Será clave orientar a los progenitores
Tras la aprobación por la FDA y los CDC, se espera que la inmunización de menores de 6 meses a 4 años contra el SARS-CoV-2 inicie esta semana en la isla
Ante la más reciente aprobación de uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19 en infantes de seis meses a cuatro años, orientar a madres y padres será clave para que se sientan seguros al permitir la inmunización de los menores y que se pueda alcanzar el mayor número posible de vacunados en esas edades, enfatizó ayer el pediatra Víctor Ramos.
“Lo más importante es que vayan donde su pediatra a que les oriente sobre la importancia de esta vacuna”, afirmó el también expresidente del Colegio de Médicos Cirujanos a El Nuevo Día. “Estamos muy contentos de que, por fin, podamos vacunar a nuestros niños más chiquitos, igual que se hace contra la influenza, que se vacuna de seis meses en adelante”.
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, otorgó el sábado la autorización final al uso de las vacunas contra el COVID-19 desarrolladas por Pfizer y Moderna en menores a partir de los 6 meses.
El grupo poblacional por debajo de los 5 años era el único descubierto de los fármacos para prevenir complicaciones de salud por la infección con SARS-CoV-2. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) emitió su aprobación el viernes.
“Yo, que estoy en el hospital, admitimos muchos niños con COVID, usualmente, por deshidratación más que por enfermedad severa, y ciertamente, porque otra gente se los pega, porque los niños no guían, no van a una barra, no van a ningún lugar que no los lleven. Es por las conductas que asumen los familiares que terminan hospitalizados”, advirtió Ramos, quien atiende a pacientes en el San Jorge Children & Women’s Hospital.
El pediatra subrayó que, aunque la mayoría de los menores no desarrolla enfermedad severa, eso no significa que están exentos de experimentar síntomas graves. “Hemos tenido que tratar de enfermedad severa a niños tan chiquitos como tres meses”, explicó.
Según la base de datos del Departamento de Salud, en Puerto Rico, se han reportado tres muertes de menores en el renglón de cero a nueve años a causa del COVID-19. “A quién le toca enfermedad severa es una ruleta rusa. No vacunar a los niños es arriesgarse a que tenga la mala suerte de que le toque la enfermedad severa”, sostuvo Ramos.
¿CUÁL ES LA DOSIS NECESARIA?
El gobierno de Estados Unidos informó que tiene 10 millones de dosis de la vacuna preparadas para los menores por debajo de los cinco años y que podrían empezar a inocularse desde mañana. A nivel local, el Departamento de Salud indicó el viernes que está listo para comenzar a vacunar a esos menores a partir de esta semana, aunque no ha ofrecido detalles y no respondió ayer una petición de información.
La agencia resaltó que sobre 106,000 niños entre las edades mencionadas son elegibles para recibir la vacuna en Puerto Rico.
La vacuna de Pfizer-BioNTech será administrada como una serie primaria de tres dosis en las que las dos iniciales se administran con tres semanas de diferencia, seguidas de una tercera dosis, al menos, ocho semanas después de la segunda en menores de seis meses a cuatro años.
La vacuna de Moderna, por otro lado, se administra como una serie primaria de dos dosis, con un mes de diferencia, a menores desde seis meses a 17 años. Antes, esa vacuna contaba con la autorización de uso para personas de 18 años en adelante. También se autorizó una tercera dosis de la serie primaria, al menos, un mes después de la segunda dosis para las personas de este grupo de edad con ciertos tipos de inmunodepresión, indicó la FDA el viernes.
“Aquellos a quienes se les confía el cuidado de los niños pueden tener confianza en la seguridad y eficacia de estas vacunas contra el COVID-19 y pueden estar seguros de que la agencia fue minuciosa en su evaluación de los datos”, expresó el comisionado de la FDA, Robert M. Califf, en un comunicado.
Según Ramos, una “mayoría contundente” de los cerca de 800 pediatras en Puerto Rico apoya y promueve la vacunación contra el COVID-19 en la población pediátrica.
Mientras, el informe más reciente de Salud sobre los indicadores epidemiológicos de la pandemia de COVID-19 en Puerto Rico, que comprende del 5 al 11 de junio (semana epidemiológica 23), muestra que la isla sigue atravesando un nivel alto de transmisión comunitaria en conexión al más reciente repunte provocado por el sublinaje BA.2 de la variante ómicron.
“Estamos muy contentos de que, por fin, podamos vacunar a nuestros niños más chiquitos, igual que se hace contra la influenza”
VÍCTOR RAMOS PEDRIATRA