Don Julián y el presupuesto de San Juan
La familia sanjuanera y puertorriqueña sabe muy bien lo que es un presupuesto: es la manera de planificar para asegurar que se pueden pagar todos los gastos familiares—la casa, la compra, la luz, el agua, la ropa de los nenes—con los recursos que se tienen disponibles.
Un presupuesto gubernamental—el del municipio de San Juan, por ejemplo—es mucho más grande y complejo que el de una familia promedio, pero es básicamente lo mismo. Es la manera de administrar de manera responsable y transparente los recursos del pueblo para asegurar que se brindan todos los servicios que ese pueblo espera y merece… sin excusas.
El documento de presupuesto en sí es bien voluminoso, lleno de cifras, conceptos y partidas, para muchos, bien difícil de entender. Pero su esencia es sencilla. Es un plan para hacer bien las cosas que hay que hacer, como recoger la basura, cortar la grama y limpiar las áreas comunes; reparar y mantener al día las calles y vías públicas; poner en forma los parques e instalaciones deportivas; proteger las comunidades para que sean más seguras; proveer mejores servicios de salud e impartir educación de primera que abra a oportunidades para nuestros jóvenes.
Hace unos meses conocí a Don Julián Santos, un sanjuanero de la tercera edad, de enorme dignidad personal, cuyas circunstancias lo habían forzado a vivir en unas condiciones que ningún ciudadano se merece… como si la vida y el mundo le hubieran dado la espalda.
Con mucho entusiasmo y compromiso, en el municipio nos dimos a la tarea de reparar la casita de Don Julián, proveerle enseres nuevos y darle una nueva esperanza de vida a este sanjuanero que ya nos había dado a todos nosotros sus mejores años. El semblante sonriente, feliz, sosegado y esperanzado de don Julián al recibir su nuevo hogar nos dio una lección de vida a todos en el equipo. Comprendimos mejor que nunca lo que nos inspira a trabajar y a luchar todos los días por nuestra gente de San Juan.
Don Julián es la cara humana del presupuesto municipal… la cara humana de cómo manejamos los recursos del pueblo… la cara humana del por qué hacemos lo que hacemos: para cambiar positivamente la vida de gente de carne y hueso, sobre todo de aquellas que más lo necesitan.
La semana pasada, presenté ante la Legislatura Municipal de San Juan el presupuesto consolidado que regirá nuestra gestión en la Ciudad Capital a partir del próximo 1ro de julio.
Aunque dicho presupuesto asciende a $812.5 millones (apenas $3 millones menos que el actual) lo cierto es que nuestra situación fiscal, aunque muy mejorada en comparación con la que heredamos, continúa siendo un gran reto que nos requiere que sigamos siendo bien cautelosos en el gasto. Primero, porque la aportación que tendrá que hacer el municipio por concepto del Plan de Salud del gobierno central, será de $48.5 millones, $23 millones más que cuando asumimos las riendas del municipio. Y, segundo, porque continuaremos afrontando con responsabilidad el pago de las obligaciones que la administración anterior no cumplió, incluyendo saldar los más de $120 millones en aportaciones que la administración pasada dejó de pagar al retiro de nuestros empleados, así como el exceso de sus licencias por enfermedad acumuladas que la administración anterior no pagó desde el 2016.
Todo San Juan ha visto la obra que hemos realizado en los primeros 18 meses de gestión: recogimos chatarra y eliminamos estorbos públicos, limpiamos canales y quebradas, reparamos y repavimentamos calles y caminos, iluminamos y rehabilitamos parques e instalaciones deportivas, acercamos la Policía Municipal a las comunidades, atendimos y empoderamos a la mujer, sobre todo a las víctimas de violencia, cuidamos la salud de nuestra gente con especial atención a la pandemia, fomentamos oportunidades para nuestros pequeños empresarios y reafirmamos y ensalzamos nuestra cultura y tradiciones por toda la Ciudad Capital, especialmente en el contexto de la celebración del quinto centenario de la fundación de San Juan.
Estoy confiado en que, como equipo, trabajando de manera responsable y cumpliendo siempre con nuestro compromiso primordial de atender las necesidades de nuestro pueblo, superaremos todos los retos y lograremos que San Juan siga avanzando.
Al municipio vinimos a trabajar, a arreglar lo que estaba roto y a devolverle esperanza y calidad de vida a los sanjuaneros y sanjuaneras. Y de eso es que se trata un presupuesto.
Con la ayuda de Dios y de todos los sanjuaneros de buena voluntad, este próximo año fiscal continuaremos ese trabajo con el mismo empeño, entusiasmo y compromiso que en el primer día… por nuestra gente de San Juan… por nuestros trabajadores, por nuestras madres jefas de familia, por nuestros estudiantes, por todos nuestros ciudadanos de carne y hueso… y por Don Julián.
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Al municipio vinimos a trabajar, a arreglar lo que estaba roto y a devolverle esperanza y calidad de vida a los sanjuaneros y sanjuaneras. Y de eso es que se trata un presupuesto”