El Nuevo Día

Miden los niveles de radón en Puerto Rico

La EPA y un equipo de Ingeniería de la UPR-Mayagüez encabezan un proyecto que proporcion­ará un mapa de datos mostrando el alcance de este gas radiactivo, inodoro, invisible y cancerígen­o

- GERARDO E. ALVARADO LEÓN galvarado@elnuevodia.com Twitter: @GAlvarado_END

ARECIBO.- Nydia Vázquez Maldonado se convirtió en la primera residente de este municipio en cuya casa se instaló un monitor electrónic­o de radón, como parte de un proyecto con el que se busca precisar los niveles de este gas –inodoro, invisible y cancerígen­o– en Puerto Rico y delinear posibles acciones de mitigación.

El pasado martes, Vázquez Maldonado recibió en su hogar, en la urbanizaci­ón Los Mirasoles, a un grupo de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) y el Departamen­to de Ingeniería Civil y Agrimensur­a de la Universida­d de Puerto Rico en Mayagüez, que se encargó de la ubicación del aparato en uno de los tres cuartos de la vivienda.

Por siete días, el monitor captará los niveles de radón (si alguno), un gas radiactivo que se libera naturalmen­te de las rocas, el suelo y el agua, y que puede acumularse en niveles peligrosos en cualquier casa, incluyendo nuevas y viejas, bien selladas y con ventilació­n, y con o sin sótano.

“Siempre estoy interesada en todo lo que tiene que ver con el ambiente… aportar, conocer y desarrolla­r el tema, y más aún si está unido al tema de salud. Nunca había oído sobre el radón, pero me puse a explorar un poco y me resultó interesant­e”, dijo Vázquez Maldonado sobre sus motivos para participar.

La elección de Arecibo para realizar el proyecto no fue casualidad. En la década de 1990, este municipio fue uno de siete en los que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés) midió el alcance del radón y encontró “niveles de preocupaci­ón”, explicó Karl Santos Matta, estudiante de Ingeniería Química y líder del grupo de alumnos. Los otros seis pueblos fueron San Sebastián, Lares, Ciales, Morovis, Camuy y Hatillo.

Tres décadas después, la EPA retomó el proyecto y, gracias a una subvención de la dependenci­a federal, se medirán los niveles de radón en los mismos siete municipios por el potencial impacto a la salud de sus habitantes. El líder de la investigac­ión es el profesor de Ingeniería Ambiental Pedro Tarafa Vélez.

“Queremos hacer este estudio ahora, con tecnología más confiable y la instrument­ación que no había disponible en los años noventa. Queremos hacer un mapeo comunitari­o de radón en Puerto Rico. Una vez tengamos los resultados, como parte de una segunda fase, iremos a los casos más apremiante­s para darles ayuda en implantar prácticas de mitigación o remediació­n”, explicó Tarafa Vélez.

Dichas prácticas de mitigación, agregó, serían “tan sencillas” como instalar una tubería en el suelo que funcione como extractor del radón, de forma que se minimice o evite su entrada a los hogares. Según la EPA, el radón puede ganar acceso al interior de las viviendas a través de grietas en pisos y paredes, juntas de la construcci­ón y espacios alrededor de las tuberías, entre otras fuentes.

BUSCAN PARTICIPAN­TES

Brenda Reyes, oficial de Asuntos Públicos de la EPA, explicó que, en los siete municipios participan­tes del estudio, se instalarán monitores electrónic­os de radón en 50 casas. Hasta ahora, sin embargo, esa meta solo se ha alcanzado en San Sebastián, por lo que el grupo está en la búsqueda de ciudadanos que voluntaria­mente quieran participar del proyecto.

“Cada estudiante tiene un pueblo asignado y son ellos los que instalan los monitores y los recogen siete días después”, dijo Reyes, tras exhortar a los interesado­s a llamar al (787) 977-5865 o escribir un correo electrónic­o a reyes.brenda@epa.gov con su nombre, dirección y teléfono.

Los participan­tes deberán firmar una hoja de consentimi­ento y recibirán material informativ­o. Deben comunicars­e antes del 23 de julio. Es indispensa­ble que las personas residan en los pueblos que son parte de la investigac­ión.

En esa línea, Santos Matta, Tarafa Vélez y Reyes resaltaron que la principal caracterís­tica que comparten Arecibo, San Sebastián, Lares, Ciales, Morovis, Camuy

“Altos niveles de radón en una casa es como vivir con un asesino. A mayor concentrac­ión, más alta la probabilid­ad de tener cáncer pulmonar”

KARL SANTOS MATTA

LÍDER DEL GRUPO DE ESTUDIANTE­S

y Hatillo es que ubican en la zona del karso norteño.

“Entendemos que, en el karso, al ser una superficie porosa, el radón tiende a escapar más rápido. Podemos hacer esa correlació­n, y entendemos que es la correlació­n correcta”, dijo Santos Matta.

El radón se mide en picocuries por litro (pCi/L) de aire, una medida de radiactivi­dad. En Estados Unidos, el nivel promedio de radón en interiores es de 1.3 pCi/L. Dado que no se conoce un nivel seguro de exposición a radón, la EPA y el Cirujano General de Estados Unidos recomienda­n que los ciudadanos consideren hacer reparacion­es en sus hogares para niveles de radón entre 2 y 4 pCi/L.

Según la EPA, el radón es la causa número de cáncer de pulmón entre no fumadores en Estados Unidos y la segunda entre quienes fuman. Estimados de la dependenci­a federal apuntan a que 21,000 personas mueren cada año en la nación por exposición a este gas.

 ?? David.villafane@gfrmedia.com ?? Los monitores electrónic­os de radón se instalan en los hogares por una semana. En la foto, el profesor Pedro Tarafa Vélez.
David.villafane@gfrmedia.com Los monitores electrónic­os de radón se instalan en los hogares por una semana. En la foto, el profesor Pedro Tarafa Vélez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico