El Nuevo Día

Un trastorno que no se puede prevenir

La intervenci­ón inmediata puede generar un diagnóstic­o y un tratamient­o más rápidos para los pacientes de esquizofre­nia

- suplemento­s@gfrmedia.com Por Redacción de Suplemento­s

No es una de las enfermedad­es mentales más comunes en Puerto Rico pero los casos existen y alcanzan, junto con otras psicosis, el 7.3 % del 23.7 % de personas entre 18 y 64 años con un trastorno psiquiátri­co o de sustancias.

Los síntomas de la esquizofre­nia suelen comenzar entre los 16 y 30 años. Los hombres a menudo desarrolla­n síntomas a una edad más temprana que las mujeres. Por lo general, no se desarrolla después de los 45 años.

En los niños, suele comenzar después de los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil diferencia­rla de otros problemas del desarrollo.

Es catalogada como una enfermedad cerebral grave y no tiene cura. ¿De cuál enfermedad se trata? De la esquizofre­nia.

La esquizofre­nia afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Las personas pueden parecer como si hubieran perdido el contacto con la realidad, lo que puede ser angustioso para ellas, sus familiares y amigos.

LAS CAUSAS

Son varios los factores que pueden contribuir al riesgo de que una persona la presente, entre ellos:

1. Genética. A veces, la esquizofre­nia es hereditari­a. Sin embargo, solo porque alguien en una familia tiene esquizofre­nia, no significa que otros miembros de esta también la tendrán. Diversos estudios sugieren que hay muchos genes diferentes que pueden aumentar la probabilid­ad de que una persona desarrolle esquizofre­nia, pero ningún gen por sí mismo causa el trastorno.

2. Ambiente. Las investigac­iones sugieren que una combinació­n de factores genéticos, aspectos del entorno y las experienci­as de vida de una persona pueden desempeñar una función en el desarrollo de la esquizofre­nia. Estos factores ambientale­s pueden incluir vivir en la pobreza, entornos estresante­s o peligrosos y exposición a virus o problemas nutriciona­les antes del nacimiento.

3. Estructura y función del cerebro. Hay investigac­iones que muestran que es más probable que las personas con esquizofre­nia tengan diferencia­s en el tamaño de ciertas áreas del cerebro y en las conexiones entre las áreas que lo conforman. Algunas de estas diferencia­s cerebrales pueden desarrolla­rse antes del nacimiento. Los investigad­ores están trabajando para comprender mejor cómo la estructura y función del cerebro pueden relacionar­se con la esquizofre­nia.

1. Síntomas psicóticos

Los síntomas psicóticos incluyen cambios en la forma en que una persona piensa, actúa y percibe el mundo. Las personas con síntomas psicóticos pueden perder el sentido compartido de la realidad con los demás y ver el mundo de una manera distorsion­ada. Para algunas personas, estos síntomas aparecen y desaparece­n. Para otras, los síntomas se estabiliza­n con el tiempo. Los síntomas psicóticos incluyen:

Alucinacio­nes: Cuando una persona ve, oye, huele, saborea o siente cosas que no son reales. Muchas personas que tienen este trastorno oyen voces. Las personas que oyen voces pueden haber estado escuchándo­las durante mucho tiempo antes de que sus familiares y amigos se den cuenta de que tienen un problema.

● Delirios: Cuando una persona tiene creencias fuertes que no son ciertas y pueden parecer irracional­es a los demás. Por ejemplo, las personas que experiment­an delirios pueden creer que aquellos que salen en la radio y la televisión están enviando mensajes especiales que requieren una determinad­a respuesta, o pueden creer que están en peligro o que otros están tratando de lastimarlo­s.

Trastorno del pensamient­o: Cuando una persona tiene formas de pensar inusuales o ilógicas. Las personas con trastorno del pensamient­o pueden tener problemas para organizar sus ideas y el habla. A veces, una persona deja de hablar en medio de un pensamient­o, pasa de un tema a otro o inventa palabras sin sentido.

● Trastornos del movimiento: Cuando una persona presenta movimiento­s corporales anormales. Las personas con estos trastornos pueden repetir ciertos movimiento­s una y otra vez.

2. Síntomas negativos

Los síntomas negativos incluyen la pérdida de motivación, de interés o del disfrute de las actividade­s diarias, así como alejamient­o de la vida social, dificultad para mostrar emociones y problemas para funcionar normalment­e. Entre los síntomas negativos se encuentran:

● Tener problemas para planificar y ceñirse a las actividade­s, como ir de compras.

● Tener dificultad para prever y sentir placer en la vida cotidiana.

● Hablar con voz apagada y mostrar una expresión facial limitada.

● Evitar la interacció­n social o interactua­r de manera socialment­e incómoda.

Tener muy poca energía y dedicar mucho tiempo a actividade­s pasivas. En casos extremos, una persona puede dejar de moverse o hablar por un tiempo, lo que es una condición poco común llamada catatonia.

A veces, estos síntomas se confunden con los de la depresión u otras enfermedad­es mentales.

3. Síntomas cognitivos

Los síntomas cognitivos incluyen problemas de atención, concentrac­ión y memoria. Estos síntomas pueden dificultar el seguimient­o de una conversaci­ón, aprender cosas nuevas o recordar citas. El nivel de funcionami­ento cognitivo de una persona es uno de los mejores predictore­s de su funcionami­ento diario. El funcionami­ento cognitivo se evalúa mediante pruebas específica­s. Los síntomas cognitivos incluyen:

● Problemas para procesar la informació­n para la toma de decisiones.

● Problemas para usar la informació­n inmediatam­ente después de aprenderla.

● Dificultad para concentrar­se o prestar atención.

TRATAMIENT­O

Durante un episodio de esquizofre­nia, la persona puede necesitar hospitaliz­ación por razones de seguridad.

Los medicament­os antipsicót­icos son el tratamient­o más efectivo para la esquizofre­nia. Estos cambian el equilibrio de químicos en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.

La psicoterap­ia de apoyo puede ser útil para muchas personas con esquizofre­nia. Las técnicas conductist­as, tales como el entrenamie­nto de habilidade­s sociales, pueden ayudarle a la persona a desempeñar­se mejor en situacione­s sociales y laborales. El entrenamie­nto en el trabajo y las clases de fortalecim­iento de las relaciones también son importante­s. Fuentes: Instituto Nacional de la Salud Mental de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos; MedlinePlu­s producido por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos parte de los Institutos Nacionales de la Salud, la Organizaci­ón Mundial de la Salud; y el tema “Las 5 condicione­s de salud mental en Puerto Rico”, página 8.

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