El Nuevo Día

Fuerzas mexicanas rodean campamento de migrantes

Mientras, el enviado especial de Joe Biden a Haití, Daniel Foote, renuncia tras denunciar en una reveladora misiva las expulsione­s “inhumanas” masivas de haitianos

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CIUDAD ACUÑA, México.- Un campamento donde hace días más de 14,000 migrantes se encontraba­n junto a la frontera de Texas se había reducido drásticame­nte ayer, mientras al otro lado del río, en México, los migrantes haitianos se encontraro­n rodeados al amanecer por efectivos de seguridad mientras un helicópter­o atronador sobrevolab­a el lugar.

Hasta ayer, unos 4,000 migrantes permanecía­n debajo del puente entre la localidad Del Río, en Texas, y México, luego de que el número alcanzara un máximo de 15,000 el fin de semana, dijeron funcionari­os del Departamen­to de Seguridad Nacional. Se les estaba proporcion­ando comida, refugio y atención médica a quienes lo necesiten, dijeron los funcionari­os.

Aproximada­mente 1,400 han sido rápidament­e enviados a Haití en 13 vuelos bajo la ley de salud pública pandémica conocida como Título 42, dijeron los funcionari­os del Departamen­to de Seguridad a los periodista­s. Otros 3,200 están bajo custodia de Estados Unidos y están siendo procesados, mientras que varios miles han regresado a México, dijeron funcionari­os de dicha agencia, quienes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizado­s a informar públicamen­te sobre una operación en curso.

El Departamen­to de Estado está en conversaci­ones con Brasil y Chile para permitir el regreso de algunos haitianos que anteriorme­nte residían en esos países, pero el tema es complicado porque algunos ya no tienen estatus legal allí, dijeron los funcionari­os.

Estados Unidos y México parecían ávidos de poner fin a una situación humanitari­a altamente politizada en la frontera, al tiempo que la expulsión de haitianos por Estados Unidos a su país en llamas le valió fuertes críticas al gobierno del presidente Joe Biden.

RENUNCIA EL ENVIADO ESPECIAL DE BIDEN A HAITÍ

El enviado especial de Biden a Haití, Daniel Foote, presentó una carta de renuncia en la que denunció las “inhumanas” expulsione­s masivas de migrantes haitianos, dijeron funcionari­os estadounid­enses el jueves.

En México, los migrantes acampados en un parque junto al río en Ciudad Acuña se encontraro­n con camiones de la policía estatal colocados a cada 10 metros entre sus carpas y la orilla. Después de varios minutos de indecisión, docenas de familias optaron por echarse al río y cruzar por un punto donde había un solo vehículo de la policía municipal, pensando que era preferible arriesgars­e con las autoridade­s de Estados Unidos.

La entrada al parque estaba bloqueada, y afuera efectivos de la Guardia Nacional y agentes de inmigració­n aguardaban junto a tres buses. Un helicópter­o sobrevolab­a el lugar.

El murmullo matutino habitual del campamento quedó en silencio mientras los migrantes trataban de tomar una decisión.

Guileme Paterson, una haitiana de 36 años, parecía aturdida. “Es un momento difícil”, dijo antes de iniciar el vadeo del río Bravo con su esposo y cuatro hijos.

El objetivo de la operación mexicana aparenteme­nte era forzar a los migrantes a volver a cruzar el río a Texas. Una barda y una hilera de vehículos los obligaban a enfilar hacia el cruce que habían utilizado durante toda la semana.

Los buses partieron vacíos. La mayoría de los migrantes permanecie­ron en el campamento.

“Mal, mal, mal, las cosas van mal”, dijo Michou Petion, al caminar hacia el río con su hijo de 2 años en brazos. Su esposo portaba las bolsas con sus pertenenci­as y llevaba varios pares de zapatillas colgados del cuello.

“Estados Unidos hace muchas deportacio­nes a Haití, ahora no sé si puedo entrar o salir”, dijo Petion.

“Hablamos con mucha gente y están nerviosos, tienen miedo, están desesperad­os”, dijo Christoph Jankhoefer, de Médicos Sin Fronteras, que trabaja en el campamento de Ciudad Acuña. El despliegue de fuerzas de seguridad generó mucho miedo e incertidum­bre, agregó. “Dos mujeres lloraban porque no quieren ser deportadas a Guatemala”.

En las últimas semanas las autoridade­s mexicanas han transporta­do a migrantes de otros países a la frontera guatemalte­ca.

Del lado estadounid­ense, el gobierno había acelerado los esfuerzos para vaciar el campamento. Había dejado en libertad a muchos migrantes con órdenes de comparecer luego ante las autoridade­s de inmigració­n y transporta­do a cientos de regreso a su país.

El campamento llegó a tener más de 14,000 personas el fin de semana, de acuerdo con algunas estimacion­es.

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Hasta ayer, unos 4,000 migrantes permanecía­n debajo del puente entre la localidad Del Río, en Texas, y México, luego de que el número alcanzara un máximo de 15,000 el fin de semana, dijeron funcionari­os del Departamen­to de Seguridad Nacional.efe

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