Ante la nueva realidad universitaria de Puerto Rico
Factores como la pandemia y la baja poblacional han trastocado el sistema educativo público y privado en la isla, con una merma histórica en matrícula y una reducción drástica en profesoras
La profesora Mirna Arroyo Miranda terminó aquel semestre en que todas las clases fueron de modalidad presencial a remoto en cuestión de semanas por la pandemia del COVID-19 y decidió que se tomaría un descanso de los salones de clases.
Fue un escenario abrumador entre la nueva manera de enseñar, la elaboración de materiales distintos para las clases, las limitaciones del sistema tecnológico y las responsabilidades adicionales que le dejaba la pandemia, como la asistencia que le tenía que dar a su madre para protegerla del coronavirus, ya que, por su edad, estaba entre la población más susceptible, y por sus labores ayudando a manejar la pandemia como epidemióloga.
“Y yo no tengo hijos. Otras compañeras lo que hacían era tratar de sobrevivir”, dijo Arroyo Miranda.
En su caso, tomó el descanso de las aulas adelantando su entrada a un equipo de una universidad de Houston que investiga factores que inciden en la demencia. Ella tenía esa alternativa, pero otros no.
Para el año académico que terminó en 2019, las universidades o instituciones postsecundarias públicas y privadas de Puerto Rico tenían, entre todas, 8,915 mujeres en sus facultades. Esta cifra bajó a 6,642 para el año académico siguiente, 2020. Esto implica una reducción de 25%, se desprende de un informe de la Junta de Instituciones Postsecundarias.
Mientras, la cantidad de hombres en la docencia aumentó de 7,164 a 8,129 ese mismo año. Esto es un 13% de alza, de acuerdo con el documento que usa información del Sistema Integrado de Datos de Educación Postsecundaria (IPEDS). La proporción de mujeres enseñando a nivel postsecundario bajó de 55% a 45%. De ordinario, en Puerto Rico el 53% de la población es femenina.
Entre esos años académicos, Puerto Rico lidió, además de con el inicio de la pandemia, con los terremotos de enero de 2020 que afectaron principalmente las instituciones localizadas en el sur y oeste de la isla. Los datos del año académico 2020-2021 no están disponibles todavía. Es en este período que se reflejaría la baja de Arroyo Miranda como profesora en varias instituciones de la isla.
“Yo creo que aquí lo que hay es un elemento cultural y tiene que ver con la expectativa de que las mujeres asumamos la carga principal del cuido de los niños y los padres”, dijo Arroyo Miranda.
“Esto refleja el privilegio masculino. Eso se da en la universidad y en todos los espacios… Esto fue algo que planteamos cuando comenzó la pandemia y se recomendó que todo los que cuidaran a alguien escogieran primero el horario académico”, dijo Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU). La propuesta era un intento de aliviar, al menos, un poco los problemas que se enfrentan los que asumen roles cuidando menores de edad o adultos mayores durante la emergencia salubrista.
La experiencia varía entre las distintas universidades. Por ejemplo, en la Universidad Ana G. Méndez (UAGM) se registró una baja relativa en la proporción de mujeres en la docencia, pero fue muy baja, de apenas un punto porcentual, precisó Mayra Cruz Rivera, vicepresidenta de Mercadeo y Asuntos Estudiantiles de la institución. Por su parte, Jackeline Álvarez, vicepresidenta de Asuntos Académicos y Estudiantiles de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), afirmó que los márgenes por género se han mantenido igual en los últimos años, en parte, porque tienen relativamente pocas bajas de personal. Directivos de la Universidad de Puerto Rico no estuvieron disponibles para exponer la impresión de la institución sobre este tema.
La UAGM, la UIPR y la UPR cargan con el 66% de los estudiantes postsecundarios en Puerto Rico.
No se tiene claro si se trata de un cambio que se está dando en todas las instituciones o si está siendo impulsado por algunas entidades que están reorganizando sus operaciones como consecuencia de la pandemia del COVID-19 y de la merma en estudiantes que se percibe desde el año académico 2012-2013 y que se ha intensificado en tiempos recientes.
CADA VEZ MENOS ALUMNOS
Según datos del Compendio Estadístico de Educación Superior, entre los años académicos 2011-2012 y 2019-2020 la matrícula consolidada de todas las instituciones postsecundarias en Puerto Rico perdió 63,537 alumnos. Fueron de 250,011 a 186,474 estudiantes.
La peor parte de las mermas se registraron a partir del azote del huracán María en septiembre de 2017. Desde el año académico 2011-2012 hasta el 2016-2017, que terminó pocos meses antes del ciclón, la matrícula postsecundaria del país se reducía a una tasa de 1.8% anual. Después de eso, las mermas han promediado 5%. Es
“Yo creo que aquí lo que hay es un elemento cultural y tiene que ver con la expectativa de que las mujeres asumamos la carga principal del cuido de los niños y los padres también”
MIRNA ARROYO MIRANDA ACADÉMICA
“Es un impacto que ya lo estamos viviendo con la merma de estudiantes… El tema de la natalidad es crítico. Es algo que tenemos que plantearnos como país”
MAYRA CRUZ RIVERA VICEPRESIDENTA DE MERCADEO Y ASUNTOS ESTUDIANTILES DE LA UNIVERSIDAD ANA G. MÉNDEZ