Muere otra embarazada por el virus
Varios profesionales de la salud advierten sobre la importancia de que las gestantes se inoculen para que no pongan en riesgo sus vidas y las de sus bebés
Una quinta embarazada contagiada con COVID-19 falleció el martes en Puerto Rico confirmaron ayer varios médicos que lamentaron que esta situación siga ocurriendo, principalmente en gestantes no vacunadas.
“La mayoría (de las embarazadas fallecidas por esta causa en el país) tenían bebés prematuros y no se han salvado”, aseguró el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos.
El también pediatra advirtió que el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología y otras organizaciones de salud recomiendan la vacunación durante el embarazo.
“Vacunarse contra el COVID-19 puede protegerla de enfermarse gravemente a causa del COVID-19”, reiteran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Además, advierten que embarazadas o que han dado a luz recientemente tienen más riesgo de enfermar gravemente por el COVID-19 que mujeres no gestantes.
“Cada vez hay más evidencia disponible sobre la seguridad y efectividad de la vacunación contra el COVID-19 durante el embarazo”, aseguran los CDC.
Ramos señaló que, debido a que las embarazadas tienen su sistema inmune más debilitado durante el período de gestación, deben vacunarse.
En ese contexto, lamentó que hayan profesionales de la salud recomendándoles a sus pacientes embarazadas que no se vacunen.
El doctor Nabal Bracero, subespecialista en endocrinología reproductiva e infertilidad, informó que la embarazada fallecida esta semana en Puerto Rico tenía 28 años y no se había vacunado.
“Le hicieron una cesárea de emergencia, pero el bebé era prematuro y no sobrevivió”, lamentó sobre el caso que se atendió en el Hospital Universitario.
El galeno enfatizó que resulta muy “temerario” que profesionales de la salud y otras personas se expresen en contra de la vacunación para embarazadas.
“El mensaje es claro. Si te vacunas, te va a ir mejor”, dijo, al comentar que la mayoría de las embarazadas del país fallecidas por complicaciones asociadas al COVID-19 no se habían vacunado contra este virus.
Explicó que las embarazadas no solo tienen su sistema inmune comprometido por su preñez, sino que, en el tercer trimestre de gestación, pueden tener problemas de respiración, ya que no tienen tanto espacio en el diafragma (músculo debajo de las costillas). Por esa razón, dijo, se pueden complicar con cualquier condición respiratoria, como asma.
Agregó que las embarazadas también tienen su sistema de coagulación predispuesto a activarse, siendo los trastornos en la coagulación de la sangre una de las manifestaciones clínicas del virus.
“Se puede afectar la placenta y provocar partos prematuros, lo que ya ha ocurrido en otros casos”, expresó Bracero, al lamentar que la mayoría de las embarazadas fallecidas por COVID-19 en la isla han sido mujeres entre los veinte y poco más de los treinta años.
Bracero resaltó que las vacunas contra este virus, especialmente las de Moderna y Pfizer, son seguras y eficaces en embarazadas y sus criaturas por nacer. De igual forma, son seguras para mujeres lactantes y otras que estén en edad reproductiva y buscando un embarazo.
“Es una fuente protectora pasiva que entra intraútero en las embarazadas y por la lactancia en lactantes. No hay evidencia de riesgo ni a la mamá ni al bebé”, afirmó.
Advirtió que las vacunas tampoco afectan el material genético (DNA) de la persona, una de las teorías que ha circulado.
“Es imposible que se modifique el DNA porque las vacunas RNA no entran nunca al núcleo de la célula”, reiteró.
Según la doctora Carmen Zorrilla, catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, en Estados Unidos una de cada cuatro embarazadas se ha vacunado contra el virus. Aunque localmente no hay datos oficiales, estimó que menos de una tercera parte de las embarazadas del país se ha inoculado. El registro de vacunación en Puerto Rico no documenta si la mujer vacunada está embarazada o no.
“La mayoría dice que se va a vacunar después de parir, pero (si se vacuna en el embarazo) por la placenta (protege) y el bebé nace con algunas defensas contra el COVID”, señaló, al reiterar que las manifestaciones de este virus son más serias y peligrosas durante el embarazo.
De la misma forma, indicó, que las lactantes que se inoculan pasan anticuerpos del virus a sus bebés por la leche materna.
“Una embarazada (contagiada) tiene más riesgo de usar respirador artificial, estar en (cuidado) intensivo y morir”, sostuvo. Advirtió que se exponen a desarrollar preeclampsia o presión arterial alta, tener parto prematuro y que el bebé fallezca en el útero, entre otras complicaciones.
“Por eso, la recomendación es que se vacunen lo más pronto posible”, dijo.
Sobre la embarazada contagiada que murió esta semana, indicó que es una de las cuatro gestantes infectadas con el virus con complicaciones severas que se han atendido en Centro Médico en los últimos tres meses. Actualmente, dijo, queda una en el área de intensivo.
Por su parte, el secretario de Salud, Carlos Mellado, insistió en la vacunación.
“La creciente evidencia de estudios clínicos sobre eficacia y seguridad de las vacunas ha demostrado que los beneficios superan cualquier riesgo. Hoy, más que nunca, ante el aumento de la circulación de la variante delta, urge la vacunación en este grupo”, concluyó Mellado.