Ofrecen ayuda a peloteros retirados
La organización Celebridades del Béisbol Doble A de Puerto Rico brinda asistencia a deportistas jubilados que representaron al país en esa liga en décadas pasadas
Son muchos los peloteros que le dieron gloria a Puerto Rico a través de la Liga del Béisbol Superior Doble A en décadas pasadas y que ahora necesitan un apoyo que les permita tener calidad de vida.
Ese es, precisamente, el objetivo de la organización Celebridades del Béisbol Doble A de Puerto Rico, cofundada hace 14 años por el jugador retirado Juan Medina Pérez.
A sus 68 años, Juan se dedica a identificar peloteros que representaron a Puerpersonas to Rico en las décadas del 60, 70 y 80 y que ahora necesitan asistencia social, económica y, hasta espiritual, pues no hay otras entidades que cumplan esa función. Explica que algunos peloteros retirados no tienen Seguro Social, lo tienen, pero reciben muy poco, viven solos y no tienen una red de apoyo o no cuentan con transportación, entre otras circunstancias que afectan su calidad de vida.
“Le dieron mucha gloria a Puerto Rico en el béisbol, pero luego que terminaron de jugar se quedaron en el olvido y muchas no saben de ellos”, lamenta Juan, al destacar que la difusión de los logros de esos peloteros era mucho más limitada que ahora, cuando hay más medios de comunicación.
Destaca que la organización está dividida en 12 áreas, una de ellas en Estados Unidos, y que entre sus miembros hay jugadores, árbitros y comentaristas deportivos, como Ignacio Reinosa, Jesús “Motora” Feliciano, Luis Alberto “Pegui” Mercado y Carlos Ramos, quienes fueron miembros del equipo nacional, y el miembro honorario Osvaldo Gil.
LABOR COMUNITARIA
“Esto comenzó en una actividad en Aguadilla, cuando recaudamos fondos para ayudar a Alcides Curet, quien fue el mejor bateador de Puerto Rico, con el récord de más hits de un equipo Doble A. No tenía recursos y nos reunimos para ayudar”, recuerda Juan, quien también formó parte del Equipo Nacional de Puerto Rico.
La necesidad que continuaron identificando provocó que el grupo creciera y que, en 2014, se incorporara como organización sin fines de lucro. Actualmente, tiene 12 delegados. Y la directiva la componen Juan Medina, presidente; Pegui Mercado, vicepresidente administrativo; María del Carmen Rivera, secretaria; Luis Muñoz, te
“Queremos ayudar porque fueron personas que se sacrificaron por el deporte y el béisbol Doble A no sería lo que es hoy día sin ellos”
JUAN MEDINA PÉREZ COFUNDADOR DE CELEBRIDADES DEL BÉISBOL DOBLE A DE PUERTO RICO
sorero; y Rubén Robles, vicepresidente misionero.
“Todos, de una forma u otra, somos del béisbol romántico de los 60, 70 y 80; jugadores, árbitros, apoderados o fanáticos”, detalla sobre los miembros de la organización. “Tenemos personas que han ido a olimpiadas, han ganado medallas y otros que han ganado en Puerto Rico”, abunda Juan sobre los miembros del grupo, que pagan una membresía de $10 anuales, y de las personas a quienes ayudan.
Sobre las ayudas que ofrecen, Juan dice que han dado dinero, han donado sangre, han entregado compras -particularmente luego del huracán María, los terremotos y durante la pandemia de COVID-19- han acompañado personas a citas médicas, pagado deducibles y han donado equipo médico duradero, como sillas de ruedas y sillas para el baño.
“Hemos hablado con alcaldes para que les den una ama de llaves, visitamos personas que están enfermas” para ofrecer acompañamiento. “Tenemos como cinco o seis que viven en asilos y otros que los cuidan en sus casas”, y de todos están pendientes. “A veces son los vecinos quienes nos avisan de la necesidad”, agrega.
Las personas interesadas en aportar a la labor voluntaria que realiza la entidad o que quieran solicitar ayuda para algún pelotero retirado, pueden comunicarse con Juan al número 787-372-1814.
“Queremos ayudar porque fueron personas que se sacrificaron por el deporte y el béisbol Doble A no sería lo que es hoy día sin ellos. Le debemos mucho a esas generaciones del 60 y el 70. Hay muchos enfermos, y con incapacidades. Queremos darles calidad de vida, que tengan una vida digna. Esa es nuestra mayor función”, afirma Juan, quien trabajó como maestro hasta jubilarse.