Zoológico de Puerto Rico en deuda con sus veterinarios
Estos profesionales, que velan por la salud de los más de 200 animales de la institución, no han ido a trabajar en lo que va de julio porque les deben miles de dólares
Los veterinarios del Zoológico de Puerto Rico Dr. Juan A. Rivero, en Mayagüez, que velan por la salud de los más de 200 animales de la institución, no han ido a trabajar en lo que va de julio porque les adeudan el pago por los servicios que prestaron durante el pasado año fiscal.
Específicamente, a los veterinarios –que son de la Universidad Ana G. Méndez– se les deben los $187,200 estipulados en un contrato firmado con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) el 20 de julio de 2020.
Según fuentes de El Nuevo Día, el último día que los veterinarios fueron a trabajar al zoológico fue el 30 de junio, cuando finalizó el año fiscal.
Cuestionado al respecto, el secretario auxiliar de Parques Nacionales, Gerardo Hernández, no precisó si los veterinarios están yendo al zoológico, pero aseguró que el contrato entre el DRNA y la Universidad Ana G. Méndez se extendió hasta diciembre próximo.
“Es incorrecto (que no haya veterinarios en el parque). Son tres veterinarios, están los tres todavía y el contrato sigue vigente”, afirmó el funcionario, quien admitió, no obstante, que los profesionales no han recibido los pagos correspondientes por su servicio.
El miércoles pasado, cuando El Nuevo Día solicitó información por primera vez para esta historia, el DRNA no había completado el procesamiento de los pagos a los veterinarios ni el registro de la extensión de su contrato en la Oficina del Contralor. Al cierre de esta edición ayer, dicha información tampoco estaba disponible.
“Creo que la oficina de contratos (del DRNA) estuvo cerrada o tuvo algo en algún momento dado, pero entiendo que se está trabajando en eso”, sostuvo Hernández sobre el acuerdo con los veterinarios.
Mientras, aludió a la pandemia de COVID-19 y otras “cosas ajenas a nuestro control” como las razones para que los pagos a los veterinarios se retrasaran. “Ya todo lo que yo certifiqué se envió a pagaduría. Ayer (el jueves), pregunté en la oficina de finanzas y me dijeron que se envió el pago. Falta que (el Departamento de) Hacienda desembolse”, acotó.
SE VA EL ADMINISTRADOR
A la deuda con los veterinarios, se suma que el administrador del zoológico, Elmer Casiano, saldrá del cargo este próximo 30 de julio, luego de que el secretario del DRNA, Rafael Machargo Maldonado, lo retirara del puesto.
Inicialmente, Hernández había dicho a El Nuevo Día que “se supone que hasta el 15 de julio estuviera (Casiano) en el área. Ayer en la tarde, la agencia informó que el funcionario estaría hasta finales de mes.
Al momento, está en evaluación la búsqueda de la persona que administrará el zoológico en propiedad tras la salida de Casiano, quien entonces estaría destacado en proyectos especiales de recuperación de la institución.
“Sabes que son unos puestos de confianza y el secretario es el que tiene la autoridad. Si él no tiene confianza, pues él es quien procede con ese asunto. Yo no me puedo meter ahí, porque el mío también es de confianza y él, pues, habrá tomado su decisión”, dijo Hernández cuando se le preguntaron las razones para remover a Casiano.
De acuerdo con fuentes de El Nuevo Día, contra Casiano pesaban quejas presentadas por empleados del zoológico debido a su conducta profesional y laboral. Además, fue señalado por supuestamente utilizar el vehículo oficial de la institución para realizar actividades personales y por llegar a trabajar al mediodía.
“Tenía problemas de temperamento y era muy seco y rudo con los empleados. Les reclamaba mucho a los empleados de forma poco respetuosa, al punto en que los empleados acudieron a la unión para someter una queja en su contra”, dijo una fuente bajo condición de anonimato.
Al respecto, Hernández respondió que no le constan las denuncias. “Por mi parte, no puedo decir más allá si él hizo su trabajo y sus funciones”, acotó.
“Cuando hablé con él, estaba allí y siempre que iba al parque, a distintas horas del día, él estaba en el parque. Si era casualidad, era casualidad. Porque yo, cuando visito mis parques nacionales, nunca estoy anunciando que voy para el parque, llego de sorpresa. Y todos los días que llegaba a distintas horas, a veces llegaba a las 7:00 de la noche, allí me lo encontraba a él. Además, acuérdate que uno es un secretario auxiliar, yo dirijo todos los parques nacionales. No estoy en todos los parques a la vez, pero los días que yo visitaba el zoológico, él estaba”, abundó.
Según la fuente que habló bajo anonimato, la salida de Casiano se dio sin que este ordenara el arreglo de la valla metálica (cyclone fence) por la que se presume que escapó el arruí “Rayo Veloz”, que fue rescatado el pasado 22 de abril. Hernández, negó que la jaula de los arruíes no esté arreglada, pero reconoció que no sería hasta ayer en la tarde que acudirá al zoológico para revisar los trabajos.
DETENIDA LA RECONSTRUCCIÓN
Por otro lado, Hernández reconoció que Casiano ejecutó pocos de los trabajos de reconstrucción en el zoológico tras los estragos del huracán María, en 2017, entre los que mencionó el arreglo de aires acondicionados y el sistema eléctrico del parque. No identificó obras directamente relacionadas con los animales.
“Se colocaron los aires acondiciones de las oficinas. Se trabajó con los congeladores del área de suministros. También, se logró trabajar en mejoras del sistema eléctrico y se hicieron varias gestiones que había que atender en su momento”, dijo.
En concreto, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) aprobó $5.5 millones para que el DRNA ejecute la reconstrucción de las jaulas que acumulan problemas en el zoológico, como el área de los caimanes, tortugas, jaguares, tigres, antílopes bongo, puercoespines y la de la elefanta Mundi. Ninguno de esos proyectos ha iniciado.
“(Esos trabajos) están en unos procesos que se seguirán ahora y están trabajando en esa línea”, señaló Hernández, quien no indicó cuándo iniciarán.
Machargo Maldonado no estuvo disponible para atender una entrevista solicitada por este medio. El DRNA tampoco proveyó copia del contrato extendido con la Universidad Ana G. Méndez.
La periodista Heidee Rolón Cintrón colaboró en esta historia.