Medicaid y el COVID en la agenda
El gobernador tuvo reuniones, en la Casa Blanca y el Congreso, mientras anoche se reunía con los delegados electos para cabildear por la estadidad
WASHINGTON.– El gobernador Pedro Pierluisi combinó ayer reuniones en la Casa Blanca, el Congreso y una presentación en su alma mater de Derecho con un encuentro que tendría anoche con los funcionarios electos para cabildear por la estadidad, que están en medio de la que, hasta hora, es su peor crisis interna.
Tras llegar tarde el martes a Washington D.C., Pierluisi se reunió en la Casa Blanca con Gene Sperling, economista que supervisa el plan de rescate contra el coronavirus, quien expresó particular interés en conocer los planes para que llegue a quienes cualifican el crédito federal por niños dependientes (CTC, en inglés), que puede alcanzar los $3,600.
Sperling le pidió la reunión ante el reto que han tenido en Estados Unidos para hacer llegar el CTC a los que lo necesitan. “Quiere estar seguro de que, en Puerto Rico, no pase lo mismo”, dijo Pierluisi, quien prevé iniciar una campaña educativa con la ayuda de grupos sin fines de lucro. En la isla, el crédito se podrá solicitar plenamente a partir de 2022 rellenando la planilla contributiva federal.
El mandatario también trató con Sperling -pero en una reunión independiente encabezada por la copresidenta del grupo interagencial de trabajo de la Casa Blanca, Julie Chávez Rodríguez- la respuesta de su gobierno a la emergencia del coronavirus y el status del proceso de transformación energética, sobre el cual se vio involucrado a principios de semana en una disputa con la comisionada residente en Washington, Jenniffer González.
Con Gina McCarthy, asesora de Biden sobre cambio climático, Pierluisi repasó los detalles del proceso que busca rehacer el sistema eléctrico. El gobernador dijo que la Casa Blanca está de acuerdo en que el proceso de transición hacia un sistema plenamente dependiente de fuentes renovables debe incluir plantas de gas natural.
Sus reuniones incluyeron una con el líder de la mayoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), y otra con el líder de la minoría republicana en la Cámara baja, Kevin McCarthy (California), de quienes recibió respaldo para elevar a 76% por ley permanente la aportación federal por servicio de Medicaid, conocida por sus siglas en inglés, FMAP.
Aunque el Departamento de Salud de Estados Unidos ha interpretado que una ley de 2019 garantizó “a perpetuidad” una asignación de cerca de $3,000 millones anuales a Puerto Rico en fondos de Medicaid,
todavía hay que elevar el FMAP, fijado en 55% por ley permanente, para darle estabilidad a ese programa en la isla, que financia en gran medida el plan de salud Vital del gobierno puertorriqueño.
Pierluisi no quiere que se impulse ahora una legislación que asigne solo por unos años la misma cantidad de fondos que garantiza la Casa Blanca, para evitar que una futura administración interprete que, al vencer ese estatuto, Puerto Rico caería al nivel más bajo -de $392.5 millones- que se pensaba imponía la ley permanente.
Al mediodía, Pierluisi sacó unos 45 minutos para un conversatorio con ocasión del Mes de la Herencia Hispana con la decana de la Escuela de Derecho de la Universidad George Washington, Dayna Bowen Matthew, sobre su vida y particularmente como servidor público.
En el evento, Pierluisi destacó el reto que considera le ha representado establecer un balance entre velar por la salud de los residentes en Puerto Rico durante la pandemia del coronavirus y evitar mayores quebrantos en la economía. “No es fácil proteger la salud de las personas mientras se asegura una calidad de vida adecuada”, dijo.
Pero se mostró orgulloso de que Puerto Rico sea, en estos momentos, la jurisdicción federal con la segunda tasa más alta de vacunación, un asunto que también resaltó en sus reuniones con la Casa Blanca y los líderes del Congreso. Llamó la atención a que, contrario a Estados Unidos, en la isla las medidas de seguridad contra el COVID-19 no son “un asunto político”.
Como el gobernador, líderes del Partido Popular Democrático (PPD) han tenido reuniones esta semana en la capital estadounidense, entre ellos, el presidente del Senado, José Luis Dalmau Santiago, y el de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández Montañez, así como el senador Juan Zaragoza y el líder de la Asociación de Alcaldes, Luis Javier Hernández.
Entre los cónclaves de ayer, destacaron la conversación con el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Richard Neal (Massachusetts), con el que, según Hernández Montañez, buscaban examinar la opción de mejorar los créditos por empleo que el congresista ha propuesto para subsidiarias estadounidenses en los territorios, como parte del proyecto de reconciliación presupuestaria.
Mientras, la comisionada González recibió ayer a un grupo de mujeres legisladoras y activistas del Partido Nuevo Progresista (PNP) que viajaron a promover la estadidad para la isla. Antes de reunirse con González, estuvieron el martes frente a la Casa Blanca, donde el exgobernador Ricardo Rosselló Nevares comenzó un “reto” por las redes sociales para que activistas promuevan la estadidad con una cartulina en mano durante 51 minutos.
El gobernador dijo que vería anoche al grupo de mujeres del PNP. Pero antes se reuniría, desde la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prfaa), con los seis funcionarios electos para cabildear por la estadidad que están en medio de su batalla interna más reciente, luego de la cadena de imputaciones y denuncias entre Elizabeth Torres y la exsenadora Melinda Romero Donelly.
Romero Donelly ha imputado a Torres no cumplir con su trabajo. Torres dice que sus prioridades son, en ese orden, combatir la perspectiva de género, promover la estadidad y eliminar las condiciones de restricción domiciliaria al indulto que se le otorgó a su compañero, Edwin Domínguez.
“En la Casa Blanca, están impresionados de los logros que hemos obtenido y el (alto) nivel de vacunación” PEDRO PIERLUISI GOBERNADOR