Tragedia en Miami
El colapso de un condominio de 12 pisos en esta ciudad había dejado, hasta anoche, tres muertos y 99 personas desaparecidas, incluidos, al menos, seis puertorriqueños
SURFSIDE, Florida.- Un ala de un condominio de 12 pisos frente al mar se derrumbó en un pueblo en las afueras de Miami la madrugada de ayer, causando la muerte de -por lo menos- tres personas y atrapando a los habitantes del inmueble entre escombros y varillas retorcidas. Los rescatistas sacaron a decenas de sobrevivientes y seguían buscando a más.
Al cierre de esta edición, se desconocía el paradero de casi un centenar de personas, informaron las autoridades, aumentando los temores de que el número de muertes subiría drásticamente. Pero los funcionarios no sabían cuántas personas estaban en la torre cuando se derrumbó alrededor de la 1:30 de la madrugada.
Entre las personas desaparecidas, hay -al menosseis puertorriqueños cuyo paradero se desconoce, supo El Nuevo Día. Según fuentes, entre los puertorriqueños que estaban en el edificio colapsado, figuran los hermanos Jay y Frankie Kleiman y su madre, Nancy Kress Levin. También, se encontraba en el lugar la joven Deborah
Berezdivin, sobrina de los hermanos Kleiman. Versiones de prensa sitúan también en el edificio a Annie Ortiz y su hijo, Luis Bermúdez. Las mismas fuentes dijeron que no era posible determinar si están o no desaparecidos, pues la información sobre los rescatados seguía siendo confusa y que aún esperan por la lista oficial de la policía.
En el caso de Berezdivin, la joven de 21 años estaba de visita, contó a El Nuevo Día su tía
Sandra Rubinstein.
“Ella viajó a la ciudad el día anterior para asistir al funeral del papá del mejor amigo de su novio”, dijo. “Desde esta mañana, estamos desesperados buscándola, pero no hay ninguna información”, agregó.
Amigos de la familia Kleinman reconocieron que la esperanza de encontrarlos se ha ido reduciendo con las horas, aunque todos coincidieron que existe la posibilidad de encontrarlos mientras las operaciones siguen siendo de “búsqueda y rescate”.
El Condominio Champlain Towers South colapsó parcialmente alrededor de la 1:30 a.m., lo que provocó una fuerte movilización de las autoridades en la ciudad de Surfside, que colinda en el sur con Miami Beach. En su media milla cuadrada de extensión viven unas 6,000 personas. De hecho, su alcalde, Charles W. Burkett, pasó gran parte de la tarde en un centro comunitario coordinando el apoyo a las familias. El ambiente en este centro era sobrecogedor. Por momentos, alguien estallaba en un llanto callado y cansado.
“El edificio quedó literalmente aplanado”, dijo Burkett. “Es algo desgarrador, porque significa, en mi opinión, que no tendremos tanto éxito como esperábamos en encontrar personas con vida”.
Las Champlain Towers, construidas en 1980, daban al océano Atlántico. Una breve caminata permite ver desde la arena la devastación de una gran parte de la Torre Sur. Los escombros recordaron a muchos la caída de las Torres gemelas en Nueva York en 2001.
“Me vine justamente escapando el horror de
“Ella (Deborah Berezdivin) viajó a la ciudad el día anterior para asistir al funeral del papá del mejor amigo de su novio... estamos desesperados buscándola”
eso y ahora se cae este edificio acá”, indicó con cara de estrés postraumático la colombiana Mayi Suárez, una vecina del área que fue a ver el edificio también en la playa. Sus hijos no quisieron hacer declaraciones, pero estaban convencidos de que la acelerada construcción de edificios de lujo en el área debe haber afectado las bases del edificio.
Su mamá les recordó que habrá tiempo para evaluar las culpas, pero “ahora hay que cuidar la esperanza de encontrar a más personas vivas en los escombros.”
RESCATE COMPLEJO
Horas después del derrumbe, los rescatistas intentaban llegar a un niño atrapado cuyos padres se creía que estaban muertos. En otro caso, los rescatistas hallaron a una mujer y su hijo, pero la pierna de la mujer tuvo que ser amputada para sacarla de entre los escombros, dijo Frank Rollason, director de Gestión de Manejo de Emergencias de Miami-Dade, reportó el Miami Herald.
SANDRA RUBINSTEIN
TÍA DE DEBORAH BEREZDIVIN
VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR
En vídeos, se veía a bomberos sacando a un muchacho del derrumbe, pero no estaba claro si era la misma persona que mencionó Rollason.
El gobernador Ron DeSantis, quien visitó el lugar, dijo que la televisión no captaba la escala de lo sucedido.
Los equipos de rescate hacen “todo lo que pueden para salvar vidas. Eso continúa y no van a descansar”, comentó.
Equipos de entre 10 y 12 rescatistas entraban entre los escombros con perros y demás equipamiento, trabajando hasta que se cansaban de cargar cosas pesadas, momento en que salían y dejaban entrar a un nuevo equipo, informó el director financiero de Florida, Jimmy Patronis, jefe de bomberos del estado.
