Pareja de Nilda Álvarez describe escena criminal
José Fortuño Candelas fue el primer testigo en la vista preliminar contra José Luis Román Elías, a quien se le imputa el asesinato de la mujer en una égida
“Tenía una sonrisa amable y preciosa”.
Ese fue el rasgo de Nilda Álvarez Lugo que José Fortuño Candelas destacó de su pareja cuando le pidieron describirla mientras declaraba ayer en el Tribunal de San Juan como testigo en la vista preliminar de asesinato contra José Luis Román Elías.
Fortuño Candelas fue el primer testigo. También, fueron citados ayer un agente de la Policía Municipal de San Juan y una investigadora.
Durante su testimonio, Fortuño Candelas contó sobre la relación de dos años que llevaba con la mujer: “Era excelente y con muchos planes que íbamos a hacer”, manifestó.
Pero esos buenos recuerdos no fue de lo único que se le preguntó. Su testimonio se centró en las circunstancias que vivió el 13 de noviembre de 2020 y cómo encontró sin vida a Álvarez Lugo, quien fue asesinada en su apartamento, en el edificio de la égida Balseiro Eldery Housing, en Río Piedras.
Fortuño Candelas relató que después del mediodía intentó comunicarse en varias ocasiones con Álvarez Lugo, pero no recibió contestación.
Ante la preocupación, decidió acudir al lugar, a donde llegó entre las 6:00 y las 6:30 de la tarde. Entró al apartamento usando la llave que tenía, pero antes no probó si la cerradura estaba con seguro.
“Entro al apartamento corriendo gritando el nombre de ella”, recordó. También, dijo que, “cuando llego al cuarto, veo que ella está tirada frente al closet”.
Contó que tocó su pie y la sintió fría. “Ahí, es que me doy cuenta de qué ha pasado, de que está muerta”, dijo en tono pausado. “Llevaba mucho rato, varias horas”.
En el cuarto, observó sangre en el lugar donde estaba el cuerpo. Después de unos segundos arrodillado frente a ella, se fue a la sala, se sentó en el sofá y llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1.
Luego, regresó al cuarto y, al encender la luz, notó que había más sangre en otras partes, como la cama y algunas pertenencias.
También, vio que el escritorio estaba fuera de lugar, despegado de la pared y que no estaba la computadora que Álvarez Lugo había comprado más temprano ese año.
Asimismo, señaló que observó que había una gorra. Fortuño Candelas aseguró que él ni Álvarez Lugo tenían gorras.
De igual manera, declaró que vio manchas de sangre que tenían forma de huellas de zapato en el piso del apartamento y parte del pasillo de afuera, en el piso 10 de la égida.
Mientras el testigo declaraba, Román Elías, de 51 años, se mantenía sentado al lado de su abogado, Jason González Delgado. El hombre se encuentra sumariado después de que no pudiera prestar la fianza de $1.5 millones que le fijaron tras su arresto por presuntamente asesinar a Álvarez Lugo. Román Elías enfrenta cargos por robo agravado, escalamiento agravado, asesinato en primer grado y Ley de Armas.