El fin de la guerra comercial entre EEUU y la Unión Europea
Después de 17 años, la guerra comercial entre los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ha llegado a un punto de inflexión. Esta tuvo su origen en la rivalidad Boeing/Airbus en la industria de aviación.
Antes de la disputa, los Estados Unidos y la UE firmaron un acuerdo bilateral (1992) reconociendo que ambas compañías recibirían subvenciones estatales. Sin embargo, desde mediados de los años 2000, Airbus aumentó sus ventas, desplazando la supremacía americana en la industria.
Ante la pérdida en competitividad, Boeing exigió al gobierno federal retirarse del acuerdo y llevar el caso ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Estados Unidos alegó que los subsidios de la UE a Airbus rompían con las normas sobre subvenciones de la organización. El mismo día, la UE presentó una contrademanda, reclamando que Boeing también violentaba las reglas subsidiarias.
En el 2011, la OMC declaró que, en algunos casos, las subvenciones rompían con sus normas, en particular si recibían un trato más favorable que bajo el mercado y basado en las tasas de interés.
Ambas entidades, la UE y los EEUU, solicitaron la posibilidad de implementar contramedidas recíprocas. La OMC accedió, y ambos impusieron aranceles: los EEUU con un costo de alrededor $7.5 mil millones anuales a productos europeos, y viceversa, con la imposición de aranceles de 4 mil millones a bienes estadounidenses.
Pero después de la pasada reunión del G7, ambos anunciaron el establecimiento de un grupo de trabajo para finalizar la guerra tarifaria y comenzar medidas de colaboración. Pero ¿por qué ahora?
Por un lado, la pandemia del COVID-19 ha sido un factor significante: la baja en vuelos y turismo ha impactado a las industrias de aviación. Una baja en demanda por la compra de nuevos aviones sacudió sus acciones, aunque ambas recibieron subsidios multimillonarios para manejar las pérdidas.
En segundo lugar, China ahora es un serio competidor. La Corporación de Aviones Comerciales de China (COMAC por sus siglas en inglés) se encuentra en la última fase de producción de su modelo C919. Este modelo es visto como fuerte competencia a los más recientes tipos del duopolio: el Airbus A320 y el Boeing 737.
Luego del acuerdo, la administración Biden publicó una declaración en la cual expresaba que los Estados Unidos y la Unión Europea trabajarían juntas para contrarrestar las políticas económicas anti-mercado chino, la cual provee a sus compañías una ventaja comercial desleal. Ello, según Biden, refleja los altos estándares compartidos por las compañías occidentales, además de presentar una alternativa conjunta para contrarrestar el modelo económico chino. Boeing admite que, en los pasados diez años, China se está posicionando como el primer mercado de aviación, y que las cuotas chinas del mercado han aumentado.
Después de haber leído lo anterior, puede parecer al lector un poco confuso que a China se le acuse de implementar las mismas políticas económicas que ambas, EEUU y la UE, han efectuado respectivamente. Pero parece ser que, por ahora, Occidente teme más la competencia del dragón asiático. Algo que se puede leer por igual, si lo llevamos a toda una serie de industrias en la guerra comercial de China versus Estados Unidos.
¿Será posible que el duopolio mantenga el dominio del mercado, o será una tregua temporera en lo que se convertirá en una industria más competitiva?