RAZONES POR LAS QUE DEBEMOS BUSCAR AYUDA EMOCIONAL
Cuando reconocemos la importancia de la interacción entre la mente y el cuerpo, sabemos que ser negligentes en alguna de las dos áreas, puede ser perjudicial.
Sin embargo, existen personas que no le prestan el mismo nivel de atención a lo mental que a lo físico. Vemos personas que van a exámenes anuales físicos, pero ni consideran el hacerse un chequeo psicológico.
Es importante analizar las razones que le impiden a estas personas valorar su salud mental, y así ofrecer alternativas que las muevan hacia un mejor entendimiento de la necesidad de atenderla y cuidarla tanto como la dísica, en busca de tener una mente serena.
Entre los estigmas que existen sobre las personas que buscan servicios de salud mental figuran creencias erradas de que quienes tienen problemas emocionales son peligrosas, locas, no se recuperarán y que tienen la culpa de su estado. Además, muchos piensan que son una carga para sus familiares, y que los servicios de salud mental no son accesibles, ni asequibles.
Estas creencias erradas se deben a la falta de conocimiento sobre las enfermedades mentales, así como a información incorrecta que pasa de generación en generación. También responden a la ansiedad por interactuar con alguien que se percibe diferente a uno, así como a creencias incorrectas sobre capacidades o la eficacia profesional.
Es importante desmitificar estas creencias que, al final del día, son disuasivos que evitan la búsqueda de servicios de salud mental. Es vital recordar que la psicología ha trascendido a través del tiempo.
Hay evidencia de que los servicios de salud mental existen desde las civilizaciones antiguas de Grecia, Egipto, China, India y Persia. Estas conocían y estudiaban las condiciones de salud mental. Aunque se diferenciaban en cómo atendían las condiciones psicológicas, sí eran conscientes de que la mente existía y que su salud era importante.
La psicología ha trascendido a través de las décadas. Aunque por mucho tiempo se trabajó con la patología (trastornos de salud mental), actualmente también se trabaja en prevención y bienestar. Es decir, cualquier persona puede ir a terapia y beneficiarse de una perspectiva objetiva de los asuntos que vive cotidianamente. Es importante mencionar que existen muchos problemas de salud mental que tienen tratamiento y cura. Hasta en los peores casos se pueden usar un sinnúmero de estrategias para manejar los síntomas de condiciones severas. Pero, para esto, hay que aceptar que se necesita ayuda y buscar el apoyo de profesionales de salud mental. Si un amigo dice sentir dolor al masticar, le decimos que visite a un dentista. Igual, debiéramos pensar sobre nuestro dolor emocional cuando es recurrente, difícil de manejar o nos afecta nuestra vida diaria. Esto demuestra sensatez y capacidad de reconocer que mejor atendemos el síntoma rápido antes de que se complique. El que algunos lo equiparen a debilidad de la persona no hace sentido.
La raíz de muchos trastornos de salud mental es desconocida, usualmente se dan por orígenes biológicos combinados con factores que influyen en el ambiente. Es decir, podemos quitarle la culpa de tener una enfermedad de salud mental a las personas que las sufren y a sus familias.
De lo que sí debemos responsabilizarnos, es de ofrecerle apoyo y recomendarle terapia a quien lo necesita.
En Puerto Rico hemos pasado por mucho en los pasados años y seguramente nos pudiéramos beneficiar de unas sesiones de psicoterapia.
Hoy día existen planes médicos privados y públicos que costean completa o parcialmente los servicios. También, hay programas graduados en psicología accesibles alrededor de la isla que actualmente ofrecen servicios gratuitos o a bajo costo presencial y hasta virtualmente.
Adicional, existen clínicas integradas de salud mental, clínicas multidisciplinarias y proveedores individuales que ofrecen servicios. Cuando hablamos de profesionales de salud mental debemos reconocer que no somos un billete de 100 para agradarle a todas las personas.
Por esto, es importante reconocer que debemos buscar una persona con quien nos sintamos en comodidad para hablar hasta los asuntos que nos provocan incomodidad y vergüenza.
Sabemos que recuperarnos y mantener salud mental mientras enfrentamos los retos que inevitablemente nos trae la vida es posible, pero debemos primero abrirnos a aceptar y buscar ayuda profesional cuando es necesario.
Es posible lograr una mente serena. Atrévete a intentarlo.