Abre el segundo local de Chick-fil-A en Bayamón
● Xiomara González, dueña operadora de este nuevo establecimiento, narra cómo pasó de ser clienta fiel a manejar toda la operación de un restaurante en su natal Puerto Rico
El segundo Chick-fil-A que se establece en la isla abrió ayer, pero a diferencia del primero, durante las primeras horas de operaciones no hubo aglomeración de clientes para entrar al restaurante ni largas filas en las ventanillas de autoservicio.
El Nuevo Día visitó el establecimiento, localizado en el centro comercial Plaza del Sol en Bayamón, y era notable el número de guardias privados en las dos entradas del mall, así como en el estacionamiento y en la entrada del restaurante. Al parecer, la administración del complejo de tiendas esperaba un mayor tráfico vehicular -como ocurrió con la apertura del primer Chick-fil-A de Los Filtros en Bayamón-, y quiso evitar el ataponamiento.
De hecho, desde la avenida se ven los letreros que indican cuál es la ruta a tomar si va para Chick-fil-A. Al menos ayer, la entrada indicada en los cartelones era por la avenida Ramón Luis Rivera.
Xiomara González López, dueña operadora del establecimiento, estaba atenta a que en este comienzo todo marchara como se supone. Ella es de Arecibo, pero llevaba 17 años en Estados Unidos, hasta que le surgió la oportunidad de regresar a la isla.
Negocios conversó con ella sobre cómo se convirtió en dueña de este Chick-fil-A y cuáles son sus expectativas. Fue en junio de 2020, en medio de la pandemia, cuando asistió por primera vez a una charla en New Jersey en la que comenzó a familiarizarse con el proceso de adquirir una franquicia.
“Mis nenes son locos con Chick-fil-A. Éramos clientes fieles en New Jersey, nos gustaba mucho la manera en que nos trataban. Un buen día tomé una orientación de una hora para aprender de la experiencia de cómo ser dueña operadora, y en diciembre empecé el adiestramiento formal”, narró González López.
Previo a unirse a la cadena como dueña del local de Plaza del Sol, la arecibeña había trabajado en el área de Logística y manejo de la cadena de suministros para empresas como Target, Crate & Barrel y Wayfair. Vivió seis años en Florida y otros 11 en New Jersey.
Cuando inició su adiestramiento para ser una dueña operadora de Chick-fil-A –el cual completó en nueve meses–, no tenía idea de a qué región la enviarían, aunque le motivaba el poder regresar a su país.
“Estaba establecida en New Jersey, pero mi corazón estaba en Puerto Rico. La cadena va con mi estilo de liderato y sabía que al regresar a Puerto Rico podía impactar a mi equipo de trabajo y traer nuevas oportunidades para la comunidad”.
El restaurante de Plaza del Sol tiene 4,704 pies cuadrados y acomoda a 96 personas en el interior y a otras 22 afuera en una terraza techada. El equipo de trabajo lo conforman 170 empleados, pero aún están en la búsqueda de más personal, sobre todo un oficial de Recursos Humanos y empleados de mantenimiento.
“Uno de nuestros valores es ser inclusivo. Tenemos empleados de diferentes edades, intereses y niveles de educación”, sostuvo la operadora.
Relató que ha recibido mucho apoyo de Caitlin Chávez, de ascendencia salvadoreña y quien es la operadora del Chick-fil-A del centro comercial Los Filtros en Bayamón, el cual abrió en marzo de este año.
Aunque González López ni los representantes de la cadena indicaron cuáles son las ventas de ese primer restaurante, aseguraron que la operación va muy bien. “Estamos emocionados con los resultados del primer Chick-fil-A”, expresó Sofía Bukele , relacionista pública de la empresa.
El horario de operaciones en Plaza del Sol será de lunes a sábados, de 6:30 a.m. a 9:30 a.m. Los domingos permanecerán cerrados.
El tercer Chick-fil-A abrirá en el segundo semestre de este año en Plaza Palma Real en Humacao. El Nuevo Día preguntó quién será el dueño operador de ese restaurante, pero los representantes de la cadena no quisieron revelar detalles, ni siquiera dijeron si es de Puerto Rico. Solo confirmaron que ya se hizo la selección.
El cuarto local abrirá a principios de 2023 en el municipio de Hatillo. La meta es tener de 10 a 15 establecimientos en cinco años.