El Nuevo Día

Uno de los días más tristes de Miami

- Mayna Nevárez Comunicado­ra

Hoy desperté y mi WhatsApp estaba repleto de mensajes. ¿Estás bien? No entendía lo que estaba pasando hasta que en un chat difundiero­n el lamentable vídeo del colapso de un edificio en la Avenida Collins.

Precisamen­te, tengo residencia en esa avenida de Miami Beach, frente al mar, en un edificio que acaba de recibir la recertific­ación de 50 años, provista por la ciudad. Lo que muchas de mis amistades no sabían es que, luego de siete meses de vivir en Miami Beach, la semana pasada regresamos a nuestra casa en el vecindario Doral.

Pero en segundos mi mente se puso a correr: Dios mío, ¿y si nos hubiera sucedido a nosotros? ¿Cómo sabemos si nuestro edificio es seguro? Comienzo a llamar a amigas que residen cerca de la Avenida 87 y Collins para ver si escucharon los estruendos. Seguía inquieta durante la mañana, cuando comenzaron los chats a compartir fotos de personas cercanas que están desapareci­das. Una pareja de novios, ninguno de los cuales llegó a su trabajo; una niña de 12 años que pidió a sus amiguitas del colegio orar para que apareciera su papá; otra amiga puertorriq­ueña que solicita oraciones para que su doctor y su esposa estén con vida. Y, así, los nervios me comenzaron a atacar.

¿Mi edificio será seguro? ¿Qué pasa si en verdad no está tan sólido como dicen?

Llevo más de un año en el chat de los condominio­s, donde se discute el futuro de mi edificio, y el de varios otros localizado­s en Miami Beach. La mitad de los participan­tes del chat dice que debemos de venderlo para que lo derriben y construyan condominio­s de lujo.

He sabido de un condominio que fue adquirido por una compañía multimillo­naria que también quiere comprar el nuestro. Irónicamen­te, los que residimos allí recibimos correos electrónic­os anónimos que indican que nuestro edificio no es seguro, como otros de la zona.

La reciente tragedia ha dado paso a interrogan­tes y conjeturas. Residentes de la zona se han quejado de que las construcci­ones de los nuevos edificios de lujo hacían sentir fuertes temblores.

Otros nos preguntamo­s si la erosión de Miami Beach y las inundacion­es que sufrimos por el huracán

La torre sur de Champlain Towers, en la zona de Surfside en Miami, quedó devastada tras el derrumbe.

Irma han tenido que ver. Recienteme­nte, The

Miami Herald publicó un estudio que analizó el efecto del huracán Irma en los niveles del mar. El aumento del nivel del mar y el desarrollo han puesto a más propiedade­s de Miami Beach en riesgo de inundacion­es por marejadas ciclónicas provocadas por huracanes, en aproximada­mente un 43 por ciento más.

Aún se desconoce la causa o las causas del desplome del edificio. Lo que sí es que, como residente, estoy inquieta y necesito saber qué sucedió. Es lamentable que tenga que ocurrir una tragedia como esta para que nuestros edificios reciban la atención que merecen.

Mi mayor deseo es que las personas desapareci­das sean halladas con vida. Definitiva­mente, hoy ha sido uno de los días más tristes de Miami en los 25 años que llevo viviendo en la ciudad.

En segundos mi mente se puso a correr: Dios mío, ¿y si nos hubiera sucedido a nosotros? ¿Cómo sabemos si nuestro edificio es seguro?”

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