El Nuevo Día

Los cabilderos, un ensayo de mal gusto

- Anibelle Sloan Abogada

Los llamados “cabilderos” de la estadidad no parecen cumplir con sus obligacion­es de ley, a pesar de que la “Ley para crear la Delegación Congresion­al de Puerto Rico” le impone escasas responsabi­lidades al grupo de seis “delegados especiales”. En los casi tres meses en que han ejercido el cargo, han sido protagonis­tas de múltiples controvers­ias públicas, sin demostrar resultados cónsonos con sus deberes.

Desde el primer día se cuestionó si Ricardo Rosselló podía ocupar el cargo, debido a que no era residente de Puerto Rico, ni de Washington, DC, incumplien­do el requisito de residencia. Unos días después se hizo viral en las redes sociales un video de María “Mayita” Meléndez, del cual parecía surgir que ella no domina el inglés, aun cuando la ley lo establece como requisito. Melinda Romero amenazó con demandar al gobierno porque no estaba de acuerdo con el salario de $90,000 anuales, más $30,000 para gastos por reembolso, ni con el Reglamento que les aplicaría a los delegados.

Los delegados solo pueden entrar al Congreso por cita previa, como cualquier hijo de vecino, por lo que prácticame­nte no han estado presentes en Washington, DC. Según los reembolsos solicitado­s hasta agosto, Zoraida Buxó solo estuvo dos semanas, Elizabeth Torres cuatro días, Romero y Rosselló no solicitaro­n reembolsos. Esto aparenta otro incumplimi­ento con la ley, que les exige “trabajar activament­e a tiempo completo”.

Ante la opinión pública que les imputa inacción y ausencia de resultados, Rosselló y Romero se pararon solos frente a la Casa Blanca para publicar sus fotos con una cartulina, de las que usan los niños y niñas de escuela elemental, escrita en “sharpie” negro pidiendo la estadidad. Ni teniendo $30,000 para gastos pudieron llevar un podio y preparar un rótulo de imprenta que le diera cierta seriedad a su gestión. Para coronar el esfuerzo, Elizabeth Torres ha expresado en un video que esta delegación no va a traer la estadidad para Puerto Rico, porque según dijo la estadidad es “un espejismo para avanzar la agenda del PNP de perpetuars­e en el poder, de manera a mi juicio corrupta”. Serias acusacione­s contra sus pares.

Todo un espectácul­o el de esta delegación, que parece sacada del mundo del entretenim­iento. Los delegados son motivo de memes y parodias diarias. Se han convertido en toda una atracción mediática, en un ensayo de mal gusto, muy alejados de sus obligacion­es de ley. Estamos ante una delegación que no tiene la capacidad para llevar a cabo la tarea que se le encomendó, evidencian­do una vez más el despilfarr­o de fondos públicos que representa.

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