Dos tiros difíciles de olvidar
Una de las muy pocas manchas en el legado de Quijote Morales se dio en Seúl 1988
En la vida puedes haber hecho mil cosas buenas, pero mucha gente solo se acuerda de la mala que hiciste. Ese es el caso de Mario “Quijote” Morales, a pesar de ser uno de los jugadores más ganadores en la historia del Equipo Nacional.
Desafortunadamente para Morales, la imagen que muchos tienen de él en la Selección es de sus dos tiradas libres falladas en los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl ante la antigua Unión Soviética, eventual campeón olímpico de esa edición, y a quien los boricuas tenían ‘contra las cuerdas’ cuando se enfrentaron durante la ronda preliminar.
En ese juego, Puerto Rico estuvo de tú a tú con la maquinaria soviética. Al final del partido, Morales tenía la posibilidad de poner el juego en caja de seguridad con dos tiradas libres, pero el ‘frío olímpico’ le invadió, fallando ambos intentos de forma inusual y permitiendo que los soviéticos sobrevivieran para apalear a Puerto Rico 17-5 en tiempo extra y escapar con la victoria, 93-81.
“Ese ha sido uno de mis reveses más dolorosos. Durante mi carrera me he destacado por encestar canastos grandes y meter tiradas libres importantes bajo presión y ese día no se dio. Había sido
el líder anotador del juego con 19 puntos, jugué 42 minutos, pero al final del tiempo regular fallé las tiradas libres. Para colmo, Angelo Cruz se escapó con el rebote y me devolvió el balón, pero comoquiera fallé el intento de la victoria”, recordó Morales con pesar.
“Ese fue un torneo en el que tuvimos muchas posibilidades de ir al podio. Le llegamos a ganar a Yugoslavia, eventual medallista de plata, le hicimos pasar un susto a los soviéticos y le metí 25 puntos en el triunfo ante España. Pero ese revés con los soviéticos nos costó cruzar con Estados Unidos en cuartos de final y el equipo que tenía a David Robinson y Danny Manning nos eliminó”.
Pese a ese desafortunado desenlace con los soviéticos, Morales tuvo otras oportunidades reivindicatorias, incluyendo ayudar a Puerto Rico a ganar su primera medalla de oro continental tras obtener su primer e histórico triunfo ante Estados
Unidos en el Premundial de 1989. Posteriormente, su lesión de rodilla le impidió competir en el Mundial de 1990 en Argentina, pero fue parte del equipo que ganó oro en los Juegos Panamericanos en La Habana en 1991, incluyendo otro triunfo sobre Estados Unidos, y en 1992 anotó las seis tiradas libres cruciales que aseguraron la clasificación olímpica en el duelo ante Argentina.
Luego se retiró de competencias internacionales tras agregar una medalla de oro a su colección durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se llevaron a cabo en la ciudad de Ponce en 1993.
La realidad es que, desde su debut en la Selección Nacional en el Centrobasket de 1977, pocos han participado en tantos torneos internacionales y le han traído tanta gloria a Puerto Rico como lo hizo el “Quijote”. Su resumé incluye tres Juegos Centroamericanos y del Caribe (récord general de 20-2), seis Centrobasket (40-6), cuatro Juegos Panamericanos (22-8), dos Premundiales de las Américas (7-3), cuatro Preolímpicos de Las Américas (16-11), dos Copas del Mundo (6-6) y dos Juegos Olímpicos (7-9).
De hecho, entre los jugadores boricuas es el máximo anotador en los Juegos Panamericanos con 423 puntos y, a nivel general, marcó un total de 1,567 puntos en competencias internacionales.
“Muchos no recuerdan los Juegos Panamericanos de 1983, donde jugaron anotadores sobresalientes como Michael Jordan con Estados Unidos y Oscar Schmidt con Brasil. Pero el líder anotador de ese torneo fui yo con 22.5 puntos por juego”, recordó Morales.
En total, Morales acumuló la friolera de 16 medallas internacionales (siete de oro, siete de plata y dos de bronce) y terminó con marca general de 118-45 en 163 partidos para un promedio de victorias de .723.