Tildan de “irrisorio” el plan de Lasso
QUITO.- La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ratificó la continuidad de la protesta indefinida que convocó desde el pasado lunes contra la gestión económica del gobierno y tildó de “irrisorio” al plan de soluciones anunciado por el presidente Guillermo Lasso.
El líder de la Conaie, Leonidas Iza, remarcó en un mensaje por redes sociales que se prepara una movilización de grupos campesinos hacia Quito, pese a que esa y otras zonas andinas del país fueron sometidas desde ayer a un estado de excepción por parte del Gobierno con el ánimo de frenar las protestas.
Pidió a los legisladores del movimiento Pachakutik, el brazo político de la Conaie en la Asamblea Nacional (Parlamento), que planteen la revocación del decreto sobre el estado de excepción, que tiene tintes dictatoriales, según Iza.
Asimismo, el líder indígena se preguntó por qué el presidente Lasso esperó una semana de protestas para anunciar sus ofertas, pese a que las demandas las conocía desde mucho tiempo atrás.
Lasso, en un mensaje por televisión, declaró un estado de excepción por 30 días, que arrancó en las provincias de Imbabura, Pichincha (cuya capital es Quito) y Cotopaxi, donde se han concentrado las protestas, y dijo que está dispuesto a defender la capital que está en la mira de las movilizaciones indígenas.
Asimismo, anunció que incrementará el valor del bono de desarrollo humano, que se entrega a los más pobres, de $50 a $55; que condonará créditos vencidos de hasta $3,000 en el banco estatal de desarrollo y que subsidiará a pequeños y medianos agricultores con la mitad del coste de la úrea (fertilizante).
También, anunció la declaración de emergencia en el sistema de salud pública del país, aquejado por la falta de medicinas, prometió duplicar el presupuesto de la educación intercultural para las comunidades indígenas y abrió créditos de hasta $5,000 para los agricultores al 1% de interés y a 30 años de plazo.
Sin embargo, no se refirió a la congelación y reducción del precio de las gasolinas, que es una de las principales demandas de la protesta indígena, así como a la flexibilización laboral y los escasos presupuestos para la educación y la salud.