Aumento del salario mínimo: paso en la dirección correcta
El objetivo del salario mínimo es garantizar que las personas dispongan de un ingreso básico que les permita satisfacer necesidades fundamentales y las de su familia para no vivir en pobreza. Existe un amplio consenso de que, para tales fines, no es suficiente el salario mínimo actual de $7.25 por hora.
El gobierno de Puerto Rico considera establecer como política pública aumentar el salario mínimo y su revisión periódica de manera prospectiva. Con ese propósito, la Cámara de Representantes, el Senado y el gobernador de Puerto Rico se han manifestado a favor de iniciativas para lograr dicha meta. Igualmente, trabajadores organizados y no organizados, así como asociaciones empresariales, se han expresado sobre la necesidad de aumentar el salario que reciben las personas que trabajan.
La restitución de la Junta de Salario Mínimo parece ser también un paso en la dirección correcta en la medida que garantiza que se revise dicho salario periódicamente de forma tal que el poder adquisitivo de las familias no merme por incrementos en el costo de vida y, por tanto, contribuya a mitigar la pobreza. El país no tiene un mecanismo establecido para revisar con regularidad el salario mínimo desde que esa institución se eliminó en 1998. A partir de entonces, el salario mínimo se revisó solamente en una ocasión y fue producto de una iniciativa del gobierno de Estados Unidos cuando en el 2007 subió de forma escalonada dicho salario de $5.15 a $7.25 la hora.
Hay algunos elementos que quisiera aportar como parte del diálogo público en el tema del salario mínimo y los beneficios potenciales que podría derivar la economía.
Primero, un aumento del salario mínimo representaría mayores ingresos para miles de familias en el país, provocando unos mayores niveles de consumo. Dicho aumento en la demanda de bienes y servicios estimularía la producción y creación de empleos. Además, ayudaría a fortalecer los recaudos fiscales. Estos factores definitivamente pueden contribuir a una posible recuperación económica de Puerto Rico.
Segundo, un aumento del salario mínimo podría incentivar la participación en el mercado de trabajo. Actualmente, la tasa de participación laboral es aproximadamente 40%. En el 2006 era poco más de 48%. En Puerto Rico, por tanto, no hay “escasez” de trabajadores. Existe escasez de empleos bien remunerados. Las personas quieren trabajar -esa es precisamente una de las principales causas de la emigración actual- pero quieren hacerlo en condiciones laborales adecuadas.
Tercero, un aumento en el salario mínimo contribuirá a una distribución más justa del ingreso nacional. Desde el 2006, en plena crisis económica, la compensación de los empleados ha bajado cerca de 7%; mientras, los ingresos de los propietarios han incrementado más del 75%. Esta reducción en la compensación de los trabajadores ha ocurrido a pesar de que la productividad ha aumentado cerca de 5% en ese periodo de tiempo, según cifras de la Junta de Planificación.
Cuarto, un aumento en el salario mínimo -contrario a lo establecido por algunos en la discusión pública- no representa necesariamente un aumento en los costos de operación de las empresas o en la inflación. Las empresas utilizan diferentes insumos para producir. El trabajo es solamente uno de ellos. Por tanto, podrían implementar medidas para reducir sus gastos operacionales en otras áreas como, por ejemplo, costos de energía, materia prima y maquinaria y equipo. Además, mejores condiciones laborales conducen a una mayor satisfacción de las personas con su trabajo, implicando potencialmente para las empresas una mayor retención de empleados y de peritaje y un aumento en la productividad, entre otros beneficios.
El aumento del salario mínimo acompañado por la creación de un mecanismo responsable de su revisión de manera periódica es una medida que es urgente para miles de familias y necesaria para la economía. Aunque hacen falta iniciativas adicionales para continuar mejorando las condiciones de vida y de trabajo, así como para superar la crisis económica, es un paso en la dirección correcta.