Virazón con obra en Rincón
Secretario del DRNA ordenó la paralización del proyecto y, dos horas después, enmendó su decisión para que la construcción continúe
A las 5:45 p.m. de ayer, el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael Machargo, enmendó una orden suya que terminó revirtiendo la paralización de la construcción de la piscina en el condominio Sol y Playa, en Rincón, que había emitido tan solo dos horas antes.
La delimitación de la zona marítimo terrestre, que dio paso a la construcción en la playa Los Almendros, está en controversia debido a impugnaciones que alegan que se hizo incorrectamente y a que los expertos del DRNA documentaron que impacta el hábitat de careyes y tinglares, dos especies de tortugas marinas en peligro de extinción.
Machargo firmó ayer, a las 3:13 p.m., una orden de cese y desista para paralizar la construcción de la verja en cemento y el área recreativa del condominio, “como medida cautelar para proteger las tortugas marinas que usan la playa Los Almendros para reproducirse”.
Sin embargo, tan solo dos horas después, el DRNA bajó con una orden enmendada, cuyo único cambio se encuentra en la página 13 del documento: “El cese y desistimiento inmediato de las actividades antes mencionadas se limita al área que quede fuera del área a ser cerrada”. Esta cláusula tiene el efecto de permitir que se continúe con la construcción de una muralla de cemento y la piscina, que los expertos conservacionistas han documentado que impacta el anidaje de las mencionadas especies.
El Nuevo Día supo -a través de una fuenteque, a eso de las 4:00 p.m., surgió un “corre y corre” en la agencia tras recibirse una instrucción para que se enmendara la orden de Machargo.
El borrador de la orden se había preparado desde el domingo pasado, pero no fue hasta cinco días después que lo firmó el secretario en quien el Estado delega el mandato constitucional de conservar los recursos naturales. La diferencia entre la fecha en que se redactó y firmó el documento consta en la hoja.
Ayer, al cierre de edición, el portavoz de prensa del DRNA, Joel Seijo, no contestó llamadas de este diario para conocer la versión de Machargo.
LA ORDEN ORIGINAL
La paralización de la obra, según expedida originalmente, exigía remover todas las varillas metálicas y zapatas de construcción de concreto existentes. En la alternativa, les pedía “elevar del suelo la verja”, a tres pies mínimo, “para que las tortugas puedan ingresar al predio de construcción y anidar”, así como rellenar las zanjas al nivel de la playa para evitar que los animales caigan y queden atrapados.
La vigencia de esta orden se había extendido hasta el 31 de diciembre.
La orden exige restaurar el hábitat costero y establecer un perímetro para proteger el área de anidación de las tortugas marinas tan pronto como en tres días.
“En lo que va de temporada, hay dos nidos de tinglar y cinco de carey... la playa Los Almendros es hábitat de anidación de tortugas marinas durante todo el año”, lee la orden, que contiene informes del coordinador del Proyecto de Tortugas Marinas de la Oficina de Especies en Peligro de Extinción del DRNA, Carlos Diez, y otros funcionarios del DRNA.
Por ejemplo, la coordinadora del Proyecto de Tortugas Marinas del área oeste,
Olga Muñoz, narró el incidente ocurrido el 2 de julio, cuando hallaron 166 huevos de carey a menos de tres metros de la excavación de la piscina. “Esta tortuga estuvo, innecesariamente, más de cuatro horas atrapada bajo estrés dentro de una zona que debería ser su hábitat, pero está completamente obstruido y destruido por esta construcción”, dice el informe.
Diez también informó, en un documento con fecha del pasado domingo, que la playa Los Almendros ha alcanzado los 20 nidos de tortugas marinas por temporada, por lo cual se le considera “un hábitat de anidación importante para dos especies cuyas poblaciones se encuentran en peligro de extinción a nivel mundial”.
Añade que, debido a la erosión costera, “esta playa es de las pocas en la zona que tiene litoral arenoso apto para que ambas especies (carey y tinglar) aniden”.
Asimismo, los técnicos y expertos del DRNA observaron que la verja metálica del condominio reduce el hábitat de las tortugas marinas a la mitad. “Esta construcción en proceso obstaculiza el acceso de las tortugas a su hábitat de anidación, así como presentan amenazas directas sobre estas especies protegidas”, lee la evaluación realizada por los conservacionistas.
La junta directiva de Sol y Playa compartió, a las 5:40 p.m., unas declaraciones escritas con este diario, en las que anticipaban que continuarían con la obra de construcción autorizada por la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
“Concurrentemente, con las obras de restauración solicitadas por el DRNA se continuará con las obras de reconstrucción del área recreativa del condominio Sol y Playa, debidamente aprobadas por la Oficina de Permisos”, leen las declaraciones enviadas en representación de los 46 titulares del complejo.
Este diario solicitó hablar con algún portavoz o el presidente de la junta directiva del complejo de vivienda privada, Carlos Torres Salichs, pero al cierre de esta edición no estuvieron disponibles para contestar preguntas. Sus expresiones de que continuarían con la construcción de sus facilidades recreativas, que incluyen una piscina infinita, se emitieron minutos antes de que se notificara a las partes la orden enmendada que tuvo el efecto de permitirles continuar con la obra.
En sus expresiones, la junta dijo que “reforzarán de inmediato las medidas que ya hemos tomado para proteger adecuadamente el área donde se realiza la reconstrucción y así evitar que alguna tortuga pueda penetrar a esta”.
El DRNA citó a una vista administrativa para el 28 de julio en su sede.
RENUNCIA GERENTE DE PERMISOS
Ayer, la OGPe también confirmó que aceptó la renuncia del gerente de la División Medioambiental, Idelfonso Ruiz, quien es investigado por la Cámara de Representantes ante la apariencia de un conflicto de intereses en el caso relacionado a la construcción de la piscina.
La OGPe inició una investigación sobre los permisos de construcción en este caso en mayo, tras recibir una querella alegando que el deslinde de la zona marítimo terrestre se hizo contrario al reglamento.
Su renuncia surgió un día después de que confirmó que intervino directamente para agilizar el trámite del Permiso Único Incidental (PUI) relacionado con la construcción de la piscina y muro en el condominio, en el que participa su socio de negocios y amigo, Ángel Román Más, como consultor ambiental.