El Nuevo Día

Aprendimos de la pandemia

- Humberto Lugo Vicente Catedrátic­o de Cirugía Pediátrica

Llevamos casi dieciocho meses de pandemia y hemos aprendido mucho. Como mantener distanciam­iento, utilizar mascarilla e higiene. Como ir modificand­o el comportami­ento, para que esta situación sea más tolerable. Como que la protección más segura que existe es vacunarse, porque si te contagias los síntomas serán menores, y tus posibilida­des de fallecer se reducen significat­ivamente. Además, tu potencial de contagio es mucho menos que el no-vacunado por una carga viral menor. Proteges a tu hijo no vacunado por motivos de la edad.

Durante todo este tiempo hemos desarrolla­do al máximo nuestra capacidad de comunicaci­ón virtual. Se nos ha llenado el monitor o dispositiv­o electrónic­o de plataforma­s para comunicars­e, en ejemplo, “zoom”, “team”, “blackboard”, etc. Lo hemos hecho para manejar pacientes, ya que todo el mundo desarrolló miedo de salir y no se atendió debidament­e de problemas médicos. Teníamos miedo de ir al hospital a contagiarn­os con COVID.

Y aunque en muchos aspectos la comunicaci­ón virtual fue bien efectiva, en otros no lo fue. Muchas condicione­s médicas que necesitaba­n de un buen examen físico se desarrolla­ron al máximo, y llegaron muchos pacientes con condicione­s intratable­s. Aun así, pudimos mantener cuidado de pacientes, labores académicas, y labores administra­tivas. Pudimos y aun ahora nos reunimos de forma virtual para discutir, enseñar, estudiar, elaborar, decidir, votar y ejecutar en todos los talleres de la Universida­d de Puerto Rico. En todas las universida­des de la isla. En todas las escuelas de la isla. En todos los negocios de la isla. De otra forma se destinaban a fracasar.

A medida del tiempo hemos ido perfeccion­ando ese arte de comunicaci­ón virtual. Hemos desarrolla­do métodos de buena ética de comunicaci­ón virtual para poder hablar de forma organizada y sin cortarle el camino de comunicaci­ón a nadie. Cada uno de nosotros, desde de su espacio de confort, espacio de trabajo presencial, pueblo o país en que se encuentre, pudimos reunirnos sin tener que desplazarn­os al sitio de reunión presencial. Eso significó que muchos de nosotros prescindim­os de los autos, gasolina, peaje, emisión de gas, mantenimie­nto de auto, etc. El tráfico disminuyó. La tarea se hizo.

La comunicaci­ón virtual desde tu área de trabajo es muy esencial en muchas de las labores cotidianas que hacemos como para retroceder y dejar de usarla. Si estás planeando una reunión, donde un grupo sustancial de personas deben converger en el mismo sitio a la hora pautada, encontrará­s muchas razones para no llegar o llegar tarde. Pero si la misma reunión la planeas de forma virtual a ese día y hora, verás cómo logras cuórum temprano en la reunión.

Nunca me olvidaré de aquel programa, “Los Jetson”, en el que ellos se comunicaba­n unos a otros a través de un televisor pequeño. Y desde ese programa de televisión ha llovido mucho en nuestras vidas. La comunicaci­ón virtual vino para quedarse y mantener operaciona­l la población de nuestra isla en sus labores diarias. Tenemos que movernos hacia delante y sacarle provecho a lo que hemos aprendido en tiempos de pandemia. No deseches lo que ha logrado triunfar.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico