Cuatro factores de la escasez de médicos
Muchos estamos preocupados por la práctica médica en Puerto Rico. Son múltiples y complejos los factores que inciden en la situación. Lamentablemente, los esfuerzos que parecen estarse haciendo se quedan cortos o no están coordinados entre sí. No se percibe una política de acción integral y permanece una percepción trunca, limitada y carente de fuerza para su implementación. El problema es complejo, pero con la debida atención puede atacarse.
Es vital tener bien claro cuáles son los elementos que contribuyen al problema, con datos precisos y al día. No se puede planificar el futuro con los datos y estadísticas de años atrás.
Todo va cambiando: el censo (disminución de la población con aumento en personas de más de 65 años, disminución de nacimientos y aumento de defunciones), éxodo de médicos, cambios en la economía de la salud, tecnología, etc. Brevemente, algunos de los factores que inciden al presente:
1- Insuficientes plazas de internos y residentes disponibles a nivel de entrada al sistema al graduarse : Se estima que en Puerto Rico se gradúan 400 médicos al año, pero solo hay alrededor de 195 plazas de entrada. Esto significa que alrededor de 200 egresados al año no tienen posibilidades de entrar al sistema y se van fuera.
2- Impacto de los planes médicos: Por la naturaleza del sistema de prestación de servicios de salud, sobre 80% de los pacientes en la isla están cubiertos con planes médicos Advantage. Esto parece ser bueno, porque la mayoría de la población está cubierta por un plan. Pero la naturaleza operacional de esos planes crea graves problemas a los médicos y hospitales. Al ser diseñados para ambientes y poblaciones de los Estados Unidos, no necesariamente funcionan igual al aplicarlos en la isla. Por ejemplo: en Estados Unidos solo un 40% de la población tiene Medicare Advantage, el 60% tienen otros planes privados. Esto permite que puedan funcionar a base de redes de médicos. En Puerto Rico esto es difícil porque el volumen de Medicare Advantage es tan grande que no quedan suficientes pacientes privados. Como consecuencia, el médico recién graduado tiene que solicitar para que los incluyan en las redes, pero no los reclutan por “tener el cupo de redes lleno”. ¿Cómo puede ese médico nuevo establecer una clientela con el pequeño por ciento de pacientes privados que restan, la mayoría de los cuales ya tienen sus médicos? Más aún, el tiempo de espera de un recién graduado para obtener su licencia para practicar es absurdamente largo.
3- Burocracia : Las exigencias de papeleo que les han impuesto a los proveedores, incluyendo hospitales, mediante legislación, requerimiento de los planes, etc., ocupan un gran por ciento del tiempo que tiene el médico. Como consecuencia, cae en un agotamiento físico y emocional. El resultado son altos índices de ansiedad, depresión y otros, afectando la calidad del servicio.
4- Pobre compensación por servicios: Este es un grave problema que ahuyenta no solo a los nuevos médicos sino a todos, causando un éxodo a otros lugares donde reciben buena compensación. Estos y otros factores han provocado que la práctica médica haya disminuido en más de 7,000 médicos entre el 2010 y el 2020, casi la mitad de los que había en el 2010.
¿Qué nos espera como pueblo? Hay mucho positivo que se puede hacer, pero se requiere prioridad gubernamental, compromiso, ajustes económicos y, sobre todo, voluntad para hacer. No podemos seguirle poniendo parchos al sistema. Llegó el momento en el que todos tenemos que dejar a un lado las diferencias. Si queremos genuinamente resolver los problemas que nos impiden ofrecer salud para todos a corto y a largo plazo, tenemos que asumir nuestras responsabilidades. Entre otras, proveer financiamiento del gobierno y privado para aumentar la cantidad de residencias. Crear las condiciones adecuadas para contar con las mejores facultades para adiestramiento médico, ampliar las redes de los planes médicos, revisar toda la papelería burocrática que se exige para poder acelerar los servicios y evitar más exigencias y agotamiento a nuestros médicos. Es vital que se revisen las tarifas de pago.
Estos y varios otros elementos son viables si se tiene la voluntad y el coraje para hacerlo. Nuestra gente se lo merece y no es imposible. No hacer nada no es la solución. Hay que enfrentar los grandes problemas. Estos encubren grandes oportunidades.