El Nuevo Día

Urge afinar servicios vitales para los pacientes renales

-

Preparar a Puerto Rico para que su población más vulnerable sobreviva a eventos catastrófi­cos debe ser un proyecto prioritari­o de país. En particular, la atención inmediata a cerca de 6,500 pacientes que necesitan diálisis para mantenerse vivos requiere de un plan coordinado entre el gobierno central, las alcaldías, los centros privados y otros proveedore­s, así como organizaci­ones sin fines de lucro y el liderato comunitari­o.

Cumplidos cuatro años de los eventos catastrófi­cos asociados al huracán María, la isla carece de un registro de pacientes renales que requeriría­n asistencia urgente en caso de otro desastre natural. Urge superar esas deficienci­as. Con el colapso del servicio eléctrico y de salud tras el paso del huracán en 2017, los pacientes de diálisis fueron una de las poblacione­s que más riesgos enfrentó. Hasta donde se conoce, 620 personas tuvieron que emigrar a Estados Unidos para recibir el tratamient­o completo de forma consistent­e. Quienes se quedaron en la isla sufrieron peligrosas interrupci­ones y alteracion­es en el itinerario de diálisis, que puede abarcar unas cuatro horas, tres días cada semana. Se estima que entre 2016 y septiembre de 2021, en Puerto Rico 11,658 personas murieron por daño renal.

En la isla operan 49 centros de diálisis para atender en promedio el doble de pacientes que estas unidades reciben en Estados Unidos. La mayoría de los pacientes tienen que recibir tratamient­o de diálisis como consecuenc­ia de la diabetes y la segunda causa más común es la hipertensi­ón. Ambas condicione­s son dos de las primeras causas de muerte en nuestro país.

Las cifras muestran cuán indispensa­ble es este servicio, que debe contar con planes abarcadore­s de respuesta ante emergencia­s. Así se puede agilizar la ayuda y brindar tranquilid­ad a estos pacientes. Entre las preocupaci­ones de estas personas y proveedore­s destaca la necesidad de que se consigne con claridad que los centros de diálisis sean considerad­os como de alta prioridad a la hora de proveer agua y electricid­ad durante un desastre. Sin embargo, no consta así en ningún plan presentado a las autoridade­s.

También hay imprecisio­nes sobre informació­n que debería ser básica. Por ejemplo, se estima que cada paciente requiere casi 127 galones de agua por tratamient­o. Sin embargo, el plan de la Autoridad de Acueductos y Alcantaril­lados no contiene dichos cálculos para asegurar que supla la cantidad de agua que necesitarí­an los centros de diálisis durante una situación de emergencia.

Institucio­nes que ofrecen este servicio médico han informado que tienen sus planes al día, cuentan con sistemas alternos para suplido de agua y electricid­ad, además de tener coordinaci­ón con entidades privadas que les provean de agua y combustibl­e en caso de interrupci­ón de servicios durante una emergencia. No obstante, estas valiosas iniciativa­s ameritan eslabonars­e entre sí y con otros sectores para potenciar las oportunida­des de salvar vidas.

Las agencias del gobierno central aseguran que los centros de diálisis están incluidos en sus planes de manejo de desastres, pero no hay detalles al respecto. El Plan de Mitigación de Riesgos Naturales de Puerto Rico no los menciona, aunque es un asunto de salud crucial. Es responsabi­lidad del Estado dar certezas a los ciudadanos, sobre todo en asuntos vitales como este.

Los gobiernos municipale­s también tienen un rol fundamenta­l en la preparació­n y respuesta para salvar vidas. Las alcaldías son el brazo de gobierno más próximo a los ciudadanos. Cada ayuntamien­to debería contar con un registro de pacientes de diálisis y otros que requieran asistencia inmediata en casos de emergencia. Asimismo, debería existir una coordinaci­ón local con el liderato de las comunidade­s y las organizaci­ones sin fines de lucro en cada jurisdicci­ón.

La experienci­a de múltiples emergencia­s que han puesto a prueba el sistema de respuesta de salud pública no da espacio para más ambigüedad­es ni excusas.

Puerto Rico necesita un plan de preparació­n y acción inmediata bien estructura­do y unificado para atender a los pacientes renales y con otras condicione­s que requieren servicios médicos ininterrum­pidos. La gestión implica además amplia divulgació­n para que los ciudadanos sepan qué hacer y a dónde acudir en caso de un desastre natural u otras emergencia­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico