Bad Bunny, ¿nos ayudas a salvar a nuestros jóvenes?
Me pregunto qué provoca muchas de las cosas que pasan en Puerto Rico. Y no me refiero a la vergüenza causada por los arrestos de funcionarios públicos acusados por las autoridades federales de estar involucrados en actos de corrupción.
Hoy quiero hablar de la sorpresa que me causa el fenómeno Bad Bunny. Me pregunto qué lleva a miles y miles de seguidores a hacer filas por largas horas para poder verlo “cantar” en persona o a través de una pantalla. Mi pregunta en nada implica una crítica a la “lealtad” de su público. Más bien, lo que deseo es entender el tema.
De Bad Bunny sé que viene de “abajo” y que con mucho trabajo se ha convertido en el fenómeno que hoy es. Sé que en sus canciones y expresiones públicas usa palabras consideradas “malas”, que se pinta las uñas y usa faldas. Quizás muchos no estén de acuerdo con esto, pero sinceramente no recrimino sus decisiones. Por el contrario, lo felicito porque todas esas cosas le han permitido cultivar su influencia, particularmente sobre nuestros jóvenes.
Por las “malas palabras” no puedo criticarlo pues es un asunto relativo. Que se pinte las uñas y use faldas me encanta, pues alguien con tanto poder le está diciendo a quien lo escucha que la diversidad nos hace mejor. Y, conociendo que tantas personas con poder en Puerto Rico insisten en que la igualdad es para unos y no para otros, gracias a él por su valentía de romper esquemas.
Que conste, aunque hoy lo felicito, no hace mucho luego de agradecerle que se inmiscuyera e hiciera un llamado a los jóvenes a participar en las pasadas elecciones, le critiqué su posición de exhortar a votar por candidatos que no pertenecieran a los dos partidos políticos principales. Las generalizaciones, el discrimen y el prejuicio son dañinos; son males contra los que debemos luchar siempre, no algunas veces sí y otras no.
Antes y después del ratito que todos esos jóvenes disfrutaron este fin de semana asistiendo a estos conciertos, cierto número de esos mismos jóvenes venía y regresaba a ambientes donde sus vidas corren peligro. Hablo de la criminalidad en Puerto Rico. Los números más recientes en la página de la Policía de Puerto Rico sobre “Incidencia Criminal Delito Tipo 1” reflejan que hay 570 asesinatos/homicidios acumulados al 30 de noviembre de 2021, en comparación a 493 acumulados a la misma fecha en 2020. Es decir, 77 delitos más este año o 15.6% de aumento. De hecho, el 52% de esas muertes está asociado a las drogas ilegales. Por otro lado, el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico publicó en el “Informe de Muertes Violentas” que, en 2017, el año más reciente incluido, el 59% de las víctimas tenía entre 20 y 34 años. Estamos perdiendo a nuestros jóvenes.
En la lucha contra la criminalidad, aunque la responsabilidad principal es del gobierno, a todos nos toca aportar. Y ante la urgencia de atajar esta realidad, le pido a Bad Bunny que, usando su poder de convocatoria e influencia, haga un llamado urgente y claro a un Puerto Rico menos violento. Sé que, además de ofrecer entretenimiento a nuestros jóvenes, su llamado pudiera hacer una diferencia, particularmente cuando quienes más le escuchan pertenecen al mismo grupo de edad de quienes son la mayor cantidad de víctimas del narcotráfico. Queremos a nuestros jóvenes vivos. Bad Bunny, ¿nos ayudas?
“Le pido a Bad Bunny que, usando su poder de convocatoria e influencia, haga un llamado urgente y claro a un Puerto Rico menos violento”