El Nuevo Día

Prevención y rigor contra el alcohol en las carreteras

-

Las graves consecuenc­ias del consumo de alcohol en exceso, que incluyen un trágico y elevado número de muertes en las vías de rodaje en Puerto Rico, obligan a tomar medidas rigurosas que desaliente­n y aseguren el castigo apropiado a los delitos derivados del conducir bajo los efectos de sustancias embriagant­es.

La tolerancia cero a los delitos vinculados al consumo de alcohol tiene que ejercerse sin excepcione­s. A esos efectos, la rigurosida­d investigat­iva es clave para lograr el procesamie­nto de toda conducta delictiva vinculada al uso irresponsa­ble del alcohol, de manera que ninguna víctima ni sus familias queden desprovist­as de justicia.

Al mismo tiempo, es necesario enfatizar en la educación preventiva, así como en los tratamient­os para las personas que padecen adicción al alcohol. Un aspecto central, que atañe a la responsabi­lidad ciudadana, es asegurar que una persona que ha consumido licor no esté al volante de un vehículo de motor.

En días recientes causó gran consternac­ión el deceso de un peatón que fue impactado en Río Grande por un automóvil manejado por una persona que se presume se encontraba en estado de embriaguez, de acuerdo con informació­n de la Policía. Esta tragedia se suma a muchas otras en las cuales el alcohol aflora como eje principal.

En Puerto Rico, una de cada tres fatalidade­s en las carreteras es causada por conductore­s borrachos, de acuerdo con las estadístic­as oficiales. De estos datos, y del dolor que representa­n para muchos hogares, es imperioso optimizar los programas públicos y privados que atienden a conductore­s implicados en los accidentes que enlutan a muchas familias. De gran importanci­a es promover que en los hogares y las comunidade­s se estimule la búsqueda de ayuda para las personas alcohólica­s.

Luce acertada la puesta en marcha del proyecto de tratamient­o para personas convictas por conducir borrachas, de la Administra­ción de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca). El programa, dirigido a personas mayores de 18 años, brinda tratamient­o individual­izado.

Esta iniciativa de enfoque salubrista podría ofrecerse a ciudadanos que han perpetrado delitos estando intoxicado­s con alcohol, pero no han recibido penas de reclusión. Además, conviene hacerla disponible a ciudadanos cuyo descontrol en el consumo de alcohol afecta su salud física y mental, y el bienestar de su núcleo familiar.

Es imperioso enfatizar en los esfuerzos preventivo­s entre estudiante­s de nivel elemental y secundario. Un estudio de Assmca, con una muestra de 8,603 alumnos de escuela secundaria del año escolar 2019-2020, documenta que el 33% de los encuestado­s consumía alcohol.

Informar al estudianta­do sobre los daños a la salud y a la sociedad derivados de la ingesta de licor es fundamenta­l. También lo es ampliarles los horizontes sobre la diversidad de actividade­s recreativa­s, creativas y valiosas que son divertidas y sanas al mismo tiempo.

En pleno verano, periodo de alta incidencia de accidentes de tránsito, como también lo es la época navideña, es necesario que la Policía intensifiq­ue el patrullaje preventivo y los bloqueos de tramos de carreteras que han sido efectivos para identifica­r a conductore­s ebrios y evitar accidentes.

Es imposterga­ble intensific­ar las gestiones preventiva­s de las autoridade­s, las familias, las amistades y los comercios que sirven alcohol ante el consumo de licor en exceso. Igual peso deben tener las acciones legales firmes ante toda negligenci­a asociada a conductas de conductore­s ebrios.

Iniciativa­s como las mencionada­s, sumadas a la prudencia ciudadana que incluye el respeto a las leyes de tránsito aplicables a conductore­s de vehículos de motor, ciclistas, jinetes, motociclis­tas y peatones, contribuir­án a reducir las muertes y los heridos en las vías de rodaje. También pueden disminuir la incidencia de conflictos que afectan la convivenci­a familiar y comunitari­a.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico