidades vinculadas a Gaesa, incluida Financiera Cimex SA, gestora de remesas.
Según The Havana Consulting Group, una firma en el estado de la Florida, el 90% de las remesas a Cuba provienen de Estados Unidos y en el 2018, entre efectivo y bienes adquiridos allí para ser enviados a la isla, la cifra alcanzó unos $6,600 millones.
“El régimen se ha quedado sin dólares y no tiene para pagar a los pocos proveedores que quedan en la lista”, reza un comentario del experto Emilio Morales, líder de la firma, y que lo describe como “una trampa”.
¿QUÉ DECIDIÓ EL GOBIERNO CUBANO?
Desde el lunes pasado, los bancos comerciales que operan en Cuba –sean estatales o privados– no pueden aceptar depósitos en efectivo si estos se realizan con dólares estadounidenses.
Según la resolución del BCC, se trata de una medida “temporal”. Sin embargo, el preámbulo de la normativa sostiene que la decisión es fruto de las restricciones impuestas por el gobierno estadounidense y la prohibición terminará cuando cambien tales condiciones.
La fecha límite para aceptar dólares estadounidenses, según The Havana Consulting Group, buscaba que los cubanos sacaran sus dólares de debajo “del colchón”, pues los cubanos prefieren cambiar sus dólares en el mercado negro. En la informalidad, según la firma, el canje de un dólar estadounidense puede representar 70 pesos cubanos (CUP) mientras el cambio oficial vigente ayer era de $1 por $24 CUP.
Dicha movida, según Orro, al igual que la adopción del Peso Cubano Convertible (CUC) hacia el 2013, han sido intentos del gobierno cubano de fortalecer su moneda en una economía cada vez más dolarizada. Esto, a medida que los cubanos han recurrido a los dólares estadounidenses como “moneda fuerte” para cubrir sus necesidades del diario vivir.
La prohibición del gobierno cubano a los depósitos en dólares estadounidenses, parece un contrasentido, pues fue el propio gobierno cubano el que hace unos dos años alentó a la población a abrir cuentas bancarias en dicha moneda.
En el 2019, como parte de ese esfuerzo se promovió que los cubanos utilizaran tarjetas para hacer sus compras en tiendas de moneda libremente convertible (MLC), propiedad del gobierno, pero ello no ha puesto freno al uso de la divisa estadounidense en la isla.
“Vienen a echarle la culpa a Estados Unidos cuando fueron ellos los que impulsaron unas reformas sin tomar otras medidas”, dijo Orro.
Según Orro, al forzar el cambio del dólar estadounidense, el residente en la isla o quien envía la remesa a su familiar en Cuba tendrá que pagar el costo que supone cambiar la divisa y el gobierno cubano allegaría dinero a sus arcas al imponer el cargo que se cobrará por dicha transacción. Los depósitos que los cubanos hacen en sus cuentas bancarias en dólares están sujetos a un gravamen de 10%.
Ayer, medios informativos en la ciudad de Miami, alegaban que había escasez de euros en esa ciudad, a medida que familiares coordinaban las remesas para sus seres amados en la mayor de las Antillas.
“Toda la jugada del gobierno cubanos es tratar de recibir dólares, pero no dárselos a la gente”, indicó Orro.