“Burnout” de médicos/as en Puerto Rico: causas y soluciones
Los profesionales de la medicina laboran en condiciones inaceptables que podrían mejorar con cambios organizacionales y/o la revisión de políticas públicas”
Luego de terminar sus estudios en el país, numerosos profesionales de la medicina emigran, lo cual provoca insuficiencia de recursos para atender las necesidades de salud de la población. Esto ha generado gestiones gubernamentales para fomentar su retención.
Un estudio reciente sobre la salud mental de los médicos y médicas señala la necesidad de mejorar las condiciones bajo las que practican su profesión, para su beneficio y para la salud de sus pacientes. Los médicos/as están expuestos a elevados niveles de estrés en el desempeño de su profesión, la cual requiere que constantemente tomen decisiones difíciles y bajo altos estándares de competencia, haciéndoles particularmente susceptibles al agotamiento físico, emocional y mental que surge del estrés crónico en el trabajo. A esta experiencia se le conoce en inglés como burnout .
Varios estudios han encontrado que el burnout en los médicos/as puede llevar a errores de diagnóstico o tratamiento, brindar menor calidad en la atención al paciente, aumentar las tasas de mortalidad entre pacientes hospitalizados e incluso aumentar hasta un 17% las probabilidades de negligencia médica. Este se ha asociado con disminución en la productividad, insatisfacción laboral y abandono de la práctica. Los médicos/as que experimentan burnout están en mayor riesgo de presentar síntomas de depresión, ansiedad, abuso de alcohol, trastornos del sueño, e incluso ideaciones suicidas. Se estima que esto le ha costado al sistema de salud de los Estados Unidos hasta $4,600,000,000 al año.
Entre el 2020 y el 2021, con el apoyo del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico (CMCPR), realicé un estudio en el país con la participación de 448 médicos/as. Un 48% de esas personas reportaron sentirse burnt out por su trabajo. Esto representa casi el doble de la tasa en otras profesiones. El 26% de ellas informó síntomas clínicamente significativos de depresión, y el 37% de ansiedad. Un 9.4% informó haber considerado el suicidio durante el año anterior. Este último dato representa una tasa 1 a 3 veces mayor que la encontrada en la población general de los Estados Unidos. Las personas encuestadas reportaron entre los factores que contribuyen al estrés laboral crónico: las tareas burocráticas, la compensación insuficiente por parte de las aseguradoras de salud, la sobrecarga de trabajo y el uso ineficiente del tiempo debido a requisitos administrativos (como son los programas de calidad de las aseguradoras), entre otros.
Estos datos indican que los profesionales de la medicina en nuestro país laboran en condiciones inaceptables que podrían mejorar con cambios organizacionales y/o la revisión de políticas públicas. No podemos ignorar los problemas que enfrentan nuestros médicos/as hoy, y que enfrentarán los futuros médicos/as cuando ingresen a un sistema de salud que les perjudica y no sirve bien a los pacientes. Para que la medicina cumpla su misión en el cuidado de cada paciente y fortalezca la salud pública del pueblo, tanto el Colegio de Médicos y Cirujanos, como los programas de medicina, la Asamblea Legislativa y el Departamento de Salud deben promover cambios en estas condiciones de trabajo. Solo así se podrá fortalecer el bienestar de nuestros médicos/as, mejorar el cuidado de los pacientes y fomentar la salud pública de la comunidad en general.