“No van a parar solo porque caiga la noche”, dijo Patronis a la televisora de Miami WPLG. “Quizás sólo sigan un camino diferente”.
Patronis dijo que se sintió muy conmovido con la imagen de una litera cerca de la parte superior del edificio que quedó expuesta.
“Alguien probablemente dormía en ella”, comentó. “Hay muchas interrogantes”.
Las autoridades no dijeron cuáles podrían ser las causas del derrumbe. En vídeos grabados desde las inmediaciones, parece que el centro del edificio fue lo primero en caer, seguido segundos después por una sección más cercana al mar mientras una enorme nube de polvo cubría el vecindario.
Burkett dijo que se estaban realizando obras en el techo del edificio, pero añadió que lo mismo se hace en otros inmuebles y que en su opinión esa no era la causa del derrumbe.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dijo que el presidente Joe Biden la llamó para ofrecer ayuda federal.
“Ahí estaremos”, dijo el mandatario desde la Casa Blanca.
Los hoteles ofrecieron alojamiento a algunos de los residentes desplazados, dijo la alcaldesa, y se estaba organizando la entrega de alimentos, medicamentos y otros artículos. Los rescatistas trataban de determinar cuántas personas estaban desaparecidas y pidieron a los residentes que se reportaran con ellos.
Aproximadamente, la mitad de unos 130 apartamentos resultaron dañados, dijo la alcaldesa en conferencia de prensa. Los rescatistas habían sacado -al menos- a 35 personas de los escombros a media mañana, y maquinaria pesada era llevada al lugar para ayudar a estabilizar la estructura y darles más acceso, dijo Raide Jadallah, jefe de operaciones de los bomberos de Miami-Dade. El número de personas localizadas (no necesariamente rescatadas en la escena) se elevó a 102 en horas de la noche.
La torre tiene una mezcla de residentes permanentes y estacionales, y si bien se lleva un directorio de huéspedes, no indica cuándo los dueños se encuentran en sus departamentos, dijo Burkett.
Nicholas Fernandez pasó horas tras el derrumbe intentando llamar a dos amigos que se estaban quedando en el edificio con su hija más joven. La familia había llegado a Estados Unidos para escapar del brote de COVID-19 en Argentina, su país de origen, dijo Fernandez, de Miami.
“La esperanza es que, quizás, alguien escuche el llamado. Sé que hay perros adentro”, agregó. “Sé que puede sonar ridículo lo que digo, pero mientras no escuchemos lo contrario, siempre hay esperanza”.
El derrumbe arrancó paredes y dejó expuestas algunas viviendas en la parte del inmueble que permaneció en pie, dando el aspecto de una enorme casa de muñecas. En videos transmitidos por la televisión, se ven camas, mesas y sillas al interior. Aires acondicionados colgaban de algunas partes del edificio, y en fotografías aéreas parecía que partes del área del estacionamiento bajo la estructura estaban colapsadas.
HIPÓTESIS DE LO OCURRIDO
El ingeniero estructural y profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Joseph Philip Colaco elaboró algunas hipótesis sobre el siniestro, pero advirtió ayer a Efe que aún es prematuro aventurar conclusiones a falta de datos sobre el edificio, y en especial sobre los trabajos que se hacían en el tejado de la estructura.
El profesor Colaco, que ha contribuido en los diseños de algunos proyectos multimillonarios en Estados Unidos, Oriente Medio e India, recordó que, según ha informado el propio alcalde Burkett, el techo del edificio se hallaba en obras y las inspecciones luego determinarán si los materiales o el peso de las herramientas usadas han sido un factor.
Por lo que se sabe hasta el momento, y lo que muestra un vídeo tomado por una cámara de seguridad, el edificio se desplomó de arriba a abajo, como si fueran piezas de domino y en lo que los ingenieros conocen como un “colapso progresivo”.
Recordó que en ingeniería se maneja la regla de que cada pie cuadrado puede soportar hasta un máximo de 40 libras (18 kilos), no obstante el pie cuadrado de los techos, hechos de concreto armado, puede pesar unas 100 libras (45 kilos).
Si los contratistas colocaron maquinaria pesada o hicieron huecos cerca a columnas, por poner algunos ejemplos, el tejado pudo haberse venido abajo y, al mismo tiempo, quebrar la regla de 40 libras por pie cuadrado de la planta 12, lo que termina produciendo el llamado "colapso progresivo".
Pero el profesor Colaco recalca que puede haber otros posibles escenarios, como que la sal marina de este edificio situado en primera línea de playa haya entrado a posibles grietas en sus balcones y corroído su estructura.
Asimismo, no se puede descartar que las obras que se realizaban en un edificio vecino, y que según algunos funcionarios locales produjeron en el Champlain Towers South algunas grietas que fueron reparadas, hayan tenido que ver con el derrumbe.
Recordó incluso que partes de la urbe de Miami se están hundiendo producto del aumento del nivel del mar y, en el caso del edificio de Surfside, podría haber afectado sus cimientos.
Respecto a víctimas y sobrevivientes, el especialista se mostró poco esperanzado: “Si no los recogen en las próximas horas perecerán por falta de oxígeno”, dijo.